El 21 de noviembre de 1999, en Iruña finalizamos nuestro V Congreso. Habíamos renovado la dirección en muchas de las áreas, prácticamente en la mayoría, y lo más destacable, la persona de la presidencia. Carlos Garaikoetxea tomó la decisión de pasar a otro plano en su militancia en EA y los compromisarios allá reunidos me adjudicaron la responsabilidad de presidenta.
He reflexionado mucho estos últimos días sobre qué decir hoy aquí, partiendo de aquel momento hasta hoy. Desde aquella confianza depositada en mí para que ocupara la responsabilidad en la que había estado una persona valiosísima como es nuestro compañero Carlos Garaikoetxea.
Es evidente que algunos no me vieron en esa nueva fase, otros, desde la apuesta, se intimidaron ante ese gran cambio aunque me hicieron notar mayoritariamente, que depositaban su confianza en mí. A unos y a otros mi agradecimiento. A los primeros porque me han enseñado mucho en cuanto a la capacidad que tenemos las personas de superar obstáculos y aprender en estos largos (y a veces duros) cuatro años. A los segundos, desde el fondo de mi corazón y también desde el raciocinio, por el aprendizaje sin duda más fácil en el espacio de su confianza otrogada.
Es momento de agradecer también a los que directamente han trabajado conmigo. Y en primer lugar, al Lehendakari Garaikoetxea, desde mi respeto y afectos más profundos, a una persona que me ha apoyado de cerca, escuchando, opinando ofreciéndome lo que es, dada su importancia para nuestro proyecto sino también desde la visión de país.
Parece que dar las gracias se deja para el final y yo lo estoy haciendo al principio. En primer lugar, a los compañeros y compañeras que han fallecido y que hoy recordamos en la persona de Edurne Epalza, cuyo funeral es hoy. Desde aquí mandamos un fuerte abrazo a toda su familia.
En segundo lugar, agradecer a los compañeros y compañeras de la Ejecutiva Nacional:
-Rafa Larreina, atento siempre;
-Begoña Lasagabaster, que entre un avión y otro me ha dado opiniones sinceras y acertadas;
-Onintza Lasa, nuestra voz, esforzada y atinada siempre;
-Javi Caño, con sus latines y caballerosidad inteligente;
-Inmaculada Boneta, leal siempre;
-Joseba Azkarraga, la enorme experiencia en política recuperada en mi equipo;
-Nekane Alzelai, esperanzada en su próxima maternidad;
-Peio Irujo, con su tranquilizadora actitud;
-Martín Aranburu, con sus dudas, pero avanzando;
-y a Mikel Mintegi.
A los presidentes de las regionales, Gazte Abertzaleak, y a los portavoces en el resto de instituciones, y por supuesto, al secretario general, Gorka Knörr.
Compañeros de la Asamblea Nacional, gracias por vuestro apoyo en todas y cada una de las propuestas que os he transmitido.
La Comisión de Garantías, trabajo desagradable el de nuestro tribunal interno. Y por eso es meritorio.
Comisión de Cuentas, parece que va bien la cosa pues no nos reñís.
Gracias pues a todas esas personas elegidas en Iruña en 1999, como a aquellas desde el último rincón de nuestro país, pasando por regionales, a esos hombres y mujeres de EA que confían en nuestro futuro mejor, en ese Estado Vasco Independiente en Europa, equilibrado, justo y mirando siempre al resto del mundo para aportar solidaridad y avance, desde la nación vasca hacia el resto.
Finalizamos el V Congreso en tregua, y al de una semana ETA rompió unilateralmente el alto el fuego logrado por el Acuerdo de Lizarra-Garezi. ETA echo por tierra la esperanza en un proceso de paz y parte de los análisis que habíamos hecho, los de la coyuntura inmediata, aunque lo cierto es que en lo fundamental no: EA partido abertzale, socialdemócrata y partidario de vías pacíficas e institucionales y con los objetivos inmediatos de búsqueda de cauces, de puntos de encuentro, para lograr la paz y la normalidad políticas en nuestro país.
Y ante esa nueva coyuntura de decepción frente a ETA reafirmamos nuestros principios ideológicos de defensa de los derechos nacionales del pueblo vasco por vías democráticas.
Largos y duros han sido estos años. Los asesinatos y amenazas, el sufrimiento generado en toda la sociedad vasca (así como en otros pueblos del Estado español) se han ido acumulando y generando una reacción aún mayor si cabe frente a ETA.
Paralelamente, el argumento de la violencia ha sido utilizado por el centralismo español contra el nacionalismo vasco, criminalizando ideas y personas como los que estamos aquí, demócratas comprometidos con nuestro país y nuestro futuro. La estrategia del PP, bien secundada por el PSOE, ha llegado a donde seguramente no imaginamos.
Hemos soportado una campaña mediática sin precedentes a lo Goebbels, aderezada de Pactos antiterrorista, aquel que citaba más veces en su introducción a nuestro partido que a la propia ETA (teórico objetivo de su acuerdo).
Pronto supimos que el objetivo estaba aquí, en la defensa democrática de nuestro derecho a decidir.
Llegaron a inventar leyes ´ad hoc´. Aquella Ley de Partidos del verano de 2002, desde una estrategia ultranacionalista española y antivasca, preparada y pensada, y que incluso pretendía la retroactividad en la responsabilidad judicial. O sea, cuidado que aunque ahora no haya una ley que prohíbe este congreso, quizás alguna vez la haya y entonces nos acusarán de estar aquí reunidos. Totalmente antidemocrático esto de arriba y lo de después.
Cuando abandonaron el argumento de ETA, del MLNV en general, atacaron las instituciones vascas, intentando minarlas. Véase campañas contra la Ertzantza, Gobierno Vasco, Concierto y Convenio Económico más sibilinamente en Navarra y Parlamento vasco.
Todo les viene bien a los demócratas de toda la vida, como en ese chiste en el que Franco se levanta en el valle de los Caídos y va preguntando quienes están en el Gobierno e instituciones de España, y todos los nombres de los actuales del PP le encajan. Todos hijos y nietos de los franquistas. A excepción de Fraga, claro está (que sigue).
Y todavía dieron un pasito más. Esta vez le tocó a movimientos como Zumalabe, AEK que permitieron vislumbrar lo que sucedió después. Esto es el acoso y derribo al euskara y a la cultura vasca.
La lista de agresiones es larga:
Y desgraciadamente, tenemos que volver a denunciar la existencia no sistemática, pero sí la existencia de casos de malos tratos y torturas.
Con AEK ya lo había intentado el juez Garzón, y no consiguió nada, debiéndose retractar; con el daño hecho, por supuesto. Las ikastolas y sus libros de texto, el cierre de Egunkaria Mejor no tocamos Navarra, en lo referente al euskara.
Aquí hago mención especial a nuestro compañero de partido Martin Ugalde.
Martin Ugalde, ministro vasco en el exilio, pacifista, intelectual, defensor de nuestra lengua, colaborador del Gobierno Vasco tras la muerte del dictador, con Carlos Garaikoetxea.
Hemos publicado un libro con escritos suyos. Aprovecho y hago propaganda.
Y, por finalizar, este rápido resumen de esa estrategia imperialista española, debemos denunciar expresamente la judicialización de lo vasco, última fase de agresión españolista del PP.
El PP ha roto la separación de poderes, pilar de la democracia, y ha utilizado a ciertos sectores del poder judicial para que emitan sentencias a conveniencia del Sr. Aznar, de la España una, grande y libre, en una larga lista de barbaridades democráticas.
- Contra el Parlamento Vasco y su Mesa.
- Contra las personas euskaltzales y comprometidas con la cultura vasca.
- Contra todo lo que no encaje en su modelo de Estado ultraconservador y centralista, negador de la pluralidad nacional.
Hemos aprendido muchísimo de procedimientos judiciales oyendo desde la mañana recurso, sentencia, Tribunal Supremo o Constitucional. Es gracioso que el Sr Jiménez de Parga cuando yendo en contra de esa constitución que debe defender negó que en su Carta Magna se reconocieran nuestros derechos históricos.
Todo esto con acompañamiento de coros de pretendidos intelectuales y voceros oficiales, subidos a comentaristas de nivel. O por grupos metamorfoseados en distintos foros y plataformas en las que los componentes son siempre los mismos, aunque cambian el nombre de la plataforma o fundación o lo que sea.
Hasta la Iglesia vasca ha sido objeto de criminalización. Esta misma semana hemos visto al Cardenal Rouco Varela de la Conferencia Episcopal española utilizar el poder que le da ser un alto cargo de la jerarquía católica para ir en contra de la propuesta del Gobierno Vasco, negando el consiguiente debate democrático y defendiendo la constitución española y el centralismo, esto es, al poder y al PP al más viejo estilo del cardenal de otro tiempo, de Gomá.
Ese renacido ánimo de cruzada antinacionalista vasca, mejor dicho contra la mayoría ciudadana d nuesro país, demuestra una confusión interesada del poder y de lo religioso. Hecho inaceptable incluso para los muchos creyentes católicos de EA.
Ejemplos y repaso de una intención desmedida y no democrática, y que en el fondo nos demuestran que el objetivo no es el fin de la violencia de ETA, sino evitar que podamos avanzar hacia un nuevo marco jurídico que vaya posibilitando nuestra construcción como país, con todos los territorios, incluidos Nafarroa e Iparralde.
Están en lucha dos planteamientos nacionales, el nuestro y el del Imperio en el que nunca se ponía el sol. Este se fue resquebrajando con el tiempo y hoy incluso en el Estado español cada vez se oyen más voces de distintos partidos y nacionalidades que quieren modificaciones en el Estado de las Autonomías surgido de la Constitución española de 1978.
PERO, EN ESTE PERIODO ENTRE LOS DOS CONGRESOS, HA HABIDO TAMBIÉN MUCHOS ASPECTOS POSITIVOS comenzando por el convencimiento mayoritario de la ciudadanía vasca de que haya una salida al conflicto vasco, desde el reconocimiento de la pluralidad de nuestro país y vía diálogo. También nuestra exigencia mayoritaria de soberanía, del derecho de autodeterminación, como pueblo que somos y nación que queremos ser.
Desde EA hemos aportado mucho en este sentido, al ofrecer nuestras reflexiones y teorizaciones políticas en n nuevo marco jurídico político para Euskal Herria al exigir como condición sine quae non para el acuerdo de las elecciones de mayo de 2001, que constara explícitamente el derecho de autodeterminación en el programa electoral de coalición. Lo que nos permitió la legitimidad de esa exigencia al ganar dichos comicios.
Nuestro empeño en la exigencia del derecho de autodeterminación para nuestro pueblo no es nuevo. Muchos de los que estamos aquí recordamos cómo nos echaron del Gobierno Vasco en 1991 precisamente por nuestra posición con respecto a ello.
Hemos ofrecido a la Sociedad vasca campañas en defensa del diálogo como medio de resolució de conflictos, de nuestra apuesta innegable por la defensa de los derechos humanos, o a favor de las víctimas de cualquier lado. Por citar algunas muy importantes. Unido a otras de cariz más ideológico, además de nuestro trabajo coherente institucional que ha hecho posible que este país se vaya moviendo, pasito a paso, responsablemente para dirigirnos por el camino de la soberanía hacia nuestro último objetivo de constituir el Estado vasco.
EA ha sido determinante en el actual estado de exigencia de los derechos nacionales, empujando las tibiezas sin argumentos de los que estaban cómodos en el marco estatutario. Hemos mantenido cauces abiertos con partidos políticos (con los que han querido), fomentando foros de contraste y contactos aquí y fuera de nuestro país para eso decía antes, para la búsqueda de la paz y de la normalidad política. Objetivos prioritarios para nosotros en este momento, como todos sabemos.
El tiempo nos está demostrando que hemos empujado en el sentido adecuado, logrando resultados visibles. Comenzando en el trámite parlamentario donde está la representación de la ciudadanía, en aquella ponencia del 2002 sobre Autogobierno en el Parlamento Vasco, que tras el análisis de la situación, llegó a unas conclusiones proponiendo el estudio y propuesta de un nuevo marco jurídico.
Lo que permitió que la mayoría numérica de nuestro país quiere avanzar y construir país.
Hemos continuado comprometidos con los derechos humanos, los de todos, ante la vulneración sistemática de las libertades individuales y colectivas.
Lo cierto es que estamos ante una coyuntura complicada, pero esperanzadora.
Complicada porque hay que prever un endurecimiento de las posturas centralistas españolas. Recordemos los próximos comicios de marzo en los que buscarán el voto utilizándonos para los intereses de los partidos españoles.
Y Esperanzadora. Nos hemos puesto en marcha. Tenemos nuestra propia propuesta, aportación al debate parlamentario y denominada Ley de soberanía vasca y de relaciones con el Estado. Gracias a Carlos Garaikoetxea, Javier Caño y Juan Porres, hemos ofrecido este documento de trabajo al Gobierno y al Parlamento para que enriquezca el debate que se dará en los próximos meses.
Vamos a tener la oportunidad de ver la actitud responsable o no de las fuerzas politicas vascas, de acabar con el descontento mayoritario de la población vasca ante el marco jurídico actual, comenzando en la CAV y posibilitando caminos de convergencia con Nafarroa e Iparralde.
Como veis, a veces hemos nadado contra corriente, hemos defendido ideas difíciles de llevar a cabo y que hoy están en primera línea de debate, en la conciencia y exigencia de la mayoría vasca.
Siempre hemos mantenido claramente nuestras señas de identidad, en negociaciones con otros, en la actividad diaria del partido, etc Y hemos sido avalados en todo este tiempo, en todas las ocasiones por la Asamblea Nacional de Eusko Alkartasuna, órgano máximo entre congresos.
Muchas reuniones ha tenido esa Asamblea Nacional, en muchos casos de urgencia dadas las circunstancias complejas y novedosas que hemos vivido. Una Asamblea Nacional que siempre ha estado informada, ha dirigido la negociación en cada momento y dirección política de EA y a la cual agradezco que siempre hayan cumplido con su compromiso y obligaciones. Así como, que haya apoyado y aportado directrices a la dirección nacional del partido.
Cuatro años convulsos por la pervivencia de la violencia y su aprovechamiento como justificación para las agresiones continuas del pensamiento único, del todo vale de las fuerzas nacionalistas españolas.
Desgraciadamente, tengo que volver a donde empezaba, a la semana siguiente de nuestro Congreso del 99 cuando ETA rompió la tregua. Ojalá al día siguiente de la elección de la nueva dirección de EA se produzca la situación contraria, tregua y desaparición de la violencia.
Y en este sentido, vuelvo a reiterar alto y claro que exigimos la desaparición de ETA.
Para finalizar, desde la dirección de EA, hemos mantenido y defenderemos nuestras posiciones en los siguientes aspectos:
- Con prioridad, aquellas de nuestros contenidos políticos de autodeterminación.
La defensa del proyecto propio, de Eusko Alkartasuna, con radicalidad democrática en lo nacional y en lo ideológico como representantes de la socialdemocracia vasca. Cuestión esta que es brújula de nuestro trabajo y que será debatida en profundidad en este Congreso.
La construcción nacional de nuestro país está inevitablemente unida a la cohesión y justicia social.
Compañeras y compañeros estamos trabajando en distintas instituciones (Parlamento Vasco, Parlamento de Navarra, Juntas Generales, Ayuntamientos de todos los territorios del país, Hegoalde e Iparralde, Congreso, Senado y Parlamento Europeo).
En todas las instituciones hemos mejorado en representación tras elecciones duras. Lo reconozco y, por eso, agradezco vuestro trabajo, pero todavía queda mucho por hacer.
Desde la lealtad a nuestros compañeros de equipos de gobierno, defendiendo las ideas y el proyecto de EA, a través de grupos propios (parlamentarios, junteros y municipales).
Bien es verdad que este último caso, en el de los municipales, en un proceso aún inacabado pero de obligado cumplimiento por decisión de la Asamblea Nacional para lograr una actuación independiente de EA.
La visión del pueblo vasco solidario con otros pueblos. Una nación vasca que mira más allá de su territorio y que tiene proyectos comunes con otras naciones. Desde los que sufren los Estados español y francés: los compañeros corsos, bretones y sardos aquí presentes, así como los gallegos, aragoneses y los países catalanes.
Por cierto, a nuestros compañeros de ERC, nuestro partido hermano y que están aquí junto a nosotros, Zorionak, Felicitats!
Nos sentimos orgullosos de vosotros. Y como le transmití en la noche electoral a vuestro Secretario General, Carod Rovira, nosotros, EA, también hemos ganado.
Hemos trabajado y vamos a continuar haciéndolo con un nuevo instrumento, un partido político europeo, al mismo nivel que los otros cuatro grandes partidos. Para conseguir un proyecto de Unión Europea donde Euskadi tenga el lugar que le corresponde como Estado independiente y puede, al mismo nivel que los demás, decidir su futuro y el del resto de los pueblos de la Unión Europea, solidariamente.
Pero también, más allá de las fronteras europeas, hemos trabajado y no se nos olvidará nunca continuar haciéndolo: pueblo saharaui, timorense, y un largo etcétera por la defensa de los derechos humanos y nacionales. Tanto en foros bilaterales como multilaterales, como por ejemplo el Foro Social de Porto Alegre.
La defensa de nuestros derechos implica, necesariamente, la defensa de los de los demás, pues bueno que queremos para nosotros, también lo deseamos para otros.
En conclusión, un trabajo de cuatro años, de todos nosotros, de coherencia, firmeza y con resultados en este período de enorme dureza.
Fuente: Begoña Errazti