En la apertura de la jornada Bake Bidean, en el campus universitario de Leioa, el consejero cree imprescindible la mirada ética para abordar el problema El consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco, Joseba Azkarraga, ha afirmado que nos encontramos en una situación crucial para nuestro futuro, donde la reflexión política y un diálogo sin exclusiones son más necesarios que nunca para la obtención de acuerdos que nos acerquen a la ansiada paz y normalización política de nuestro pueblo.
En su intervención de apertura de la jornada Bake Bidean, organizada por Leizaola Elkartea en el salón de actos del campus universitario de Leioa, Azkarraga aseguró que combinar los principios éticos básicos con la necesaria adaptación a la realidad compleja, dinámica y cambiante es el reto que debemos afrontar para la resolución de cualquier problema y, por supuesto, del de la pacificación y la normalización política en Euskadi. Sólo un elemento debe permanecer inalterable: el aliento ético que debe inspirar e impregnar todas nuestras reflexiones. La mirada ética es imprescindible para abordar el problema de la Paz y los Derechos Humanos, sentenció. Una paz que, según aseguró, no es sólamente ausencia de guerra, sino voluntad de construir una convivencia pacífica perdurable, sobre los cimientos de la justicia social, la igualdad y la solidaridad.
El consejero agradeció, en estos tiempos en que es tan frecuente que se promueva la alienación del pensamiento o la búsqueda de la uniformidad de las ideas, especialmente entre la gente joven, todos los esfuerzos dirigidos a sacudir las conciencias, agitar el pensamiento cómodo y fomentar la participación y la implicación de la juventud en la resolución de los problemas sociales y comunitarios. En tal sentido afirmó que jornadas de debate y reflexión como la presente constituyen una encomiable iniciativa y una saludable vacuna contra los intentos de imposición de cualquier tipo de pensamiento único.
Recordó que la Universidad ha sido tradicionalmente la vanguardia del pensamiento libre, el núcleo de resistencia frente a tendencias ideológicas y políticas diversas que han pretendido combatir la libertad.
Azkarraga reiteró su denuncia ante los episodios de coacción y amenaza que han tenido que sufrir algunos profesionales que desempeñan su trabajo en el noble campo de la enseñanza, donde la libertad de cátedra es un bien sagrado y la libertad para expresar ideas debiera ser incuestionable. Todos los estamentos universitarios deben redoblar sus esfuerzos por rechazar este tipo de prácticas contra la libertad individual, reiterando y ratificando que únicamente desde el ejercicio libre del pensamiento, desde el respeto y la tolerancia es posible la convivencia, sentenció.
Asimismo, manifestó que es preciso también que la Universidad siga siendo la punta de lanza en la defensa de los derechos y las libertades cívicas y colectivas. Es indispensable que el mundo universitario sea especialmente vigilante respecto a los ataques contra principios esenciales de la democracia, de un verdadero sistema democrático. Así, defendió que el pensamiento universitario no puede tomar asiento y mostrarse indiferente ante el recorte de libertades tan primordiales como la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, la libertad de opción y acción política, la igualdad ante la ley, la no discriminación por razones de raza, sexo o religión, el derecho a una vida digna.
Azkarraga calificó de auténtica necesidad acercar el debate sobre la Paz y los Derechos Humanos a la juventud vasca fomentando su participación en el mismo, al tiempo que manifestaba que la reflexión sobre el conflicto vasco, sobre la situación de violencia que sufrimos y sobre la necesidad del respeto de todos los derechos humanos, individuales y colectivos, para todos, en todo lugar, sin exclusión ni excepción, no puede agotarse, ni debe resultar repetitiva.
Fuente: Joseba Azkarraga