Unai Ziarreta Bilbao, Secretario General de Eusko Alkartasuna El pasado mes de febrero, desde Eusko Alkartasuna votamos “no” a la mal llamada Constitución Europea, un texto en el que los vascos no hemos podido intervenir, un texto que niega la realidad nacional y política de Euskal Herria, que niega la posibilidad de utilizar el euskera ante la administración, y que supone un retroceso en las conquistas sociales logradas en los últimos años.
Somos independentistas, sin ambages y sin complejos, creemos en la independencia basada en la ciudadanía y en la cultura, la independencia del futuro, moderna y progresista del siglo XXI. Por ello nosotros, en el proceso de cesión de competencias a favor de un ente supraestatal que constituye el proceso de construcción europea, queremos ser, dentro de la Unión Europea, tan poco independientes como Luxemburgo, Portugal o España. Presentamos un proyecto claro al conjunto de la sociedad: La República vasca en Europa. Y el primer paso para acercarnos al ideal lo tenemos el próximo 17 de abril.
Oportunidad histórica.
Nos encontramos en un momento histórico, ante una oportunidad que no podemos desaprovechar. La mayoría política, social y sindical de esta tierra ha decidido avanzar en clave de soberanía, en un proceso iniciado, es bueno recordarlo, por el primer Gobierno vasco liderado por Carlos Garaikoetxea tras la dictadura franquista. Comenzaba así, en medio de un enorme ruido de sables y alzamientos, la reconstrucción de un pueblo en grave riesgo de pérdida de sus señas de identidad, con unas tasas enormes de desempleo y que iba perdiendo capacidad y competitividad en relación con los países europeos.
Comenzado este proceso de recuperación, y cuando parecía que este país iniciaba la senda hacia su mayoría de edad, intereses partidistas frenaron el proceso de desarrollo soberanista de Euskal Herria, parón que motivo la salida, por coherencia, de Garaikoetxea y su equipo del Gobierno y el nacimiento de un nuevo proyecto político y social para Euskal Herria: Eusko Alkartasuna
Tras años de ralentización en el proceso de construcción nacional, años limitados a la mera gestión, en 2001 Eusko Alkartasuna logra, por primera vez en la historia, que en el programa del Gobierno vasco se establezca como elemento fundamental el derecho del Pueblo Vasco a decidir su futuro.
La propuesta del Parlamento vasco. Claves
Fruto de este esfuerzo continuado ha sido la aprobación, el pasado 30 de diciembre de 2004, por mayoría absoluta del Parlamento vasco, de una propuesta de nuevo marco de relación con el Estado español, en la cual se reconocen principios que para nosotros son claves:
1.- Que Euskal Herria es una nación con identidad propia en Europa, integrada por siete territorios.
2.- Que Euskal Herria tiene derecho a decidir su futuro, esto es, a decidir en cada momento cual quiere que sea su relación con los estados español y francés
3.- El tercer principio es más bien una necesidad, la de establecer garantías jurídicas que impidan que el estado español pueda saltarse lo pactado cuando le venga en gana, como viene sucediendo durante toda la vigencia del Estatuto de Gernika.
Si algo queda claro, por nuestra experiencia como pueblo estos últimos años, es que mayores cotas de soberanía suponen mayores cotas de calidad de vida para el conjunto de la sociedad.
Además, estamos ante una propuesta en la que todos los agentes que han querido participar en el proceso, lo han hecho. El PP y el PSOE, conscientemente, pues sabían que estaban y están en minoría, no han querido participar, para luego intentar manchar el proceso alegando curiosamente su no participación. En todo caso, quedan las puertas abiertas para cualquier tipo de participación futura, siempre que se respeten las reglas del juego.
El rechazo del Estado. La solución unilateral
El vergonzoso rechazo por parte del Congreso de los Diputados en Madrid, sin siquiera permitir el inicio de un proceso de negociación, provocó la inexorable decisión de convocar elecciones, de preguntar al Pueblo para que la propia sociedad vasca dijera alto y claro cómo quiere organizarse, y para qué.
El 17 de abril, los ciudadanos tienen que elegir si quieren decidir por sí mismos y avanzar en claves de paz definitiva y calidad de vida, optando por la propuesta que realizamos desde la coalición Eusko Alkartasuna-PNV; o si por el contrario prefieren que las decisiones se tomen en Madrid, que las tomen Rajoy o Zapatero, de la mano de esa otra coalición, la conformada por PP-PSOE.
Creemos sinceramente que existe un camino, una solución, que pasa porque se permita al pueblo vasco decidir sobre su futuro. Ésta es la solución al conflicto histórico y político de este pueblo. No vamos a permitir que la violencia se instale definitivamente en nuestras vidas, no vamos a permitir que la calidad de vida de la ciudadanía se resienta, ni vamos a permitir que Madrid decida por nosotros.
El Estado español debe ser consciente de la siguiente reflexión, que ha calado en nuestra sociedad, y es: que nosotros hemos debatido, que vamos a someter a consulta el resultado de ese debate, y que va a tener que negociar con nosotros. Si insiste en su negativa, y no puedo dejar de referirme a la doctrina constitucional de la corte suprema de Canadá, el propio estado estaría legitimando una salida unilateral.
Fuente: Unai Ziarreta