“Hace unos días José Luis Alli decía que todo el asunto de la Fundación Humanismo y Democracia estaba siendo una caza de brujas en la que él era el objetivo principal. Y aunque este señor y su gestión no cuenten en absoluto con nuestra aprobación, su crítica tiene una base real en este caso. El Gobierno de Navarra, en la medida en que designa a los altos cargos de la Administración, es también responsable de su gestión, máxime cuando, como es el caso, la valora tan extraordinariamente que hace tan solo un año aumentó el salario del señor Alli en un 60 %” critica Eusko Alkartasuna.
Desde que saltara la polémica en torno a las supuestas irregularidades en las subvenciones a la Fundación Humanismo y Democracia, han sido continuas las contradicciones, cruces de declaraciones y acusaciones mutuas entre responsables del Gobierno y altos cargos nombrados por el propio consejero.
“Primero el Señor Palacios defendía a quienes se veían salpicados por la trama (claro está, José Luis Alli o Ricardo de León), después les ha atacado tildándoles de mentirosos, rencorosos … pretende así, claro está, impedir que la polémica alcance al gobierno, dando a entender que los señores Alli y De León, actuaron motu propio, una versión poco creíble tratándose de personas designadas por el propio Ejecutivo. Y en el remoto caso de que así fuera, deja en evidencia tal descontrol e incapacidad que cuestiona al propio consejero y al resto de miembros del gobierno”, afirma EA.
“Nadie se sorprende a estas alturas por la resistencia del señor Palacios a asumir responsabilidades, una persona cuestionada reiteradamente por el propio Parlamento por su deficiente gestión en los sucesivos Departamentos por los que ha pasado”, recuerda EA.
“El Gobierno de UPN no puede pretender zafarse de la gestión del señor Alli cuando, hace poco más de un año, el propio presidente del Gobierno, Miguel Sanz, comparecía a petición de la oposición en el Parlamento de Navarra para dar explicaciones ante la desmesurada subida salarial a José Luis Alli en su puesto como Director General de Bienestar Social. En concreto, se decidió ‘premiar’ al señor Alli con una retribución de 85.200 euros.
Aquel 9 de junio de 2004, en la Cámara, Sanz afirmó entre otras muchas cosas y todo tipo de buenos calificativos hacia su entonces protegido señor Alli: (y son palabras textuales a disposición de cualquiera en el BON) “entendimos que la persona adecuada para ese puesto era José Luis Alli, que tenía un currículum extraordinario, que acreditaba una experiencia….tengo que decirles que las previsiones y resultados de esta elección y el trabajo desarrollado por el nombrado Jose Luis Alli ha respondido a las expectativas… el Gobierno entiende que su perfil es el adecuado, alguno puede pensar lo contrario, pero quien tiene que adoptar las decisiones es el Gobierno y, lo siento señorías, tiempo tendrán de ello si algún día están en el Gobierno.. pero la responsabilidad es del Gobierno y la asumimos con todas las consecuencias”
Y si las decisiones entonces correspondía adoptarlas al gobierno, ahora toca asumir las responsabilidades. En una entrevista reciente en un medio de comunicación navarro, el señor Sanz enmarcaba las acusaciones del señor Alli en el rencor y el despecho hacia los compañeros, un cambio de tornas sorprendente por parte de quien hace unos meses defendiera personalmente y con tal convicción y contundencia a esta persona ante el resto de grupos parlamentarios.
“Hoy mismo se hacía público un estudio encargado por la Cámara de Comptos en el que se afirmaba que el 41 % de los navarros cree que existe un nivel alto de corrupción en las instituciones forales. Un dato preocupante, y casos como los que se están investigando ahora en el parlamento y actitudes como las que se están observando en relación con los casos de Egües y Humanimos y Democracia solo contribuyen a afianzar la mala impresión y la desconfianza de la ciudadanía en el funcionamiento de las instituciones”, dice EA.
“Los señores de UPN, que con tal oportunismo apela a la estabilidad institucional para tratar de atar de pies y manos la iniciativa de la oposición son en este momento los que están originando mayor descrédito en torno a las instituciones, y dando una sensación generalizada de falta de transparencia y de descontrol absolutamente nefasto. Hay que recordar que no estamos hablando de cargos humildes, sino de altos directivos nombrados por el gobierno, y en los que éste depositaba toda su confianza. No vale ahora filtrar información con el fin de dirigir toda la turbia trama hacia personas concretas tratando de excluir al conjunto del gobierno de su responsabilidad”, concluye.
Fuente: Eusko Alkartasuna