En una conferencia pronunciada en la Facultad de Derecho de la Autónoma de Barcelona El consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga (EA), calificó como muy delicado el momento político en Euskadi, y apostilló que existen razones suficientes para dudar de si el final dialogado a la violencia y la normalización política van a poder encontrar un cauce de desarrollo a medio plazo. Esa sombría perspectiva fue puesta de manifiesto por Azkarraga durante una conferencia que impartió en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Barcelona. La presentación de la charla corrió a cargo de Carlos Jiménez Villarejo, ex fiscal jefe anticorrupción.
En palabras del consejero, la incertidumbre ha sustituido a la esperanza que abrigamos en marzo de 2006, cuando ETA anunció el alto el fuego permanente. Para Azkarraga, tras un tiempo de gran ilusión, nos encontramos ante el momento más difícil y delicado de este proceso.
Tras criticar con dureza la actitud inmovilista, totalitaria y ciega de ETA, que se obstina en tutelar la vida política vasca y que defiende la validez de los métodos violentos, Azkarraga lamentó que, a día de hoy, Batasuna continúe supeditada a los dictados de la banda terrorista. Así, dijo que desgraciadamente, no hemos oído hasta hoy voces en la dirección o en la militancia de Batasuna que censure esa tutela. Quien quiere actuar en política debe depender de sus propias fuerzas y no ampararse en la amenaza de quien tiene las ar-mas.
En su opinión, la ausencia de la necesaria autocrítica y el escaso coraje que demuestra la izquierda radical le incapacitan para hacer política dentro del marco democrático. Por todo ello, el titular de Justicia consideró que a Batasuna se le está agotando la credibilidad derivada del anuncio de la propuesta de Anoeta, en noviembre de 2004.
pasividad Tampoco se olvidó Azkarraga del Gobierno socialista, cuya pasividad alarmante y falta de gestos denunció. No critico una necesaria prudencia -continuó-; lo que lamento es que ésta se confundiera con una absoluta inacción. A su juicio, las buenas palabras de Zapatero estuvieron huérfanas de gestos, absolutamente necesarios para generar confianza. Azkarraga también censuró la estrategia furibunda y guerracivilista del PP y el papel de la Judicatura, boicoteando abiertamente cualquier solución dialogada.
A pesar de las dificultades, el consejero y miembro de Consejo Político del Ejecutivo de Gasteiz defendió que la vía del diálogo es la única que puede solucionar el denominado conflicto vasco. Habrá que buscar un nuevo punto de arranque -confesó-, pero no podrá nacer de las amenazas formuladas por ETA.
Deia
Fuente: Joseba Azkarraga