Convocar elecciones tras la consulta dejará claro que hay una mayoritaria abertzale El lehendakari Carlos Garaikoetxea afirmó ayer que el Gobierno español, el Partido Socialista y el PP rechazan la consulta propuesta en la hoja de ruta de Ibarretxe por temor a que una mayoría de vascos proclame el derecho de Euskadi a decidir su futuro, ´ y para evitarlo se rechaza el derecho a la consulta y se desdeña la oferta a la negociación´. En su comparecencia, Garaikoetxea auguró un aumento de la presión
democrática y la resistencia cívica en demanda del derecho a la autodeterminación del pueblo vasco en el caso de que el Estado español impida la consulta, y en el supuesto de que ´como viene ocurriendo en todas las elecciones desde 1980 el veredicto ciudadano´ respalde una mayoría nacional vasca. Además añadió una particularidad a su vaticinio: ´además de la presión democrática y la resistencia cívica en el Estado, se intensificará el planteamiento en instancias internacionales´.
Garaikoetxea inauguró ayer en el Palacio Euskalduna de Bilbao las jornadas Euskadi munduan. Reflexiones de tres lehendakaris organizadas por la Fundación Sabino Arana, que tendrán continuidad los próximos 23 de octubre y 7 de noviembre con las conferencias de José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe, respectivamente. Las jornadas persiguen dar respuestas al papel que juega Euskadi en el mundo a través de tres protagonistas destacados de su reciente historia.
Garaikoetxea comenzó su intervención reivindicando la existencia de Euskadi y de las señas de identidad vascas ante las voces que cada vez con más eco preconizan que el pueblo vasco ´es una quimera, una entelequia o, como ha dicho recientemente el anterior presidente del Gobierno español, un proyecto fantasmagórico´. A su juicio, nunca como en el momento presente ha sido ´tan feroz´ la negación de Euskal Herria desde diferentes instancias del Estado.
Tras desgranar los ataques que, a su juicio, ha recibido la nación y las señas de identidad vascas en el curso de la historia, incluida la partición territorial, Garaikoetxea se refirió a la necesidad de alcanzar pactos, pero precisó que ´en este país se mitifica en exceso el pactismo como solución tradicional del país, pero la realidad es que aquí el pacto entre iguales no ha existido casi nunca. Al hilo de este comentario se refirió al Estatuto de Gernika aprobado hace treinta años y confesó que de haber previsto la ´progresiva degradación´ a la que han sometido los diferentes Gobiernos españoles a través de leyes de base o los ´flagrantes incumplimientos´ en la atribución de competencias en él previstas, ´difícilmente lo habría aprobado en sus actuales términos´.
En este sentido, el lehendakari agregó que no es posible destejer el entramado de las leyes básicas que socavan el Estatuto vasco y, además, abogó por ´no bramar inútilmente por competencias estatutarias pendientes de ser transferidas´. En base a ello, defendió el llamado Plan Ibarretxe, aprobado por el Parlamento vasco y ni siquiera debatido por el Congreso de los Diputados a instancias del PSOE. También hizo una defensa de la hoja de ruta presentada por el lehendakari, cuyo primer paso emplaza al Gobierno español a una negociación para alcanzar un acuerdo. A este respecto, se mostró poco optimista ante el ´rechazo rotundo y a veces insultante´ por parte de Zapatero y su ejecutivo. Garaikoetxea señaló que los argumentos legales esgrimidos para su rechazo ´son discutibles y, desde luego, superables si existiese una voluntad política´. En cuanto a la existencia de ETA, y la desigualdad de oportunidades que ello genera, como razón para fustigar la propuesta del lehendakari Ibarretxe, Garaikoetxea señaló que ´el voto secreto en las urnas no ha tenido objeción por la existencia de ETA a la convocatoria de reiteradas elecciones e incluso referéndums, sea la Constitución, el Estatuto, la OTAN y otros comicios´.
unidad abertzale Garaikoetxea pidió a ETA su disolución y la reconversión de la banda armada y su entorno en una opción política operativa con el resto de los partidos abertzales. ´Los crímenes, sencillamente, hacen inviable una unidad de acción, una acumulación de fuerzas nacionales vascas y es una auténtica desgracia que esta gente no se dedique, de una vez por todas, a hacer política en las urnas´, apostilló. En cualquier caso, abogó por ´seguir intentándolo´ y aprender de experiencias pasadas, porque la sociedad vasca ´tiene derecho a decidir un nuevo marco democrático, a defender sus señas de identidad y a estar de forma participativa en Europa´.
También se refirió a la transversalidad identificándola como el ´derecho a veto´ que se reservan el Gobierno español y los partidos constitucionalistas para bloquear las demandas del Gobierno vasco y las fuerzas abertzales.
ENTREVISTA EN ETB
Por otra parte, en una entrevista concedida a ETB, el lehendakari Carlos Garaikoetxea afirmó hoy que la celebración de la consulta fijada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para el 25 de octubre de 2008 depende de la “voluntad política”, aseguró que “hay tiempo para negociar en nueve meses” y consideró que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, “después de negociar en serio”, podría validarla “perfectamente”. Garaikoetxea señaló que una consulta “que no se pretende vinculante”, es “más que discutible que se pueda impedir” e insistió en que su celebración “depende de la voluntad política”.
“Si quisiera Zapatero, después de negociar en serio, porque hay tiempo para negociar en nueve meses, podría validar perfectamente esa consulta y la vinculante también, porque hay un artículo en la Constitución, el 150.2, en el que se dice que incluso facultades que son exclusivas del Estado, se pueden delegar en la comunidad autónoma”, subrayó.
El lehendakari criticó que “no se desea que se produzca la consulta, porque no se desea escuchar la voz del pueblo. “Es así de claro y de aberrante en términos democráticos y va a ser una carrera de obstáculos”, advirtió.
A su juicio, el problema que preocupa en el ámbito política estatal es el nacionalismo. En ese sentido, dijo que, en el caso de la consulta propuesta por Ibarretxe, “lo que preocupa no es el legalismo, que es muy dicutible y que con voluntad política tendría perfecta solución”, sino “que haya una pregunta a la que la sociedad responda mayoritariamente, tal y como se corresponde con los sentimientos de esa sociedad que defiende el derecho a decidir y a la autodeterminación dle pueblo vasco”.
Garaikoetxea insistió en que “ese es el problema de fondo” y añadió que ETA y la violencia “es un drama humano que merece todo el respeto y la consideración propia de semejantes situaciones, pero desde el punto de vista de la razón de Estado, incluso, aunque sea duro decirlo, está sirviendo de coartada para decir al nacionalismo más democrático que se abstenga de reivindicar todo aquello que puede resultar en sintonía con los propios designos de los que ejercer la violencia y para decir que no se puede hacer una consulta existiendo ETA”.
“Una cosa es el problema convivencial que acarrea ETA para las personas que sufren su acoso y otra cosa es que el día de unas elecciones, o de un referéndum, o de una consulta, una persona no pueda depositar en secreto su voto”, subrayó, para denunciar que “eso son coartadas y recursos que la propia ETA proporciona al Estado y que le produce el beneficio de que no pueda haber acumulación de fuerzas nacionalistas, porque algunos somos incompatibles con una estrategia de violencia”.
En ese sentido, señaló que “ante el mundo y la sociedad más doméstica les viene muy bien contaminar todo lo que es una reivindicación legítima en democracia, como es la del derecho de la autodeterminación o la independencia, con el estigma del terrorismo y de la violencia”.
En caso de no celebrarse la consulta, Garaikoetxea señaló que “habrá elecciones y habrá que ir al electorado para que haya un veredicto popular y, a partir de ahí, pasará que se acentúe la presión democrática, la resistencia cívica y pacifica del nacionalismo mayoritario en el país y, si ETA tiene un poco de clarividencia política, que se pueda producir una acumulación de fuerzas nacionalistas”.
ACUMULACION DE FUERZAS
En ese sentido, insistió en que “el hecho de que se despliegue una estrategia violenta impide que haya esa acumulación de fuerzas nacionalistas” y lamentó que se esté en una “espiral de violencia en la que se complementan perfectamente la ceguera de quienes ven que esto conduce a ese desastre de que no puede haber acumulación de fuerzas nacionalistas y la expectativa que algunos queremos mantener viva de una recuperación de un proceso de paz tan pronto como sea posible”.
En su opinión, “si hay un hombre o una mujer de Estado en España y si en el mundo del llamado MNLV se produce una reacción que esté en sintonía con sus propias bases sociales, que yo creo que estén en esa dirección mayoritariamente, hay que tener esperanza de que el proceso puede revivir con unas garantías adicionales que la experiencia pasada recomienda”.
“La sociedad lo exige y, antes que tarde, eso tiene que producirse, aunque el lenguaje oficialista al uso, especialmente en estas circunstancias políticas electorales, anuncie lo contrario y una nueva actividad de ETA nos haga ser, en principio, pesimistas, yo creo que eso es inevitable y la sociedad lo va a exigir”, concluyó.
Fuente: Carlos Garaikoetxea