Martin Aranburu, el cabeza de lista de EA al Congreso por Bizkaia, se marca como objetivo romper la tendencia descendente en las elecciones generales.
Pregunta. Con cuatro legislaturas sin diputado por Bizkaia, y encima ahora con uno menos para repartirse entre todos los partidos, ¿es la suya una tarea imposible? Respuesta. El objetivo de EA es mantener el diputado por Guipúzcoa y luego invertir la curva y empezar a crecer en votos. Esperamos crecer, pero no sabemos dónde va a estar el límite. P. Quedan lejos aquellos 43.000 votos logrados en 1989 en Bizkaia, frente a los 29.000 de hace cuatro años. R. Sí, pero la historia de este país y de los partidos es cíclica. Se sube y se baja. El pasado no se puede cambiar, hay que plantearse qué hacer para invertir esa curva. Queremos dar otra imagen y calar en ese sector que es claramente independentista pero que no comparte las ideas de Batasuna y que en materia social se sitúa a la izquierda. P. ¿Ve positiva la ruptura de las coaliciones con el PNV? R. Han sido un lastre. En mi partido hay muchos que opinan lo contrario, pero yo siempre he defendido que la coalición no era buena. Es difícil hacer creer a la sociedad en un proyecto cuando va unido a otro, sea el que sea. Eso lo hemos pagado. No hemos sido realmente creíbles para mucha gente. Ha sido una de las razones por las que no hemos podido evitar la curva de descenso en Bizkaia. P. ¿La abstención pedida por la izquierda abertzale beneficia especialmente a EA? R. He aprendido que de la izquierda abertzale no nos vienen votos. Cuando no votan al proyecto que presentan, optan por votar más al PNV que a nosotros. He pensado lo contrario durante estos años, pero tengo que reconocer que es así. Pero si hay una parte del electorado que pensaba abstenerse, quizás ahora, por no verse encuadrada en ese discurso de Batasuna, igual se ve en la obligación de votar a alguien. En eso quizá sí nos puede venir algún voto. P. El PSE y el PP se definen en esta campaña como el voto útil; el PNV, como la voz que defiende a los vascos. ¿Y cómo se presenta EA? R. Queremos ser la voz de un tipo de electorado muy específico: los que creen que la independencia sería beneficiosa para este país y quieren gestionar los problemas desde la izquierda. P. Ser alguien poco conocido, ¿ayuda o perjudica? R. La mayoría de la gente piensa en lo que se dice, más que en la cara de quien lo dice. Pero, seguramente, con un carisma reconocido en el país sería más fácil. P. Su presidente, Unai Ziarreta, ha dicho que sería peor que ganase el PP. R. Yo me alegré muchísimo cuando ganó Zapatero. Pensé que podría ser el Tony Blair. Creo que se nos hace elegir, como vasco y respetando lo que se vote en el Estado, entre lo malo y lo malísimo. Y seguramente te quedas con lo malo. P. Dibújeme una estampa ideal, pero realista, para el 10 de marzo. R. Nosotros, mantener Gipuzkoa y una subida sorpresiva en Bizkaia y Araba. Y para el Gobierno central, que el PSOE sea el más votado pero no pueda llegar a acuerdos con Convergencia y el PNV y le fuera absolutamente indispensable el pacto con EA.
Jatorria: Martin Aranburu