El Secretario General de Eusko Alkartasuna y Consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, ha inaugurado hoy, en Buenos Aires (Argentina), un Seminario sobre Derechos Humanos organizado por la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y el propio Departamento del Gobierno Vasco.
En su intervención, Azkarraga se ha referido a la feroz represión que padeció el pueblo argentino durante la dictadura militar entre 1976 y 1983, y ha elogiado la encomiable lucha que durante los últimos 30 años vienen manteniendo las abuelas de plaza de mayo en defensa de la vida, la libertad, y la identidad de los desaparecidos. Las personas a las que se hacía desaparecer, que eran torturadas y asesinadas y recluidas en centros de detención -verdaderos campos de concentración- tuvieron, además, que padecer que sus hijos fueran secuestrados y entregados a familiares afectos al nuevo régimen de terror entonces instaurado, ha señalado.
La dictadura y la brutal represión cívico-militar tuvieron aquí, entre otras expresiones dramáticas y de extrema crueldad, la sistemática usurpación de criaturas recién nacidas, ha añadido Azkarraga.
El consejero de Justicia ha manifestado que la lucha por los derechos humanos no debe tener fin, porque en un mundo globalizado en que el capital y las tendencias políticas y económicas neoconservadoras pretenden instaurar una vez más la ley del más fuerte, en un mundo en que los más ricos pretenden serlo aún más sobre las espaldas de las mayorías empobrecidas, los derechos humanos representan el baluarte de la esperanza por un mundo mejor, y ha añadido que sin verdad no hay justicia y sin justicia el futuro es incierto y nos acabará devolviendo aquellos lastres que quedaron en el camino.
Joseba Azkarraga ha lamentado que el carácter universal de la lucha contra la impunidad y la reivindicación de la verdad y la justicia apenas haya encontrado eco en el derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. En este sentido, ha recordado que especialmente en Latinoamérica, en la década de los años 70 y 80, se reivindicaban el silencio y el olvido en definitiva la impunidad- como precios inevitables para detener la represión y posibilitar la transición desde regímenes dictatoriales.
A pesar de ello, y gracias a la lucha de miles de personas anónimas, en el contexto internacional empieza a ser mayoritaria la reivindicación de que algunos crímenes, como los de Argentina, no pueden quedar impunes. Debe haber, como mínimo, una verdad que posibilite la memoria y que dé paso a algún tipo de justicia como garantía de no repetición, ha señalado Azkarraga.
Y eso es algo que también en mi país, en Euskadi, venimos reivindicando frente a una política del olvido y punto final que algunos pretendieron vender como transición modélica. Porque el olvido sin verdad y sin justicia es terreno pantanoso donde la democracia real no la formal- no fragua ni enraíza, ha apuntado el consejero.
Joseba Azkarraga ha declarado al finalizar su intervención que el Gobierno Vasco ha impulsado políticas públicas de recuperación de la memoria histórica. Su lucha desde tierras argentinas, como ven, nos une en el empeño de tantos que, enfrentados a realidades históricas diferentes, encontramos en el tronco de los derechos humanos una casa común.
Fuente: Joseba Azkarraga