El objetivo es lograr la normalización política y la paz por medios exclusivamente políticos y pacíficos
La Asamblea Nacional de Eusko Alkartasuna, reunida el pasado jueves en Gasteiz, aprobó una propuesta de resolución en la que se compromete a promover “la agrupación de las fuerzas políticas, sindicales y sociales que estén a favor del soberanismo independentista para constituir el espacio socio-político esencial que dé respuesta a la normalización política y contribuya a la pacificación de Euskal Herria, sobre la base de vías políticas y pacíficas”.
En el transcurso de la asamblea se constató que los partidos de adscripción española (PSOE, PP, UPN y UPyD) tienen como objetivo claro “arrinconar al conjunto del movimiento soberanista”, una postura que se alimenta de la falacia de que “todo lo que huele a vasco es ETA. Una postura que nos llevará en el futuro a tener que renunciar, tal y como públicamente lo han solicitado en más de una ocasión, a aspiraciones totalmente legítimas y que son el sentido de la existencia de Eusko Alkartasuna, como es la independencia de Euskal Herria”.
“Está claro que desde Madrid o París no vamos a obtener nunca respuesta a nuestras aspiraciones como abertzales. Para ellos no somos más que una región dentro de cada Estado, y como tal nos van a reconocer como máximo los derechos que a una región le competen”.
El Estado francés está redoblando sus políticas centralistas con la intención clara de que la realidad vasca se vaya diluyendo, una apuesta tan hostil con todo lo que significa que Ipar Euskal Herria pueda tener su departamento propio, que incluso electos y responsables políticos del PSF se han posicionado en contra.
En el caso español la estrategia es otra. Tras el acuerdo de Lizarra-Garazi se percataron de que podía haber una mayoría social que apostase por avanzar más allá del Estatuto de Gernika, por lo que se encendieron las luces rojas del Estado.
Y así, tras el fracaso en el intento de alcanzar Ajuria Enea en 2001, los aparatos del Estado tuvieron que cambiar las “reglas del juego” y aprobaron la Ley de Partidos, que junto con los argumentos que ofrece ETA lograron que una parte de la sociedad vasca no esté representada en el Parlamento Vasco y así crear una “mayoría artificial, que no social” y conseguir el control de las instituciones vascas.
De esta forma la estrategia del Estado y de los partidos de adscripción española está muy clara: “mantener el actual statu quo que impida dar pasos adelante en materia de normalización política”.
Por ello, la apuesta de futuro de Eusko Alkartasuna tiene que ser la obtención de una mayoría abertzale que apueste por la superación del marco actual, por lo que se realizará un máximo esfuerzo para que todas las fuerzas abertzales y también todas las fuerzas de izquierda que estén a favor del derecho de autodeterminación confluyan en su espacio de profundización de la democracia y de avance en la soberanía real de nuestro pueblo.
Fuente: Eusko Alkartasuna