Pello Urizar afirma que ha llegado el momento de demostrar que los soberanistas, los independentistas, somos capaces de trabajar juntos para conseguir un nuevo marco político vasco. A continuación, su intervención completa de hoy en el Alkartetxe de Gasteiz:
Comparece hoy una amplia representación de la Ejecutiva Nacional para anunciar de manera oficial que Eusko Alkartasuna muestra su adhesión al Aberri Eguna convocado por la plataforma Independentistak. La decisión ha sido tomada por la Ejecutiva Nacional que comparece hoy y refrendada por nuestra Asamblea Nacional.
Hemos hecho un llamamiento a nuestra militancia y base social para que acudan a las marchas que se realizaran en Hendaia e Irun y la respuesta está siendo francamente positiva. Además de participar en la iniciativa organizada por Independentistak, Eusko Alkartasuna realizará un acto propio consistente en la tradicional comida de hermandad, que este se celebrará en el frontón Madalensoro de Oiartzun.
La ilusión que hemos detectado en la militancia de Eusko Alkartasuna por la posibilidad real de celebrar un Aberri Eguna conjunto, creemos que se puede trasladar al conjunto del colectivo abertzale, que hace mucho tiempo que demanda trabajo en común a las formaciones soberanistas.
El trabajo en común es difícil, porque implica recuperar confianzas quebradas en más de una ocasión, superar desconfianzas y aparcar intereses partidistas, pero es posible y merece la pena intentarlo para superar la situación de conflicto que sufre Euskal Herria desde hace tantos años. Por eso, esta oportunidad que brinda Independentistak, un movimiento creado y surgido al margen del juego de los partidos, plural y respetuoso con el conjunto de los proyectos políticos soberanistas es una magnífica oportunidad para escenificar la unidad de acción que Eusko Alkartasuna quiere demostrar que no sólo es deseable, sino también posible.
No es ningún secreto que la base social soberanista demanda respuestas a la situación política del país, con más insistencia si cabe, desde las elecciones autonómicas del pasado año. Y esto es así tanto por la preocupación que crea la exclusión de una parte del electorado, como, sobre todo, por la constatación de que se ha consolidado un Gobierno vasco ajeno y contrario a la voluntad mayoritaria de la ciudadanía.
Así, el unionismo lleva un año en Ajuria Enea, y muchos años ya en Nafarroa, lo que ha supuesto una “clara involución para el autogobierno de nuestro pueblo”. Basta señalar cómo el Ejecutivo de Gasteiz no edifica un sistema educativo que garantice un verdadero conocimiento y uso del euskera o la política de símbolos a la que se dedica exclusivamente Patxi López (Colocación de la bandera española, mapa del tiempo, etc) cuyo único objetivo es reivindicar la españonalidad de un Pueblo que sólo se siente vasco.
El hecho cierto es que los representantes unionistas son capaces de unirse quizá no tanto para desarrollar un proyecto político como para hacerse con el poder; que en Euskal Herria son capaces de superar barreras que les impiden el más mínimo acercamiento en cualquier otro lugar del Estado español. Mientras, las fuerzas abertzales hemos perdido años en mutuos reproches y con el obstáculo, insalvable para Eusko Alkartasuna, de la violencia.
Cuando después de años de desacuerdos, los partidos soberanistas hemos conseguido el acuerdo sobre un tema fundamental para Eusko Alkartasuna, como es la renuncia total a la violencia para conseguir objetivos políticos y la apuesta decidida por las vías democráticas y civiles para caminar hacia la independencia, no podemos desaprovecharlo y tenemos que seguir trabajando. Esto significa un paso delante enorme en el camino a la pacificación de Euskal Herria. Significa que ya nadie justifica la violencia como arma política y por lo tanto, que estamos mucho más cerca de verla desaparecer.
No obstante, ETA continúa en su estrategia violenta, y desoye los emplazamientos que se le hace desde todo el abanico político para que se “aparte”,y deje de erigirse en un agente político, cuando no lo es. El uso de la violencia JAMAS va a ser el camino para lograr la independencia de Euskal Herria. La máxima de Eusko Alkartasuna ha sido, es y será el garantizar “TODOS LOS DERECHOS PARA TODAS LAS PERSONAS Y TODOS LOS PUEBLOS”.
Cumplida dicha máxima por parte de todos los soberanistas, es el camino para intentar la colaboración, la puesta en marcha de un movimiento soberanista plural y no violento que nos permita establecer una estrategia completa para dar pasos adelante hacia una idea que, estamos convencidos, tiene un apoyo mayoritario entre la población vasca.
De igual manera que creemos que este apoyo es más mayoritario desde que se ha reafirmado la renuncia a la violencia, estamos seguros de que el movimiento soberanistas crecerá en apoyos si somos capaces de ofrecer una alternativa común. Eusko Alkartasuna se ratifica que no sólo se dan las circunstancias para celebrar un Aberri Eguna conjunto, sino que, además, es lo que demanda la base social soberanista y es el momento más adecuado para demostrar que los soberanistas, los independentistas, somos capaces de trabajar juntos para conseguir un nuevo marco político vasco.
Precisamente es esta unión de fuerzas lo que teme el Partido Socialista, y por ende también el Partido Popular; un movimiento de fuerzas soberanistas, perfectamente legítimo, plural y no violento echaría por tierra toda la estrategia del Estado español, que, con una vuelta de tuerca más a la aberración que ya cometió cuando diseñó “ad hoc” la ley de partidos, pretende ahora ir más allá y criminalizar el pensamiento.
El estado está demostrando que está dispuesto a hacer todo lo que está en sus manos para que no se pueda conseguir la unión de fuerzas a la que apelamos, por ello debemos revelarnos contra ello, y, aprovecharemos el día del Aberri Eguna para ello. Hacemos un llamamiento desde aquí para que el próximo 4 de abril las calles de Irun y Hendaia alcen la voz contra esta nueva reforma, e invitamos al resto de agentes sociales y sindicales, partidos políticos y personas individuales que se sumen a esta denuncia y reivindicación de nuestro pueblo.
Fuente: Eusko Alkartasuna