Eusko Alkartasuna, Izquierda Abertzale y Alternatiba comparecen ante los medios de comunicación para valorar el cambio de la Constitución.
En opinión de la Izquierda Abertzale, Eusko Alkartasuna y Alternatiba, la reforma de la Constitución española impulsada por el PSOE y el PP no es más que un reflejo más de la profunda crisis de sistema en la que esta inmerso el Estado español. La lacerante crisis económica que padece -entre otros, el Estado español- no termina de ocultar la tremenda crisis política, la crisis de modelo de Estado, que éste sufre. El Estado español es a día de hoy incapaz de garantizar derechos a la clase trabajadora, es incapaz de ofrecer soluciones a la ciudadanía que no reclama más que democracia y por supuesto, es incapaz de ofrecer alternativa alguna a las naciones que en él permanecemos cautivas, despojadas de los derechos que nos corresponden.
Tenemos frente a frente a un Estado español inmerso en una profunda crisis de modelo, una crisis institucional, democrática y económica. Un Estado que solo ha hecho frente a esta crisis recortando aún más derechos y libertades y que ha situado la carga y responsabilidad de la crisis económica sobre la clase trabajadora.
Ahora PSOE y PP plantean reformar la Constitución. En apenas dos semanas los dos principales partidos políticos del Estado, sin intentar llegar a un mínimo acuerdo con otras fuerzas políticas y por supuesto, sin ni siquiera consultar a la ciudadanía, van a cambiar ese tótem intocable e inalterable, símbolo del secuestro de la voluntad y del derecho a decidir su futuro de la ciudadanía vasca. Así, por la dictadura de los mercados, en dos semanas va a ser alterada esa piedra angular e inamovible de la negación de una verdadera democracia para nuestro pueblo.
Una reforma de la Constitución en torno al déficit publico que supone profundizar aún más en el proceso de desestructuración total del Estado del Bienestar, casi aniquilado ya por las últimas reformas laborales y de pensiones, que conviene recordar, prosperaron todas y cada una de ellas gracias al apoyo del PNV. Esta reforma viene a ser la imposición constitucional del modelo neoliberal. Del mismo modo, mediante esta reforma se limitara aún más la capacidad de las instituciones para desarrollar políticas públicas. Ni que decir de las políticas publicas de las ya condicionadas instituciones de Gasteiz e Iruñea
Así, urge acumular fuerzas para construir un marco vasco de soberanía política y económica total; un marco que permita abordar políticas presupuestarias y fiscales que garanticen un modelo social de reparto justo de la riqueza. Existen en Euskal Herria suficiente condiciones políticas, sociales y económicas para ello.
Urge también crear un marco de democracia real; un marco pleno de derechos y en el que la libre voluntad de la ciudadanía sea el eje sobre el que pivoten las decisiones políticas y económicas. Euskal Herria necesita de una verdadera transición a la democracia.
Euskal Herria vive un momento histórico, estamos a las puertas de una solución definitiva del conflicto político y armado que padecemos desde hace décadas. Este momento exige valentía, este momento exige dejar al margen los intereses partidistas, pensar como pueblo, reivindicar ante Madrid la existencia de esta nación y el consiguiente derecho de las mujeres y hombres de Euskal Herria para decidir libremente su futuro. Es tiempo por tanto de actuar con responsabilidad. No es tiempo de pactar en Madrid, es tiempo de acordar en Euskal Herria para luego poder negociar como Pueblo con Madrid.
La reforma de la Constitución de 1978 que plantean el PSOE y el PP no hace más que dar mayor valor a la propuesta realizada por la Izquierda Abertzale, Eusko Alkartasuna y Alternatiba para conformar una gran alianza de cara a defender como pueblo los derechos que nos corresponden. Es el momento de aunar voces y voluntades para exigir democracia, reconocimiento y derechos.
En este momento histórico tenemos que decir muy alto y claro que, frente al modelo político, económico y cultural español, existe una nación vasca que quiere ser dueña de su destino, que demanda un escenario de paz, reconocimiento y soluciones democráticas, que quiere tener una personalidad institucional propia como nación en Europa, que tiene vocación de ser un Estado en Europa si la ciudadanía así lo decide, que quiere ensamblar su reivindicación nacional con un modelo social basado en las personas, en la justicia y democracia social, en su rebeldía ante la imposición de los mercados.
Es por ello que consideramos que no se puede realizar una defensa del derecho de autodeterminación exclusivamente desde un punto de vista electoral. La defensa de nuestros derechos nacionales exige acudir y actuar en Madrid como pueblo, no cada uno por su lado. La constante negativa del Estado español a las legitimas, democráticas y mayoritarias reivindicaciones del pueblo vasco no puede ser respondida con planteamientos unilaterales y partidistas; el momento exige de una respuesta popular en clave de país.
Es por ello que hoy, una vez más, apelamos al Partido Nacionalista Vasco a que no cierre ninguna puerta al futuro de nuestro país. Le apelamos a la defensa unitaria de nuestros intereses como Pueblo, en lugar de priorizar una candidatura propia para luego hacer cambio de cromos con el inquilino de la Moncloa y ayudarle a que prosperen todas las medidas antisociales que pretenda implantar. Le apelamos a que realice una reflexión generosa y ambiciosa, a abordar la misma con sentido de país y fuera de intereses políticos específicos. La sociedad vasca y el crucial momento político que vivimos, lo exige.
Fuente: Eusko Alkartasuna