Considera el texto presentado esta semana “muy importante por dar oficialidad a una cruda realidad que la sociedad vasca ya conocía”
Eusko Alkartasuna se compromete a trabajar para que el informe sobre la tortura en la CAV desde 1960 a la actualidad sea la base para un proceso de reparación a las víctimas, además de información necesaria para que no se repitan casos tan duros como los relatados en el mismo.
Ikerne Badiola, secretaria de Comunicación de Eusko Alkartasuna, alerta de que “es insostenible que en un país pequeño haya mas de 4.000 personas que han sufrido torturas y que no haya un proceso de reconocimiento de esa práctica y de reparación a las víctimas”. Desde luego, asegura Badiola, “no habrá relato completo de la violencia que ha sufrido Euskal Herria sin tomar en consideración estos casos”.
El informe realizado por el equipo dirigido por el forense Paco Etxeberria debe constituir, según Eusko Alkartasuna, la base de un trabajo que es preciso seguir completando para disponer del relato completo en materia de torturas y que se unirá al relato global de vulneraciones de derechos humanos con trasfondo político en Euskal Herria. Pero “esto no puede quedarse en el relato, debe haber un proceso de reconocimiento oficial de las torturas y reparación a las víctimas”.