Este año también tenemos marcado en nuestra agenda vital el 3 de marzo en Gasteiz. Decir que todos los 3 de marzo en Gasteiz son especiales no es un tópico. Cada doce meses desde aquel trágico 1976, no olvidamos y homenajeamos la lucha y el compromiso de Pedro Mari, Francisco, Romualdo, José, Bienvenido, y también a Vicente y Juan Gabriel. Trabajadores pacíficos asesinados por la Policía de Fraga y Martín Villa en Gasteiz, Basauri y Tarragona, por revindicar una mejora de las condiciones laborales.
Han pasado 48 años y no vamos a negar que las condiciones laborales han mejorado desde entonces. Sin embargo, como ya veníamos alertando algunos desde hace mucho tiempo, Euskadi dista mucho de ser un paraíso tampoco en este asunto. Prácticamente todos los días, algún colectivo se manifiesta por nuestras calles para reivindicar una mejora en sus condiciones laborales. ¿Queda algún sector que no esté tocado?
Hemos escuchado al Lehendakari, Iñigo Urkullu insinuar que EH Bildu es la mano que mece la cuna de la conflictividad laboral y social en los servicios públicos vascos. En el 2022 se registraron más de 340 huelgas, la mitad de las realizadas en el Estado. El dato indica que aquí existe una mayor conciencia colectiva solidaria, que se traduce en una mayor movilización en comparación con otros lugares. Pero decir que la ciudadanía se manifiesta por sus derechos porque EH Bildu, en una conspiración judeo-masónica junto a los sindicatos, les azuza para desgastar al gobierno, es tomar a la gente por idiota. Afirmar algo así es, sobre todo, una bomba de humo para desviar la atención y sacudirse su responsabilidad. Para trama, la de De Miguel y otros altos cargos jeltzales.
Aunque los resultados electorales confirman que la base social de la izquierda soberanista cada vez es más amplia y mayoritaria, es evidente que todos los trabajadores no simpatizan con EH Bildu. Es más, muchas de las personas que se manifiestan por nuestras calles, han de ser obligatoriamente por estadística votantes de otras opciones políticas. A la vista de que afortunadamente ya no se pueden utilizar otros comodines, “la culpa de todo es de EH Bildu” es otro mantra más que no se sostiene con hechos, que cualquier persona, independientemente de su ideología política, puede comprobar en su día a día. No mejorar las condiciones laborales es retroceder. El grueso de la población pierde, por ejemplo, poder adquisitivo por la inflación, y existen miles de empleos y decenas de colectivos precarizados.
Las buenas noticias, no llegan del gobierno de Urkullu tampoco este 3 de marzo en Gasteiz. Vienen una vez más, de la implicación y el empeño popular que tiene la capacidad de accionar a las instituciones. Desde el 15 de febrero está constituida la Fundación Memorial 3 de marzo.
Esperamos que el año que viene comiencen las obras en la iglesia de San Francisco de Zaramaga y que, tras casi 50 años, tengamos en el municipio un lugar físico permanente en el que mantener viva la memoria de Pedro Mari, Francisco, Romualdo, José, Bienvenido, Vicente, Juan Gabriel y de las miles de mujeres y hombres que aquellos días se echaron a las calles para exigir vivir mejor. Una vez más, también este 3 de marzo, exigimos verdad, justicia y reparación para todas las víctimas de todas las violencias.
Antxon Belakortu, exconcejal y coordinador local de EA en Vitoria-Gasteiz.
Aitziber Salazar, concejala y afiliada de Eusko Alkartasuna.