Mikel Irujo, Parlamentario europeo, hace un llamamiento a los Estados Miembros a que incrementen el volumen y mejoren la eficacia de los acuerdos de solidaridad que tienen con los países menos desarrollados económicamente. El año pasado la Unión Europea invirtió 8.600 millones de euros en ayuda al desarrollo, 1.700 millones menos de lo que gastó en 2006. El europarlamentario de EA recalca que es ´bochornoso´ que una institución que se jacte de ser líder mundial en ayuda al desarrollo, no puede dar MENOS dinero cada año, tendría que ser al revés´. Para Irujo está claro que el culpable final de esta ´rebaja´ no es la Comisión Europea, ´que ya hace bastante gestionando el dinero que tiene para invertirlo en tanto proyectos para desarrollo´, el problema, según Irujo, radica en la ´tacañería de los Estados Miembros´. Ante los nuevos desafíos mundiales como la globalización, las pandemias, el cambio climático, las migraciones, etc, los países en desarrollo necesitan un apoyo económico e institucional que la Unión Europea lleva más de un cuarto de siglo prestando, ya que sin ella, no se conseguirían tantos logros en tantos países. Es por ello que para parlamentario y miembro del comité de desarrollo insta a los Estados Miembros a que destinen ´desde ya el famoso 0,7% del PIB a cooperación al desarrollo y ayuda exterior´. Los 27 Estados Miembros han acordado destinar el 0,56% del PIB para 2010, y el 0,7% llegaría en 2015. Aparte de destinar este dinero a desarrollo, Mikel Irujo cree también necesario que se siga potenciando la eficacia de la ayuda y por supuesto perseguir unos resultados prácticos, ya que muchas veces, ´si no se tiene un objetivo claro, toda esta ayuda se dispersa y se evade´. Para Irujo la clave está en que la Comisión, junto con cada uno de los Estados Miembros, elaboren unas políticas europeas conjuntas que favorezcan el desarrollo de terceros países en diferentes ámbitos, como por ejemplo, en materia de salud y educación, agricultura, investigación… ´teniendo siempre un ojo puesto en la fuga de cerebros, éxodo emigración de trabajadores cualificados que afecta gravemente al desarrollo de países necesitados de gente dotada, educada y trabajadora. En el marco de los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio , los países de la UE se comprometieron a destinar, como tarde en 2015 el 0,7% del PIB para ayuda al desarrollo. No obstante, si en 2006 se llegó a un objetivo intermedio del 0,39% de media, en 2007 apenas se llegó a un triste 0, 38%.
Jatorria: Mikel Irujo