Artículo de opinión de Begoña Errazti El próximo domingo día 27 celebramos el Aberri Eguna en un contexto decisivo para el avance político y democrático de nuestro pueblo. Dos semanas después de esta fecha, la sociedad de esa parte fundamental de nuestro país que es la Comunidad Autónoma Vasca participará en unas elecciones en las que la cuestión principal a debate y en juego será el derecho a decidir de nuestro pueblo.
El futuro nos pertenece, como pueblo y como ciudadanos/as, y nadie puede arrebatárnoslo con prejuicios ideológicos, valores constitucionales tergiversados intencionadamente o principios legales ajenos a la voluntad política mayoritaria de la sociedad vasca, que no respetan esta premisa democrática fundamental. Tenemos derecho a decidir nuestra fórmula propia de organización política y las condiciones para nuestro desenvolvimiento como sociedad libre en un marco de convivencia que debe desarrollarse en paz y voluntariamente, sin imposiciones formales ni injerencias externas a la realidad de nuestro país.
Celebramos el Aberri Eguna, por tanto, en un contexto de decisión. Decisión política en las urnas que determinará desde el Parlamento Vasco la conclusión del proceso abierto en el 2001 y visualizado el pasado 30 de diciembre con la aprobación de la Propuesta de nuevo Estatuto Político en el Parlamento de Gasteiz.
Y decisión democrática de la sociedad respecto al marco de organización administrativa y de relaciones que queremos mantener con los Estados francés y español, y entre los territorios de Euskal Herria -Navarra e Iparralde-, hoy divididos en tres ámbitos administrativos distintos, y entre los que necesariamente debemos buscar puntos de encuentro, desde el respeto a la voluntad de sus respectivas ciudadanías.
Nos encontramos, por tanto, a las puertas de un avance histórico en la construcción nacional de nuestro país. Avance que en Eusko Alkartasuna sólo entendemos como proyecto parejo al de la construcción social, basada en el bienestar general y la justicia social. Pretensiones no sólo compatibles sino complementarias, desde nuestra perspectiva socialdemócrata, y que algunos desde sus posiciones centralistas se afanan en presentar como contradictorias, del mismo modo que plantean como excluyentes la condición de pueblo y ciudadano, obviando la vinculación indispensable entre derechos individuales y colectivos.
Aprovecharemos esta fecha de conmemoración también para reivindicar la necesidad de estar representados en Europa en igualdad respecto de los Estados. Además, y como paso previo al objetivo final de EA de constituir una república vasca en la UE, exigimos el reconocimiento de nuestro pueblo en la Unión Europea. Europa la hemos hecho los pueblos y, sin embargo, ahora el Tratado Constitucional ignora nuestra existencia, desvirtuando con ello su diversidad política y cultural.
El Aberri Eguna es siempre un día de confirmación nacional, celebración y reivindicación. Hace dos meses PSOE y PP unieron sus votos para negar en el Congreso de los Diputados nuestra legitimidad para decidir nuestro futuro, y rechazar nuestra soberanía nacional y la voluntad política mayoritaria del Parlamento de Gasteiz. Hoy reafirmamos nuestro compromiso en la exigencia de respeto a esta voluntad democrática y a la decisión de la ciudadanía en una consulta popular que deberá producirse necesariamente esta próxima legislatura.
El del pasado 1 de febrero no ha sido el único acuerdo de PSOE y PP para impedir la materialización de la voluntad soberanista mayoritaria vasca. Ambos son los autores de una ilegalización que en este momento está sirviendo a los intereses de una estrategia perversa del centralismo español, como es la de anular el máximo voto abertzale posible ante la próxima cita electoral, para dar un vuelco a la representación actualmente mayoritaria del Parlamento de Gasteiz. Y a esto se le llama hacer trampas.
Nos encontramos en un momento crucial, decisivo, para el presente y el futuro de nuestro país, y las circunstancias no son más fáciles que hace un año aun a pesar del cambio de gobierno en Madrid. Las palabras vacías del PSOE no sirven para buscar la solución que nuestro pueblo exige. Hace falta valor y voluntad; nosotros, desde EA, como hasta ahora, estamos dispuestos a seguir aportándolos a la sociedad. Y hoy, 27 de marzo, día nacional vasco, ratificamos este compromiso con nuestro pueblo, con la defensa de todos los derechos de la ciudadanía, individuales y colectivos, y con el desarrollo en igualdad de un país en el que creemos firmemente.
Begoña Errazti, Presidenta de Eusko Alkartasuna
Fuente: Begoña Errazti