“No se puede alegar ilegitimidad contra él porque es principio inspirador de las constituciones democráticas”, afirmó La presidenta de Eusko Alkartasuna, Begoña Errazti, defendió esta tarde en la conferencia ofrecida en el Parque Martín Ugalde (Andoain) el ‘principio democrático’ que es el eje central de la ponencia política que se debatirá los días 15 y 16 de diciembre en el VII Congreso que Eusko Alkartasuna celebrará en Donostia.

“Si los estados francés y español siguen negando nuestra existencia, nos colocarán ante la necesidad de apelar a este concepto básico del ‘principio democrático’, y que se basa en la idea de que basta la decisión democrática de una mayoría para, en su caso, impulsar el proceso político correspondiente, incluso para la independencia”. La dirigente de EA resaltó además que “contra este principio no se puede alegar ilegitimidad, puesto que es inspirador de las constituciones democráticas”.

PRIMERA FORMULACIÓN EN EL REINO UNIDO EN 1973

Según expuso Begoña Errazti “este principio tuvo su primera formulación oficial en el Reino Unido en 1973, en relación con Escocia y Gales. Se encargó a una ‘Royal Commision’ integrada por expertos un informe sobre propuestas y cambios ante sus demandas nacionales. Informe a partir del cual se realizó un año después el Libro Blanco sobre ‘Democracia y Devolución de Poderes a Escocia y Gales’ y que concluye que “(…) los mejores jueces son los pueblos mismos, de forma que si un colectivo popular piensa de sí mismo como una nación separada, nada más es necesario para demostrar la existencia de tal nación”.

“Esta consideración sirvió para que el informe comprobase que en el caso de Escocia y Gales se daban esas condiciones. Existía un sentimiento nacional basado en características objetivas, pero fundamentalmente en la autoconciencia y en la voluntad de ser y constituir una Nación. Prolongando el argumento, cuando esa voluntad queda reflejada en un referéndum mayoritario debe ser atendida en aplicación del principio democrático, según la doctrina de la Corte Suprema de Canadá. Ésta estableció que Canadá, en virtud del principio democrático de respeto a las mayorías, tenía la obligación de negociar con Québec”, apuntó.

CONSULTA “SIN AÑADIDURAS TRAMPOSAS DE TRANSVERSALIDAD”

Begoña Errazti defendió la consulta anunciada por el Gobierno Vasco en dos sentidos: “da cumplimiento al compromiso electoral adquirido a propuesta de EA para la coalición con el PNV y fue condición de nuestro partido después para la conformación del actual Gobierno, y así se defendió ante la ciudadanía; y debe ser el instrumento para encauzar la reivindicación del citado principio democrático, ”.

Por ello aclaró “no admitiremos añadiduras tramposas de transversalidad a la consulta, que dan de facto derecho de veto a los partidos estatales sobre la mayoría democrática vasca y distorsionan el sentido de ese principio democrático”, apuntó.

Begoña Errazti contrapuso la decisión de la Corte Suprema de Canadá a la actitud “de no permanente” de los sucesivos gobiernos españoles “y por supuesto franceses”. En esta tesitura, ante la ya anunciada oposición del PP y del PSOE a la consulta, “vamos a un contexto de previsible confrontación con el Estado que deberemos afrontar desde la resistencia institucional y cívica, buscando una solución europea, más que estatal. Tenemos la legitimidad y el liderazgo institucional es fundamental, avalado por una sociedad que cree y tiene derecho a vivir en paz y a que se respeten sus decisiones”, advirtió.

“MOMENTOS CONFUSOS”

“Al analizar la situación política actual en Euskal Herria la impresión es seguramente de confusión. Confusión que tiene una base real y objetiva en la frustración generada tras la ruptura del alto el fuego y la vuelta a posturas de negación y encono en la vida política vasca; y otra inducida por algunos actores que, fracasado el intento, pretenden distorsionar la situación, impedir que se reconduzca y prospere en un proceso nuevo que nos lleve definitivamente a la normalización política, que es deseo mayoritario de nuestro pueblo”.

Errazti hizo un repaso del último año y medio. Subrayó que “Eusko Alkartasuna, y yo personalmente, hemos defendido intensamente a lo largo de todo este tiempo que era necesario avanzar en el proceso político. Estábamos convencidos de que dar pasos trabajando seriamente entre todos los partidos, al menos los dispuestos a ello, blindaría el proceso. Primero frente a cualquier tentación de ETA de volver a las armas; segundo, frente a los sectores más reacios del Estado: el PP, UPN, algunos del PSOE, y otros del ámbito judicial y mediático. Que, en la medida en que desarrolláramos las vías políticas, con el apoyo de la mayoría de la sociedad, aquellos que intentan obstaculizar verían reducido su margen de maniobra, y perderían poder para interferir”, expuso.

Recordó que la interlocución que se produjo “no llegó a ser multilateral y ese intento fracasó”, hecho que atribuyó “en primer lugar a ETA, que se impuso al criterio de Batasuna y ésta se plegó; y en segundo lugar a un PSOE que interesadamente superpuso las conversaciones con ETA sobre todo lo demás, impidiendo de facto que los partidos vascos ejerciéramos la iniciativa que nos correspondía” apuntó.

“Los representantes de la ciudadanía vasca no debemos –ni podemos- inhibirnos de responsabilidades políticas que nos corresponden. Y la normalización nos corresponde a las fuerzas políticas que representamos a este país.Y así lo habían reconocido públicamente tanto Batasuna en Anoeta, como el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Congreso de los Diputados. Otra cosa es que no lo hayan cumplido. E aquí el error grave en este proceso. El esquema de las dos Mesas que se había propuesto –una de pacificación entre Gobierno español y ETA, y otra de todas las fuerzas políticas vascas- no ha sido respetado. Lo que se pretende a través de la consulta, al menos por parte de EA, es dejar que la sociedad opine y que sea ella la que obligue a las fuerzas políticas a negociar, a todas” dijo.

“LA NORMALIZACIÓN POLÍTICA ES LA SOLUCIÓN A UN PROBLEMA”

“El nuestro es un conflicto complejo por la interferencia de ETA y sus consecuencias de dolor y sufrimiento, y por su utilización política por fuerzas e intereses nacionales opuestos a los del pueblo vasco. Las palabras clave son pacificar, normalizar y reconciliar”, resumió.

“Distintas voces se muestran en principio de acuerdo en afrontarlas; pero hay visiones muy parciales, que utilizan la idea de paz, tan querida por todos, para olvidar que enfrentamos un conflicto de origen político. No es casualidad –citó- que desde el centralismo español ensalce esta posición, defendida por ejemplo, por el señor Josu Jon Imaz. Un centralismo español que usa la excusa de ETA para arremeter contra planteamientos soberanistas y el derecho a decidir. Algunos sectores autonomistas del propio PNV han cuestionado en los últimos meses reclamaciones nacionales fundamentales, incluso compromisos de Gobierno, en tanto que exista ETA. Ha sido asumida por una parte del PNV la ‘transversalidad’ acuñada por el PSE, que siendo defendible y útil en ámbitos como la gestión, en la normalización política se convierte en un veto frente a los derechos del pueblo vasco y la mayoría democrática vasca”, indicó.

“La normalización política es ante todo la solución de un problema: el desajuste entre las pretensiones mayoritarias de la sociedad y su reflejo legal, entre sus aspiraciones y derechos legítimos y el marco jurídico. Tiene raíces históricas, y una manifestación actual en los sucesivos pronunciamientos de la ciudadanía vasca, mayoritariamente descontenta por la disminución progresiva de nuestras capacidades de soberanía y decisión. Tenemos una necesidad inaplazable de normalización política en nuestro país. Normalización tras la que hay que entender el consenso democrático necesario que debemos construir para llevar al pueblo vasco a la normalidad en la convivencia en todos los ámbitos. Sólo así construiremos una sociedad verdaderamente justa y en paz”, enfatizó.

“El Pacto de Ajuria Enea, con exclusiones sistemáticas y una visión poco más que autonomista; un estatuto incumplido sistemáticamente por los sucesivos gobiernos del PSOE y del PP, el NO persistente de Zapatero a las instituciones vascas, cada vez que proponen un pacto en torno a la soberanía y el derecho a decidir no es una alternativa, es una imposición”, aclaró.

“Siendo la posición política de Eusko Alkartasuna la defensa del derecho de autodeterminación y lograr la independencia con la constitución de un Estado vasco en la UE, nuestra apuesta estratégica en este momento para la normalización política es el ‘principio democrático’, inspirado en el nacionalismo cívico. Una consulta clarificadora y absolutamente democrática que encauce la reivindicación de ese principio”, concluyó.

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Fuente: Begoña Errazti