La presidenta de Eusko Alkartasuna afronta sus terceras elecciones en Navarra deseosa de que se produzca un giro político.
Cuenta la propia protagonista que son muchos los que se sorprendieron tras su elección de que la presidenta de EA fuera parlamentaria en Navarra. Sin embargo, Begoña Errazti Esnal lo es desde 1995 y ahora en 2003 afronta sus terceras elecciones en la Comunidad foral como cabeza de lista de la coalición EA-PNV. Esta vizcaína de origen nacida en 1957 reside en Pamplona desde hace veinte años. En su análisis de los últimos cuatro años y de la realidad política navarra se muestra convencida de la necesidad de cambiar el rumbo aunque no ve tan claras las posibilidades de articular una mayoría frente a la que se presume como fuerza mayoritaria, UPN.
-¿Qué espera que supongan estas elecciones para el panorama político de la Comunidad foral?
-Espero que lo aclaren. Va a ser fundamental a pesar de que serán unas elecciones complicadas por la aportación de la ley de partidas con la ilegalización de un partido y de las plataformas y porque se parte de un déficit democrático como es que una parte del electorado no puede votar a su opción y porque otros candidatos deben ir escoltados como consecuencia de la violencia. Este déficit democrático no es lo mejor pero las elecciones pueden ir bien para aclarar un poco. Habrá que esforzarse para conseguir los mayores rendimientos en las elecciones porque ahora es difícil con el gobierno de UPN-PP que se ha dedicado a machacar a una parte de lo que es Navarra, la identidad vasca, con el único objetivo de homogeneizar y hacer de Navarra lo que no es por su historia, la convivencia de dos lenguas y por la realidad fruto de siglos anteriores. Ellos sólo reconocen una Navarra y ejercen presión para que lo que no sea el modelo ultraconservador de Navarra no exista. Se ha visto en el departamento de política lingüística o en el intento de que en la UPNA no se pueda estudiar en euskera, con temas como Euskaltzaindia, Eusko Ikaskuntza… UPN ha convertido en enemigo a una parte y hay que ofrecer alternativas. Es fundamental para nosotros y para la defensa de la identidad vasca de Navarra, del euskera, de los fundamentos culturales,… Hay que desarrollar cotas de autogobierno que nos podemos permitir porque son históricas.
-¿Considera que sería posible formar un gobierno alternativo a UPN en el caso de que consiguiera una mayoría insuficiente?
-Hay que intentarlo pese a las incógnitas que suscitan estas elecciones. La ilegalización de Batasuna y sus consecuencias van a tener los resultados que buscan UPN y PP. La estrategia les beneficia y la desestabilización social en Navarra y el País Vasco es una forma de conseguir rédito a corto plazo, como serían por ejemplo las elecciones, y a más largo plazo, con un modelo de estado como el actual, ultraconservador y negador de la realidad del nacionalismo.
-¿El Gobierno alternativo pasaría por las manos de PSN y la unión de la actual oposición?
-Es el partido mayoritario en la oposición pero antes de que se pueda formar una alternativa tiene que aclarar definitivamente sus posiciones y ver si quieren ser alternativa real a UPN. Deberá apostar por una política claramente diferenciada y aceptar que la realidad es que Navarra es plural e incluye a otros partidos.
-¿Cuando habla de que el PSOE debe aclararse se refiere a nivel nacional o foral?
-En estos momentos es incongruente. Ha apoyado a UPN durante gran parte de la legislatura y no parece muy lógico que si quiere ser alternativa diferente no acepte la realidad diferenciada de Navarra. UPN ve al que no es como él como enemigo, el PSN tiene que aclarar si le apoya o si se da cuenta de esa realidad. Lo que es evidente es que la sociedad está en retroceso y cada vez tiene menos desarrollo en términos globales.
-¿Qué problemas tiene Navarra que deberán resolver las nuevas instituciones?
-Uno puede ser la dependencia estructural de una industria como es la del automóvil, lo que resulta muy peligroso. Se vio un asomo de aviso con la crisis de Volkswagen. Es necesario diversificar y buscar nuevos desarrollos. También hay carencias a nivel cultural. Una sociedad moderna es la que aprovecha lo que tiene y aquí tenemos la suerte de tener dos lenguas con lo que supone de bagaje enriquecedor ya que desde el punto de vista educativo es importante conocer dos lenguas y luego otra. No hay que desperdiciar esa capacidad desde una visión tan corta. También son necesarios otros desarrollos culturales, estéticos, artísticos… A veces no se percibe la importancia que tienen y es fundamental en la medida en que si las personas y la sociedad son capaces de percibir las diferentes culturas, adquieren más capacidad. Además, es enriquecedor a nivel global y sin embargo ahora está en retroceso.
También es necesario responder a necesidades como pueden ser carreteras, etc. Ahora hay malas comunicaciones que hay que mejorar. La N-121-A sigue sin solucionar, la salida a otros lugares de Europa… ¿y al sur, a Tudela y Medinaceli? Desde el punto de vista económico y de desarrollo es fundamental. Hay que expandirse, es fundamental para el desarrollo en términos generales.
-¿Cómo describe el desarrollo del autogobierno en Navarra?
-Falta por desarrollar todo lo que la Lorafna permite y más. Ahora es estrecho y sólo acepta el mínimo. La capacidad de autogobierno, por derechos históricos y por la interpretación del Amejoramiento debe servir para que Navarra tenga todas las competencias. No tendrá el Ejército, que personalmente no me interesa porque soy antimilitarista, pero si quiero un desarrollo integral de la Policía Foral y sin embargo UPN-PP no han querido dotar de una propia seguridad a la comunidad. Se ha visto al negociar las competencias de tráfico, donde se planteó menos de lo que tenía Navarra en los años 60. Hay que tenerlas todas para controlar las carreteras y poner multas y lo que pasa en Navarra, sin embargo, es que no hay interés por desarrollar una policía integral. Nosotros, sin embargo, no nos conformaos porque lo que ofrecen es lo que ya se tenía en los hace más de cuarenta años.
-¿Cómo ha vivido las polémicas del euskera y los simbolos?
-UPN los utilizó como puntas de lanza para conseguir votos. Entre esas formas diferentes de entender Navarra utiliza lo cultural y la forma de sentir. Es una estratagema electoral de una gran irresponsabilidad porque provoca enfrentamientos y son fáciles de generar pero no de volver a la normalidad. Además, el euskera no es enemigo de nadie y el final de la legislatura ha dejado a cada uno en su sitio.
-¿Cómo plantea las relaciones con la CAV?
-UPN ha planteado que no sean, pero el Parlamento planteó en 1996 unas relaciones ante los problemas comunes, para resolverlos. Se centraba en torno a relaciones culturales y es lógico ante la proximidad. Si fuera con La Rioja no pasaría nada. Se preparó el órgano común permanente y UPN al llegar al Gobierno lo paralizó pero debe haber una relación con territorios cercanos que tienen cosas comunes, debe haber una relación especial.
CRISTINA AGUINAGA/DV. PAMPLONA
Fuente: Begoña Errazti