´´Si los vascos no existiéramos, la prensa no sabría de qué hablar´´
Para que se haga cargo del tipo de entrevista: ¿Cuándo dijo soy española por última vez?
No tengo recuerdo de haber hecho esa afirmación, salvo en algún control de pasaportes en un país lejano.
¿Leía usted el clausurado periódico ´Egunkaria´?
Hacía el esfuerzo de vez en cuando, porque era un ejercicio para los no euskaldunes. No lo entendía todo, pero no sólo no me parecía proetarra, sino que era contrario a la violencia. En Egunkaria participaban la mayoría de opciones políticas, excepto el PP.
¿Por qué tengo que saberme el nombre de los consejeros vascos, si no sé cómo se llama el presidente de La Rioja?
Hay demasiado Euskadi en los periódicos, parece que todo el mundo puede opinar y que sabe la tira. Si los vascos no existiéramos, la mayor parte de la prensa no sabría de qué hablar. Es una pena para todos, porque a mí me interesan otros asuntos.
El terrorismo no es una de las preocupaciones fundamentales de los mallorquines, somos así.
¿Quizá la inteligencia de relativizar las cosas?
¿Qué le parecen los españoles que desean que ustedes salgan de España?
Si eso se hace con el ánimo de que vamos a seguir dándonos la espalda, pues no. Vascos y españoles hemos de ser excelentes vecinos, lo uno no quita lo otro.
¿Qué trucos emplea para que escriban correctamente su endiablado apellido?
Empleo la regla La Saga de los Baster. Gomaespuma transformaron mi apellido en Ghostbuster, y a partir de allí improvisaban un número sobre la diputada cazafantasmas.
Todos los pueblos son iguales porque todos se creen distintos, decía el Borges.
Todos los pueblos somos iguales porque debemos respetar lo distintos que somos.
¿El PSOE es menos antinacionalista que el PP?
Nacionalistas lo son todos, sólo que de distintas naciones. Y algunos, de dos nacionalidades a la vez. Por lo menos, el PSOE ha efectuado una reflexión histórica para entender esos problemas.
¿Cómo sabe un votante de EA que no está votando al PNV?
En primer lugar, porque nuestro carácter minoritario nos permite ser una marca más clara que el PNV. En segundo, esta dimensión hace que sepamos estar en el Gobierno y en la oposición. En tercero, porque somos socialdemócratas frente a los cristianodemócratas peneuvistas.
No todas las diputadas pueden presumir de que Aznar tildara su discurso de miserable.
Estuve tentada de replicarle, y de pedir un turno a la presidenta por alusiones pero pensé que, quien insulta, se descalifica a sí mismo. Aznar perdió los papeles.
¿No es extraño que sea la oposición la que necesite protección en Euskadi?
Extraño se queda corto. Es un drama, pero no se nos puede responsabilizar de él. Hay que reprochárselo a los designios de ETA, que además puede cambiar de objetivos.
¿Ha puesto alguna vez el coche en marcha con miedo?
Sí, aunque quizás no tenía motivos, pero el miedo es libre.
¿No siente envidia de los catalanes, que llegan más lejos sin incordiar tanto?
Les envidio que su conflicto no tenga una expresión violenta, pero no hay pueblos mejores o peores.
Quizás los vascos están dominados por un natural violento, con independencia de las coordenadas políticas.
Somos un pueblo con angustia existencial, siempre con el to be or not to be a cuestas. Al ser cuatro y un tambor, o estamos o no estamos.
¿En Madrid la insultan por la calle?
No soy muy conocida, pero he vivido situaciones desagradables en lugares donde se hace difícil entenderlo, como una universidad.
Puede ser un problema de imagen.
Aznar habla de terrorismo en el Parlamento, y las cámaras me enfocan a mí. Ya tuve ocasión de decirle al director de RTVE que, si no se emite ninguna condena de mi partido a los atentados, ¿qué pensarán de nosotros en Extremadura?
¿Qué configuración tendrá el País Vasco dentro de 20 años?
ÐA mí me gustaría un pueblo que participa en la Unión Europea en pie de igualdad con el resto. Que se llame operador político o Estado, me da igual. Y como le decía, la relación con los vecinos ha de ser exquisita.
¿Y qué configuración tendrá usted dentro de 20 años?
Tendré 60. Seré una señora que no habrá cubierto todas sus aspiraciones, y que seguirá pensando en qué hacer cuando sea mayor. La política, en cuanto arte del debate y del intercambio de ideas, me acompañará toda mi vida.
MATÍAS VALLÉS diariodemallorca.es
Fuente: Begoña Lasagabaster