La senadora de EH Bildu Idurre Bideguren ha instado a repensar el recrecimiento de la presa de Yesa y buscar alternativas “que garanticen de verdad el regadío en las Bardenas”. Bideguren ha argumentado que, además de existir problemas de seguridad en la zona a causa de la presa, el proyecto, realizado hace ya 50 años, responde a “la vieja cultura del agua”.
EH Bildu se ha hecho eco de la demanda del Ayuntamiento de Sangüesa, que pide abandonar la idea de llenar el embalse y que se establezca una cota de seguridad que en ningún caso supere la de la actual presa de hormigón.
La presa, planteada desde la perspectiva de otro momento histórico, ha dicho Bideguren, “no parece ir muy acorde al momento actual de emergencia climática y con la necesidad actual de tener que adaptarnos hacia una transición ecológica que debe sostenerse en una adecuada transición hidrológica”
Pero sobre todo, la senadora ha subrayado el innegable problema de seguridad, recordando que la obra, adjudicada hace 20 años con un plazo de ejecución de 5, no se ha podido realizar por la preocupación generada por las primeras grietas. Estas dificultades, ha añadido Bideguren, ha hecho que el presupuesto se haya incrementado desde los 100 millones de euros a los 450.
Existen estudios que afirman que la ladera derecha es inestable y se mueve, “con lo que sería una temeridad llenar el embalse”, en una comarca con una actividad sísmica importante.
Bideguren se ha referido a la política hidráulica en otro punto del orden del día, en el que ha llamado a cumplir las Directivas Europeas, y a financiar a los núcleos de población más pequeños para solucionar la falta de sistemas de depuración en los mismos.
La senadora ha puesto como ejemplo de la necesidad de buscar nuevas soluciones el ejemplo del municipio vizcaíno Ea con la depuradora ecológica de Bedarona, “una solución más sostenible que una solución centralizada a mayor distancia, con un sistema de depuración más intensivo energéticamente tanto en la construcción como en su funcionamiento”. La cruz en la CAV sería la depuración del alto Nervión, obra calificada como de interés general del Estado que continúa sin solución.
“El agua tiene un papel crucial ante el cambio climático”, ha afirmado Bideguren, para denunciar que ni en el Estado ni en Euskal Herria se están cumpliendo las exigencias comunitarias: “Estamos fuera de todos los plazos”.
