Ante el documento hecho público por Batasuna ayer en Donostia, la Ejecutiva Nacional de Eusko Alkartasuna quiere hacer llegar a la sociedad vasca las siguientes consideraciones:
Lamentamos que como ha venido siendo habitual en las manifestaciones públicas de Batasuna a la hora de hacer un balance de los últimos veinticinco años, parten del apriorismo de que todos lo hemos hecho mal menos ellos y que su postura era la única posición coherente tanto desde el punto de vista democrático como abertzale. Pensamos que la ausencia total de autocrítica que destila su análisis de la historia reciente de Euskal Herria no es una buena base para hacer apuestas de futuro que necesariamente necesitan y deben transmitir credibilidad a la sociedad vasca y al resto de interlocutores sociales y políticos.
Desde Eusko Alkartasuna, como desde la mayoría de la sociedad vasca, defendemos que no se puede despreciar la labor realizada durante estos años por una mayoría de ciudadanos y ciudadanas demócratas y abertzales, que ha posibilitado avanzar por caminos de construcción nacional dando respuestas eficaces a los déficits y urgencias que tenía nuestro País al salir de la dictadura, tanto en los ámbitos lingüísticos, como culturales, económicos, sociales o de infraestructuras. Sin ese compromiso responsable con la construcción nacional en el día a día, hoy no podríamos estar en el actual escenario de apertura de una nueva etapa política sustentada en la defensa del soberanismo.
Tampoco hay razones para utilizar ese documento para agredir gratuitamente a Eusko Alkartasuna y al Partido Nacionalista Vasco acusándonos de ser los responsables de la ruptura de la tregua en el año 1999, cuando desde Batasuna se sabe perfectamente que esa acusación es falsa y, sobre todo, cuando la sociedad vasca ha mostrado de forma clara de quién es la responsabilidad de dicha ruptura, como bien se lamentan los propios redactores del documento.
Al margen de que lamentemos y denunciemos esa vieja actitud de no asumir las propias responsabilidades, arrogándose la misión de corregir y dar lecciones al resto del mundo, también consideramos positivo el hecho de que desde el mundo de Batasuna se acojan y planteen conceptos que Eusko Alkartasuna ha planteado y defendido siempre, como son:
- admitir y partir de la actual situación del entramado institucional de Euskal Herria para avanzar por caminos de construcción nacional;
- la defensa de la necesidad de contar con el Departamento Vasco para Iparralde;
- la necesidad de que la solución al conflicto sólo puede venir por vías pacíficas y a partir del diálogo entre todos los partidos sin exclusiones y que a ETA únicamente le corresponde solucionar los temas llamados técnicos con el Gobierno y respetar la voluntad de la ciudadanía manifestada por sus representantes legítimos y democráticos.
Así mismo suponen avances positivos el reconocimiento de la pluralidad de la sociedad vasca, el compromiso de aceptar la decisión de la ciudadanía aunque no corresponda con el propio desideratum-, o la interlocución de todos los partidos sin excepciones.
En medio de esta mezcla de aspectos negativos y positivos, desde Eusko Alkartasuna seguimos subrayando la necesidad de que todas las fuerzas políticas pongan por encima de cualquier otra consideración su compromiso activo en defensa de todos los derechos humanos individuales sin ningún tipo de excepciones, si realmente queremos construir un futuro en paz para nuestro País. Únicamente ese compromiso activo de defensa de los derechos humanos es garantía de avance y consolidación de la normalización política de nuestra sociedad que reclama urgentemente el fin de la tragedia y el dolor, que desea ardientemente que no haya más victimas.
La Ejecutiva Nacional de Eusko Alkartasuna y, estamos convencidos, la inmensa mayoría de quienes formamos parte de Euskal Herria, esperamos que los conceptos positivos que se han expuesto en el comunicado hecho público ayer en Donostia se vean confirmados con la realidad de la práctica política diaria de aquí en adelante, anulando los aspectos negativos e inercias del pasado que tanta desconfianza generaron en la inmensa mayoría de la sociedad vasca cuando vio frustrada sus ansias de paz con la ruptura de la tregua en el año 1999.
Batasuna sabe que si deciden avanzar por vías exclusivamente políticas y democráticas que excluyan en la práctica el apoyo a la estrategia de la violencia con un compromiso activo en defensa de todos los Derechos Humanos sin excepciones, contarán con el apoyo y colaboración de Eusko Alkartasuna y el reconocimiento de toda la sociedad vasca.
Fuente: Javier Vegas