Un año más, abertzales, independentistas y soberanistas tenemos una cita este próximo domingo con el Aberri Eguna. Sin duda, se trata de una fecha señalada en el calendario para todas las personas que defendemos que Euskal Herria es una nación formada por siete territorios a ambos lados de los Pirineos y que sus habitantes tenemos derecho a decidir libremente nuestro futuro.
Este año llegamos al Aberri Eguna en plena precampaña electoral en una parte del país. Las elecciones autonómicas que la Comunidad Autónoma Vasca celebrará el próximo 21 de abril son una magnífica oportunidad para afianzar el cambio de ciclo político y avanzar en la construcción nacional y social. La próxima legislatura, que debe servir para afianzar los derechos sociales conseguidos y conseguir nuevos derechos, tiene que ser también la legislatura en la que se recupere la pulsión nacional.
En este sentido, es imprescindible la reactivación de la ponencia de autogobierno. Una ponencia en la que, siendo fiel al mandato democrático expresado en las urnas y respetando el sentir mayoritario de la sociedad, las fuerzas políticas tenemos que ser capaces de llegar a un acuerdo sobre el nuevo estatus político. No obstante, hay que recordar que en la legislatura pasada ya fuimos capaces de alcanzar un acuerdo; el acuerdo de bases pactado entre EH Bildu y PNV, y parcialmente con Elkarrekin Podemos, y que el PNV fue incapaz de cumplirlo porque priorizó sus intereses partidistas de mantener a toda costa la alianza con el PSE.
En la Comunidad Foral de Navarra, la reforma de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra (LORAFNA) nos brinda la ocasión para ahondar en el reconocimiento de Navarra como sujeto político con capacidad para decidir el tipo de relación que quiere tener tanto con el Estado como con el resto de los territorios de Euskal Herria. Además, es vital que esta reforma de la LORAFNA blinde el autogobierno, la foralidad y los derechos históricos ante ataques recentralizadores como la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre la transferencia de tráfico.
En Iparralde, la mancomunidad única fue todo un logro. Un primer paso. Ahora es tiempo de avanzar en el reconocimiento nacional y en el marco competencial. Incluso en el centralista Estado francés, la vía abierta en Córcega con el Estatuto de Autonomía es un pequeño síntoma de que bajo la superficie la corriente a favor de los pueblos y las naciones sin Estado también avanza lentamente.
Precisamente, son estas ventanas de oportunidad las que tenemos que hacer valer para avanzar en debates que hasta ahora Madrid y París mantenían cerrados a cal y canto bajo siete llaves. La coyuntura política ha querido que en estos momentos el debate sobre la territorialidad y el reconocimiento nacional pueda darse. Sería una irresponsabilidad no aprovecharlo.
Por estos motivos, cobra vital importancia celebrar este domingo el Aberri Eguna. Eusko Alkartasuna en Hegoalde lo celebrará en Iruñea, junto al resto de compañeras y compañeros de Euskal Herria Bildu, y en Iparralde en Ustaritz, en el acto convocado por la iniciativa Bagira. Asimismo, y siendo fieles al espíritu de colaboración entre abertzales que ha caracterizado a Eusko Alkartasuna desde su fundación, la víspera del Aberri Eguna, el sábado 30 de marzo, también participaremos en el acto unitario convocado por la plataforma Euskal Herria Batera en el Teatro Campos de Bilbao.
En Euskal Herria, a 29 de marzo de 2024.