El secretario general de Eusko Alkartasuna, Pello Urizar, analiza la situación política y denuncia que “es un insulto a la sociedad vasca que haya quien pretenda negar el carácter político del conflicto”.
Pello Urizar, secretario general de Eusko Alkartasuna, ha comparecido en rueda de prensa acompañado por Ikerne Badiola, secretaria de Comunicación de la formación, para mostrar la adhesión de Eusko Alkartasuna al Aberri Eguna convocado por Independentistak, hacer una primera presentación de las líneas generales de la ponencia política del próximo Congreso y analizar la actualidad política.
Eusko Alkartasuna participa por cuarto año consecutivo en el Aberri Eguna que organiza la red Independentistak. La celebración del Aberri Eguna de manera unitaria es coherente con los acuerdos estratégicos que hemos firmado en los últimos años con el soberanismo de izquierda. Además, su lema para este año, “Etorkizuna, Independentzia” coincide absolutamente con nuestro posicionamiento político para este momento. Coincide, de hecho, con las líneas fundamentales de la Ponencia Política que se presentará al Congreso que Eusko Alkartasuna celebrará en mayo y que después de haberse redactado en un proceso participativo con la militancia, se ha devuelto a nuestra base social para el proceso de enmiendas.
Como Independentistak, Eusko Alkartasuna también cree que la independencia es hoy una opción real y realizable. El trabajo serio y coordinado del independentismo ha conseguido poner la independencia en el centro del debate político. Algo a lo que hay que reconocer que también han contribuido los procesos soberanistas de nuestro entorno, fundamentalmente, los de Catalunya y Escocia.
En este sentido, trabajamos convencidos de que el tiempo de reflexión sobre el derecho de autodeterminación ha terminado. La reflexión es ahora otra, es cómo debe ser el camino hacia la independencia. Es un hecho que hemos iniciado el camino del proceso que culminará cuando la ciudadanía vasca decida, decidamos, en qué marco jurídico político queremos vivir.
La grave crisis económica en la que estamos inmersos es una prueba más de que la pertenencia al Estado español es una rémora a nuestro desarrollo. En estos momentos, está claramente demostrado que la falta de soberanía en materia social, económica y financiera hipotecan nuestro futuro.
Alex Salmond, primer ministro de Escocia, decía después de hacer pública la fecha del referéndum para la independecia, lo siguiente, y leo textualmente: “Nuestros oponentes dicen que no podemos asumir la independencia. Yo digo que Escocia no puede asumir NO ser independiente”.
Eso es precisamente lo que está pasando en Euskal Herria. Estamos pagando demasiado caro el precio de no ser independientes. La independencia es nuestro proyecto político, pero también nuestra alternativa en esta situación de crisis económica. Debemos ser capaces de construir nuestro futuro económico y social más allá de las órdenes que vienen desde Madrid y que no están pensadas para nuestra situación socioeconómica, para nuestro tejido productivo.
Actualmente no podemos planificar nuestra economía y recursos financieros ni desarrollar una fiscalidad adecuada al momento actual o unas políticas industriales adecuadas a nuestra realidad. Es decir, tenemos las manos atadas para desarrollar una estrategia que nos permita salir de la crisis económica que atenaza a la sociedad vasca.
Si esta es la situación que nos ofrece la que dicen que es la mayor autonomía que hay en Europa, está claro que la independencia es el único camino también para la superación de la crisis económica.
Y en ese camino, nuestra apuesta es clara por el principio democrático. Es decir, creemos y defenderemos que el único condicionamiento para el futuro de un país es la decisión democrática de su ciudadanía.
Esto, evidentemente, no quiere decir que no creamos en los derechos de Euskal Herria como nación, sino que, simplemente, en Eusko Alkartasuna hemos decidido no depender del reconocimiento externo de nuestra identidad nacional para ejercer el derecho de autodeterminación. Será la ciudadanía vasca quien decida su futuro, por encima de cualquier otra consideración. Así se recoge en la Ponencia Política de nuestro Congreso.
Defendemos igualmente la necesidad de entender la construcción nacional y el ejercicio de la autodeterminación como un proceso gradual que respete los diferentes ritmos que vayan marcando las mayorías políticas en cada uno de los tres ámbitos de Euskal Herria, la CAV, Nafarroa y los tres territorios de Iparralde.
El camino hacia la independencia es una prioridad para Eusko Alkartasuna, como lo es también la superación definitiva de la situación que vivimos y que está preocupantemente atascada. Creemos que ha llegado el momento de decir que el estancamiento del proceso es un escándalo democrático.
Después de décadas oyendo que sin la violencia de ETA todo iba a ser posible, nadie podía pensar que dos años y medio después del alto al fuego, iba a haber semejante inmovilismo por parte del Gobierno español, PP y PSOE.
ETA ha sido un capítulo negro en nuestra historia, ha supuesto una tragedia ética y un obstáculo político al independentismo. Esa era nuestra valoración hace 26 años y esa es nuestra valoración hoy en día. Desde esa premisa creemos que es un insulto a la sociedad vasca que a estas alturas haya quien pretenda negar el carácter político del conflicto que hemos vivido. Es un patético intento de mantener el debate en los términos anteriores al cambio de ciclo pretender que no hay personas en la cárcel por motivación política.
Los miembros del Bateragune están en la cárcel por hacer política. Hay motivación política en la condena de 5 años de cárcel por quemar un cajero en Euskal Herria, cuando por el mismo delito en España la pena es solamente de sanción económica. Y también hay motivación política detrás de la decisión de Antonio Basagoiti de excluir de la lista de víctimas que leyó el viernes pasado en el Parlamento Vasco a personas como Santi Brouard.
Se demuestra que ETA ha sido la gran coartada del Estado para impedir la capacidad de decisión de la ciudadanía vasca. Se demuestra que la democracia española tiene una calidad ínfima. Este país ya ha cerrado en falso una etapa de violencia y todavía hoy hay quien continúa buscando a sus familiares en las cunetas. La sociedad vasca no va a permitir que se cierre en falso otra etapa histórica. Reivindicamos la necesidad de recuperar la memoria de todo, repito, TODO lo que ha pasado en este país en las últimas décadas. La memoria ha de ser completa, no selectiva.
Fuente: Eusko Alkartasuna