Solo quien no tiene ningún aprecio a esta lengua es capaz de usarla como ariete partidista
Eusko Alkartasuna de Navarra recuerda que tanto la legislación navarra como la Carta Europea de las Lenguas Minorizadas instan a las instituciones públicas de Navarra a promover el uso y el aprendizaje de esta lengua propia. Y el Gobierno Foral está intentando dar cumplimiento a esas obligaciones y compromisos para con la ley pero sobre todo, para con la ciudadanía navarra que, afortunadamente, cada vez tiene mayor respeto y aprecio a la lingua navarrorum.
Todas las navarras y los navarros tenemos derecho a que se respeten nuestros derechos, en este caso lingüísticos. Y la administración pública tiene la obligación de dar respuesta a esa igualdad y a esos derechos, garantizando un mínimo de personas bilingües en los servicios de la Administración.
Las acusaciones de discriminación y desigualdad de los convocantes de la manifestación de este sábado son falsas. Los datos muestran que en 23. 000 puestos de la administración pública navarra solo en 148 se pide un perfil determinado de euskera. Hasta hace poco, en todo el Complejo Hospitalario de Navarra, con casi 6. 000 empleados, había una sola plaza bilingüe. ¿Es esto respeto a los derechos y a las necesidades de Navarra? No. Los datos contradicen todas las afirmaciones que se están vertiendo irresponsablemente durante estas semanas por parte de UPN, PP y PSN. Desigualdad y discriminación es lo que existía hasta ahora, mientras gobernaron UPN-PSN. Durante sus mandatos, casi no se crearon plazas bilingües y ni siquiera se valoraba el conocimiento de euskera en el acceso a la administración, a pesar de que uno de cada cuatro jóvenes hoy lo domina. Y cuando se valoraba siempre por debajo de lenguas totalmente ajenas a Navarra, como el alemán. Durante los mandatos de UPN y PSN se borró el euskera de la señalética viaria, de nuestras calles y ciudades, se impidió durante décadas su aprendizaje en el sistema público en la mayor parte del territorio, poniendo trabas constantes a la creación de nuevas líneas de modelo D.
El derecho de manifestación y de discrepancia es legítimo, pero mentir sobre la política de este gobierno respecto al euskera no lo es, y los convocantes de la movilización están mintiendo. Las manifestaciones públicas hechas ayer ante los medios y en redes sociales por algunos de los convocantes estaban tan cargadas de desprecio a las personas y a la cultura propia que los retratan con claridad. Es el perfil de quienes odian el euskera y la diversidad, odio que tristemente no es novedad.
Desde Eusko Alkartasuna seguiremos trabajando en favor del fomento del uso y el aprendizaje del euskera en Navarra, de su normalización, desarrollo y convivencia en pie de igualdad en la sociedad. Todas las lenguas y culturas nos enriquecen, pero es una obligación moral respetar y garantizar el desenvolvimiento de la propia, y poner los medios para propiciar una sociedad respetuosa con la diversidad e integradora. Quienes deseen dialogar sobre este o cualquier otro tema nos encontrarán en estos parámetros. Pero lo mínimo que se merece la lengua navarra es el respeto a la verdad.