Eusko Alkartasuna reivindica que sigue siendo tiempo de afilar la paz
Ha transcurrido un año desde que los referentes de la sociedad vasca, de la pacificación y la política nos reunimos en el caserío Arnaga de Kanbo para ratificar el final definitivo de ETA. Eusko Alkartasuna ha realizado un gran trabajo en toda su trayectoria para que fuera posible llegar a ese escenario y ve necesario subrayar la importancia histórica del momento. En opinión de Eusko Alkartasuna aun hay dos retos fundamentales en los que trabajar: El reconocimiento de todos los derechos de las víctimas de todas las violencias y abordar una solución en el ámbito de las personas presas.
Al valorar la situación política creada se debe recordar que es un proceso de paz único en el mundo, ya que si ha llegado a este punto ha sido gracias a la fuerza de la ciudadanía, que superó el inmovilismo de los Gobiernos. Los obstáculos que ha puesto Madrid para acabar con la violencia dejan claro que el Estado se ha movido más cómodos en ese escenario que en un posible proceso soberanista sustentado en la ausencia de violencia. La actitud hacia el proceso catalán constituye el mejor ejemplo.
El reconocimiento de las víctimas y la reconciliación son retos importantes a día de hoy, como lo demuestra el proceso de aprobación de la Ley de Abusos Policiales y los escasos pasos adelante dados en materia de derechos de las personas presas. Eusko Alkartasuna mantiene la misma postura que a lo largo de sus 33 años de existencia: Reivindica los derechos de todos y todas las presas vascas y exige terminar de inmediato con las políticas penitenciarias de excepción. Es urgente continuar trabajando en el ámbito de la solución a la situación de las personas presas y exiliadas. Por otra parte, y con las víctimas de ETA en el recuerdo –especialmente a las más cercanas, los y las compañeras de partido-, Eusko Alkartasuna también exige al Gobierno del Estado el reconocimiento de las víctimas ocasionadas por la violencia policial, grupos parapoliciales y funcionarios públicos, así como el reconocimiento de todos sus derechos.
El próximo presidente español ha recibido un mensaje claro en las últimas elecciones desde Euskal Herria, ya que la ciudadanía vasca ha dejado claro que comparte los retos apuntados anteriormente. En Euskal Herria los retos deben ser abordados desde el trabajo en común, y los Gobiernos francés y español, así como los ejecutivos de Gasteiz e Iruñea tienen la oportunidad de colaborar para encontrar soluciones, siempre con los representantes políticos y sociales.
Continuamos afilando la paz.