Es tiempo de soluciones. Euskal Herria. Decisión. Acuerdo. Sólo son unas pocas palabras pero su significado, grandísimo, resume a la perfección el momento histórico que afronta estos días nuestro país. Constituyen también el lema que este próximo sábado, primer día de abril, presidirá en Bilbao la manifestación que hemos convocado varios partidos políticos, Eusko Alkartasuna entre ellos, y la mayoría sindical vasca, una iniciativa a la que ya se han adherido, por cierto, más de 40 agentes sociales del país y que promete ser multitudinaria.
En un primer momento, nuestra intención a la hora de dar este paso no era sino reivindicar la necesidad de un proceso democrático de solución del conflicto político y plasmar en la calle el respaldo mayoritario de la sociedad vasca a lo que entendemos son los pilares en los que ha de basarse la superación de dicho conflicto. Esto es, la participación de todos, sin exclusión de ningún agente ni de ningún territorio de Euskal Herria; la garantía de todos los derechos para todos; la búsqueda de un acuerdo amplio y plural y el reconocimiento de que es la propia sociedad vasca a la que corresponde decir la última palabra.
Desde que dimos aquel paso y llamamos a la ciudadanía a movilizarse las cosas han cambiado para mejor. Para mucho mejor. ETA ha declarado un alto el fuego permanente y la manifestación del sábado ha cobrado una nueva dimensión. Es tiempo de soluciones. Euskal Herria. Decisión. Acuerdo. El lema elegido tiene ahora, si cabe, más razón de ser, puesto que estamos en el inicio de un proceso que debe llevar a nuestro país a un escenario de paz y normalización política, un escenario en el que sea posible defender cualquier proyecto político, incluida la independencia de Euskal Herria, y también llevarlo a la práctica si cuenta con el respaldo mayoritario de la sociedad vasca.
El proceso está en marcha y el camino, a sabiendas de que también surgirán obstáculos, promete ser largo. Harán falta grandes dosis de tranquilidad y de paciencia, pero también de compromiso activo. El de todos y cada uno de nosotros, el de toda una sociedad que aspira a superar definitivamente un conflicto que dura ya más de un siglo. Es tiempo de soluciones. Euskal Herria. Decisión. Acuerdo. Éste no es momento de quedarnos quietos, sino de participar y sumar esfuerzos para que este tiempo de esperanza acabe por consolidar en nuestro país un escenario plenamente democrático en el que todos los derechos estén garantizados y todos los proyectos políticos sean posibles.
Frente a quienes ven con temor, por una u otra razón, la apertura de este proceso, todas las mujeres y todos los hombres de Euskal Herria tenemos el sábado en Bilbao la primera gran oportunidad de demostrarles que no estamos dispuestos a permitir que rompan nuestro sueño, que queremos pasar de forma definitiva esta página de nuestra historia y que no vamos a cejar en el empeño de construir un escenario basado en un acuerdo que dé la palabra y la decisión a la sociedad vasca.
La historia se escribe día a día sin que el capítulo final esté escrito de antemano. De igual forma, aquí y ahora todos debemos ser conscientes de que la estación término del proceso iniciado en Euskal Herria tampoco está predeterminada. La dirección que tome el proceso de paz y normalización y su propio desarrollo y culminación dependerán casi en exclusiva de lo que los ciudadanos y ciudadanas vascas hagamos o dejemos de hacer. Con las armas silenciadas ha llegado la hora de la política, sí, pero no es la hora de sólo los políticos. Al conjunto de la sociedad le toca un papel fundamental en esta historia, pues tiene en su mano impulsar, condicionar y dirigir el proceso en la dirección deseada por la mayoría para, finalmente, ratificar sus conclusiones mediante consulta popular.
Es tiempo de soluciones. Euskal Herria. Decisión. Acuerdo. Todos tenemos todo por ganar: un escenario en paz y plenamente democrático. A favor de todos. En contra de nadie. El objetivo es demasiado importante como para pensar y actuar en clave partidista. Demasiado importante como para dejar los ritmos y el desarrollo del proceso exclusivamente en manos de los políticos. Es la hora de que toda la ciudadanía dé un paso al frente, sin delegar en nadie la interpretación de su voluntad. Protagonismo en primera persona.
Es a las mujeres y a los hombres de Euskal Herria a quienes nos corresponde determinar la meta final de este proceso y el sábado tenemos la primera ocasión de marcar la dirección a seguir. Salvando las distancias, que son muchas y grandes, con Catalunya, su reforma estatutaria sí nos ha dejado alguna enseñanza, entre ellas la importancia de la movilización ciudadana como catalizadora del proceso. La sociedad catalana salió a la calle cuando quizá ya era demasiado tarde, cuando el Estatut aprobado casi por unanimidad en el Parlament ya había sido desvirtuado en Madrid mediante el pacto Zapatero-CiU. Igual con el impulso de la calle el resultado hubiera sido otro, más acorde a las reivindicaciones mayoritarias de Catalunya. Es una lección que en Euskal Herria debemos tener muy presente para blindar y condicionar el desarrollo del proceso desde el primer momento, a sabiendas de que unos en Madrid y otros aquí mismo van a obstaculizar en la medida de sus posibilidades el camino hacia una Euskal Herria que sea única y exclusivamente lo que las vascas y los vascos deseemos que sea. Será fundamental, por lo tanto, que la ciudadanía deje claro que no va a aceptar los intentos de nadie por entorpecer y vaciar de contenido este proceso que tanta ilusión y esperanza ha despertado. De ahí la importancia de que la manifestación de este sábado en Bilbao, a las 17.30 desde la plaza Aita Donostia, muestre un respaldo social masivo a la resolución definitiva del conflicto. Es tiempo de soluciones. Euskal Herria. Decisión. Acuerdo. Porque lo que hay en juego es mucho, el sábado todos a Bilbao.
Unai Ziarreta, secretario general de Eusko Alkartasuna
Fuente: Unai Ziarreta