El Scottish National Party y el partido ecologista han logrado la mayoría independentista más amplia de la historia del parlamento escocés, con 72 escaños sobre 129. Está claro que la mayoría de la ciudadanía escocesa quiere celebrar el segundo referéndum sobre la independencia, ya que el SNP lo ha prometido durante la campaña. Siendo un partido independentista, no es como se dice en inglés “single Issue Party” o partido de tema único. Además de haber presentado un programa concreto basado en la justicia social, durante las tres legislaturas en las que ha gobernado ha demostrado a la ciudadanía escocesa -y al mundo entero también- que se puede ir trabajando en la soberanía mientras se gobierna por la mayoría de un pueblo. Conscientes de ello, el pueblo escocés ha votado sin duda a favor de la consulta sobre la independencia de Escocia. ¡Y el resultado ha sido histórico!
Histórico por la cuarta legislatura del SNP en el gobierno –la tercera con Nicola Sturgeon a la cabeza- ¡Y habiendo obtenido el 45% de los votos!
Histórico, porque se ha conseguido ganar en 62 de 73 circunscripciones, algo nunca conseguido por un solo partido ha conseguido.
Histórico, con 1,3 millones de votos, porque es el primer partido en recibir más de un millón de apoyos. Los partidos unionistas sólo han logrado subir de 600.000 votos en una ocasión -cuando, en 1999, en las primeras elecciones escocesas, los laboristas lograron 800.000 votos-.
Histórico, porque a la fuerza independentista del SNP hay que sumarle el hecho de que el partido verde soberanista también ha experimentado una subida, obteniendo el mejor resultado de su historia: 8 escaños. ¡Si a todos estos votos se suman los que se han dado al nuevo partido, ALBA, del ex primer ministro Alex Salmond, que no ha obtenido escaños, los votos a favor de la soberanía política de Escocia superan el 50%!
Y claro, la ley de la democracia dicta que cuando unos suben y otros bajan. El descenso de los partidos unionistas es notable. Las fuerzas conservadoras han conseguido 31 electos, los mismos que tenían, pero quien más ha perdido ha sido el Laborismo, que gobernaron de 1999 a 2007, con sólo 22 escaños. Los liberales se quedan cuatro representantes.
Breve, directo y claro, los escoceses han votado a favor de decidir su futuro. ¡No hay fuerza democrática que pueda oponerse al nuevo referéndum!