Entrevista a Begoña Errazti
La presidenta de EA está convencida de que el debate que ha comenzado en el Parlamento vasco sobre el proyecto de Nuevo Estatuto Político es crucial para el futuro de Euskadi y de que su aprobación ha de suponer un avance soberanista que repercuta en el conjunto de los territorios vascos.
El domingo que viene EA celebrará el Aberri Eguna en Gernika. ¿Cuál será su mensaje?
Es el día nacional vasco y, por tanto, queremos insistir en la importancia de su celebración y recordar lo que tenemos pendiente hasta la constitución de un Estado vasco que nos ponga a la altura del resto de países del mundo.
¿Ve ese objetivo finalista más cerca que hace un año?
Creo que sí. Estamos en un proceso que, si no se trunca, necesariamente ha de ser de avance soberanista. La coyuntura actual es muy importante para hacer posible ese camino. Se están dando pasos fundamentales para la propuesta del Gobierno vasco y no hay que olvidar que se trata de una iniciativa que tiene que hacer guiños al resto de territorios del país. El concepto de la territorialidad es básico para nosotros. Este país tiene diferentes realidades administrativas y diferentes ritmos, pero lo importante es que todos puedan ir avanzando.
¿Qué influencia pueden tener en el debate los resultados del 14 de marzo?
El 14-M ha sido un momento de inflexión después de los ocho años del PP y del atentado de Madrid. Hay muchas incógnitas que el tiempo irá resolviendo, pero el hecho de que el PP no esté en el Gobierno y de que no haya mayoría absoluta obliga a que se tenga en cuenta a las diversas fuerzas políticas del Estado y a que el PSOE repare en la realidad plurinacional y la respete. No niego que se abren ciertas expectativas, pero no sé hasta dónde pueden llegar.
Por lo menos se están reorientando todas las estrategias partidarias, que daban por segura la continuidad del PP…
Contábamos con que el PP iba a seguir impulsando el proceso de retroceso democrático y de vulneración de las libertades individuales y colectivas. Esa situación hubiera continuado en caso de haber ganado el 14-M, endureciéndose aún más las condiciones y, probablemente, incluso llegando a generar una fractura total en la convivencia, tanto en Euskadi como a nivel general. Afortunadamente, todo eso ha quedado atrás.
Ante la nueva etapa socialista se perfilan dos posiciones bien definidas en Euskadi: la de los escépticos y la de los optimistas. ¿En cuál se sitúa?
Me sitúo en la de quienes consideran que hay muchas incógnitas por despejar y que dar ese paso corresponde al propio PSOE. Pero no debemos olvidar cual es la historia del Partido Socialista, al menos la más cercana en el tiempo. Durante los catorce años que estuvo en el Gobierno de Madrid no cumplió con las obligaciones que el Estatuto de Gernika exigía. El PSOE también estuvo relacionado con el terrorismo de Estado, y ahí está el GAL.
¿Qué grado de fiabilidad concede al PSOE de Zapatero?
En la etapa del PP en el poder, los socialistas han sido sus aliados continuos, como ponen de manifiesto, por ejemplo, la Ley de Partidos o ciertas modificaciones del Código Penal. Sin olvidar la firma del pacto antiterrorista, en la que los dos partidos tienen igual responsabilidad y que dio paso a la vulneración de libertades que hemos ido sufriendo en los últimos años. La lista sería bastante larga. El PSOE tiene voces muy distintas en su seno, no se puede equiparar a Maragall con Rodríguez Ibarra o con Bono, pero tenemos la sensación de que quienes van a mandar pertenecen a la línea dura, españolista y centralista.
No parece muy entusiasmada…
Hay que tener paciencia para ver si el PSOE sólo responde a un cambio de formas o si se atreve a encarar la problemática que existe en el Estado español. Habrá que ver si cumplen con el acuerdo que dio lugar al gobierno tripartito catalán y si respetan lo que desea la mayoría de nuestro país. Van a tener oportunidades para demostrar si los cambios se quedan en las formas o son de fondo.
¿Y en qué parámetros sitúa al PSE-EE?
Al PSE-EE lo veo anclado en el discurso del pasado. Eso se visualizó en la ponencia para la reforma del Estatuto, cuando pidieron la retirada de la propuesta del Gobierno vasco y se quedaron en el ?después ya veremos?. Hay que pedirles que realicen sus aportaciones para que podamos discutirlas. No se puede exigir a los demás que hagan dejación de sus planteamientos.
Dicen que Zapatero respetará la voluntad de los vascos, pero que no se sienten obligados ante la propuesta de un Gobierno en minoría…
La representación parlamentaria refleja la voluntad mayoritaria de la ciudadanía y es evidente que, hoy por hoy, la mayoría defiende un nuevo marco de relaciones con el Estado. No respetar a esa mayoría sería tanto como no respetar a la ciudadanía vasca. Por eso, no me encaja esa disquisición, que pretenden inteligente, realizada desde el Partido Socialista. No es más que una floritura verbal.
Existe un debate abierto sobre el grado de adhesión que resulta necesario para el Nuevo Estatuto Político. ¿Cree necesario compartimentar ese apoyo por territorios?
Desde mi punto de vista, el país es un todo. Hay que ver este proceso dentro de una coyuntura, como un paso concreto que se da desde una parte del país, desde la CAV, pero que debe posibilitar caminos de avance para el resto. EA enmarca la propuesta en esos parámetros. A partir de ahí, entiendo que la CAV es un todo. No podemos cometer el error de pensar que un territorio es distinto a otro. Estamos ante una propuesta legítima de un Gobierno legítimo y lo que salga del Parlamento habrá que respetarlo. No veo ningún sentido a compartimentar el apoyo al proyecto.
¿Esta nueva etapa puede ser el marco para el final definitivo de la violencia de ETA?
Estoy convencida de que sí. Encaramos un tiempo que va a suponer cambios fundamentales en torno a la pacificación, pero eso va a requerir grandes esfuerzos. ETA tiene que respetar la voluntad de la sociedad y abandonar las armas. La solución del conflicto vasco pasa por unas fases de diálogo y de respeto hacia lo que la sociedad quiere, sin utilizar la existencia de la violencia de ETA como argumento para negar el avance nacional. Estamos ante una coyuntura muy importante, uno de cuyos pilares es la propuesta del Gobierno vasco, en la que necesariamente vamos a tener que establecer puntos de encuentro entre los diferentes partidos, incluida Batasuna.
¿Cree que hay posibilidades de engarce entre la propuesta del Gobierno vasco y las posiciones de Batasuna?
Dependerá de la posición de Batasuna, pero debería tener una posición responsable. La lógica dicta que la responsabilidad política les deberá llevar a aceptar avances. No pueden sostener un planteamiento de ´todo o nada´. Deberán entender que los avances, que espero que se den a través de la propuesta que ha presentado el Gobierno vasco, son importantes para nuestro pueblo.
«Imaz habla mirando a partidos que no son sus socios de gobierno»
No parece que el tripartito de Gasteiz esté pasando sus momentos más dulces. La relajación política provocada por los resultados del 14 de marzo ha llevado a cada partido a marcar su terreno con mayor nitidez. La discreción que acompañaba a las discrepancias de los más próximos cuando al PP sólo se le podía hacer frente sin mostrar fisuras ha dado paso a un festival de reproches públicos.
Tras el 14-M afirmó que EA se había convertido en líder de la ?izquierda nacional? vasca. ¿Le parece ajustado a la realidad?
La definición de izquierda nacional es de EA y no veo porqué han causado tanta sorpresa mis afirmaciones. Valoramos de forma positiva los resultados logrados en unas elecciones generales que eran muy complicadas para un partido como el nuestro. Sabíamos que iba a producirse una polarización tremenda, sobre todo tras la masacre de Madrid y, por lo tanto, nuestros resultados han sido los previstos.
Sin embargo, usted denunció ciertas maniobras contra su partido…
Fuí sincera y reflejé lo que ha podido percibir toda la ciudadanía. Ha habido un intento clarísimo de manipulación de datos para hacer creer que EA perdía su representación en el Congreso de Madrid.
¿Se refiere a la encuesta del Gobierno vasco?
Es evidente que había datos que cualquier persona normal no podía entender. Con una mayor proporción de voto, se decía que EA podría perder su escaño en Gipuzkoa y a otro partido, con mucho menor porcentaje de voto en el mismo territorio, se le daba como ganador de un escaño. Esto es imposible. Pero al final su intento les ha salido muy mal y la ciudadanía vasca tiene una voz más que autorizada, importantísima cualitativamente, que es la de Begoña Lasagabaster, para defender a la nación vasca en el Parlamento de Madrid.
La propuesta de Iñigo Lamarca para Ararteko también ha generado una cierta marejada en el tripartito…
El procedimiento utilizado en este caso por el PNV ha sido absolutamente inadecuado a la hora de informar a sus socios de Gobierno. Cuando un nombre aparece en la prensa es malo tanto para la propia persona afectada como para la institución, que en este caso es fundamental para la ciudadanía vasca. Quien ha generado todo este lío ha sido el partido que no ha informado y no ha consensuado adecuadamente esta cuestión. Ha ?quemado? a la persona y ha ido en contra de la institución. No obstante, queremos dejar claro que EA respeta a Iñigo Lamarca y que está convencida de sus cualidades.
¿Se trata de una disfunción puntual en el seno del Gobierno?
Es una mala actuación de un partido que, lógicamente, se debe solventar.
¿Temen un acercamiento entre el PNV y el PSE-EE?
Escucho y leo declaraciones de líderes del PNV, fundamentalmente de su presidente, el señor Imaz, y es cierto que habla mirando hacia otros partidos que no son sus socios de gobierno. Eso puede tener muchas interpretaciones, y no tienen que ser necesariamente malas. EA también tiene relaciones con el Partido Socialista, porque estamos en un momento de tender puentes entre todos, pero esos contactos no nos llevarán nunca a una dejación de nuestros compromisos electorales respecto a la propuesta de Nuevo Estatuto Político presentada por el Gobierno vasco.
Se muestra satisfecha de la fortaleza electoral de EA, pero ¿cuál es el grado de cohesión interna tras el congreso que celebraron en noviembre?
Todo va bien. Ha quedado claro que el nuestro es un proyecto con una base ideológica clarísima compartida por todos. En los momentos congresuales se producen movimientos en éste y en cualquier otro partido y eso es normal. En todo caso, estamos satisfechos con la forma en que se han desarrollado las cosas con posterioridad al congreso.
En Navarra ustedes han participado en la nueva coalición ?Nafarroa Bai?. ¿Cómo valoran la experiencia?
Ha sido una experiencia muy positiva y supone tener representación directa en Madrid a través de una diputada excelente como será Uxue Barkos. Además, se ha quitado un escaño a UPN-PP. Por lo tanto, se trata de una buena noticia que permite visualizar de forma equilibrada la relación de fuerzas existente en la Comunidad Foral.
¿Le parece una fórmula trasladable a unos comicios autonómicos?
Todavía falta mucho para las próximas elecciones forales y en estos tres años pueden pasar muchas cosas. No digo ni que no ni que sí, sino que hay que ir viendo como se desarrollan las diversas circunstancias.
Joseba Arruti. deia.net
Fuente: Begoña Errazti