Todo lo hacemos las personas.
Las personas tomamos decisiones, las personas damos el primer paso, y las personas cerramos una etapa.
Para seguir haciendo, sin embargo, necesitamos referentes; la referencialidad de quienes nos han precedido en el camino; la vida de quienes vivieron antes que nosotras; la piedra en la que fue grabado nuestro pensamiento. Recuperando estas referencialidades, y las historias de estas personas, recuperamos también la historia de nuestros pueblos.
Ciertamente, ha habido mucha gente importante que ha trabajado duro para borrar la historia de nuestros pueblos, pero gracias a personas humildes pero dignas, esta historia y esta cultura han sobrevivido hasta llegar a nosotras. Y ahora nos toca ser la memoria viva de todos estos trozos de historia, montar nuestro presente con ese conjunto de piezas, y con esa base, construir el futuro.
El 5 de febrero de 1939 el Lehendakari Jose Antonio Agirre y el President Lluís Companys comenzaron su andadura en el exilio, para desde fuera intentar gobernar sus pueblos. Casi 80 años más tarde, la mitad del Govern catalán está en prisión, y la otra mitad exiliada por motivos políticos.
El 11 de septiembre de 1973 el militar golpista Pinochet bombardeó la democracia chilena, apresando, torturando, desapareciendo y matando a miles de personas. Una de ellas fue el profesor y cantante Víctor Jara. Durante 45 largos años el pueblo chileno ha mantenido viva la memoria de Jara, y ha reclamado justicia. Y ha llegado; 45 largos años después, 8 militares han recibido un golpe a la impunidad. Los familiares, contentos, han dicho: “Es una derrota importante para quienes quieren negar la historia”.
El 3 de marzo de 1976 mediante un ataque armado contra la clase obrera sin precedentes, en el estertor del franquismo, la policía española asesinó a 5 trabajadores, e hirió a más de 100. Si bien es sabido que el ministro Martín Villa fue quien dio la fatal orden, a día de hoy nadie ha sido juzgado por estos hechos. Gasteiz no olvida a los 5 compañeros, y los lleva dignamente en la memoria. Tanto que varios miembros de la Asociación 3 de Marzo han estado esta semana en el Parlamento Europeo pidiendo justicia y recuperando la historia. Y vendrán la justicia y la verdad, si recordamos los hechos, si los mantenemos vivos, y si contamos nosotras la historia.
El 8 de julio de 1978, en pleno San Fermín, la policía franquista entró a una plaza de toros llena de personas con esta orden directa: “Salid a la plaza y tirad lo más fuerte que podáis, que no os importe matar”. Y no les importó tirotear y matar al joven Germán Rodríguez. 40 años más tarde, los y las pamplonesas han llenado la plaza del Ayuntamiento. Con Germán en la memoria, han dicho STOP a la impunidad, y han reclamado otra vez la justicia que llegará si mantenemos viva la memoria.
Casos como estos hay miles y miles en nuestras personas y en nuestros pueblos. Algunos los mantenemos, pero desgraciadamente otros muchos han sido silenciados, o peor aún, nos han querido imponer otra memoria. ¿Por qué recordamos el 18 de julio? ¿Por qué sabemos tanto de los huesos de Sanjurjo y Mola, y tampoco sobre los que están en las cunetas? ¿Por qué el ducado de Franco no está caducado?
En el momento actual es necesario hacer una reflexión y ver qué hacemos cada una de nosotras para sostener la memoria escondida. Todos somos parte de la historia, todos tenemos una historia. Pues bien, la historia silenciada de todas esas personas es la que debemos recuperar, porque recuperando nuestra pequeña historia contribuimos a hacer Historia.
Iria Epalza Markoartu
Secretaria de Comunicación de Eusko Alkartasuna