Artículo de opinión de José Ramón Urrutia El pasado mes de febrero recogía una información sobre la previsión debatida en el seno de la Organización Mundial del Comercio (O.M.C.) de recortar los aranceles del atún del 24 al 7% en un plazo de siete años, con el objetivo de liberalizar el mercado de este producto.
En el momento actual, el Estado Español y el País Vasco serían los más afectados, dado que la actividad de este sector acapara un porcentaje superior al 65% en la Unión Europea.
El Estado Español cuenta con la mayor flota atunera congeladora de Europa y una de las más importantes del mundo, pues el volumen de capturas supone el 20% de las capturas mundiales. En total son 35 barcos, de los cuales 23 son vascos, según nuestras noticias, empleando entre 600 y 800 arrantzales, es decir más de la mitad de la flota. Por cierto con un buen nivel tecnológico y no demasiada antigüedad gracias a que en los últimos años se ha hecho un importante esfuerzo renovador e inversor.
Es necesario recordar que el Estado Español es el primer productor de conservas de atún de la U.E., con 251.000 Toneladas, y el tercero a nivel mundial, tras Tailandia y EE.UU., en cuanto a la comercialización de la conserva de atún. De las 135 plantas conserveras existentes en el Estado, 64 de ellas son gallegas, lo que supone el 80% de la producción, y 18 son vascas, lo que representa entre un 12 al 14% de la producción, empleando de 1.500 a 2.000 personas directas en la conservería del atún.
La problemática y los efectos de tipo socioeconómico que la decisión pudiera generar en la economía vasca, han movido a este senador de Eusko Alkartasuna a plantear una pregunta oral en el pleno del Senado celebrado el pasado día 26 de abril en los términos siguientes ´¿Qué previsiones tiene el Gobierno en relación con la puesta en marcha de algún plan de acción para reestructurar el subsector conservero del atún a fin de dotarlo de mayor competitividad en el mercado global?´
Que se ciernen ciertos nubarrones sobre el subsector conservero del atún y, como consecuencia, sobre el de la flota congeladora, y que es necesario empezar a llevar a cabo ciertas actuaciones, lo puso de manifiesto la Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, señora Espinosa Mangana, cuando a la pregunta planteada, contestó, textualmente, que ese mismo día iba a mantener una reunión con la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas en la que iba a analizar los problemas del sector de conservas de atún y la incidencia de la prevista liberalización comercial a nivel internacional, al existir un estudio de ámbito europeo sobre el impacto del rápido desmantelamiento arancelario que se propone llevar a cabo la O.M.C.
El peligro que se puede plantear en el sector tiene su origen en que gran parte de los países asiáticos (China, Tailandia, Filipinas, etc.), trabajan con barcos no totalmente legalizados, practican una pesca no responsable, lo cual puede conducir al agotamiento de las especies, y, por otro lado, las condiciones laborales en sus conserveras son bastante lamentables, dando empleo a menores de edad, con sueldos muy insuficientes, y sin olvidar que las condiciones sanitarias, tampoco son en algunos casos, las mas adecuadas.
El Ministerio parece consciente del problema que plantearía la deslocalizacion de empresas del sector conservero, están ya adoptando, tal como dijo la ministra, medidas encaminadas a proporcionar ayudas que incentiven la investigación, el desarrollo y la innovación con el fin de proporcionar los medios adecuados para una mayor competencia y productividad, y una estrategia empresarial mejor.
Por otra parte, el futuro Fondo Europeo de la Pesca podría otorgar ayudas de carácter social a las zonas de convergencia, que incentivarían, sin duda, la permanencia de las empresas en los lugares de origen, y tendrían el consiguiente efecto de frenado de la deslocalizacion. Además, según la ministra, en cuanto a las medidas de protección de este sector en foros internacionales, el Gobierno está desarrollando una estrategia de defensa de los intereses del sector atunero con objeto de favorecer tanto su capacidad, como la competitividad, y según ella, vela y velará por los intereses de este sector en los foros en los que se debata el desarrollo de los principales instrumentos reguladores de comercio exterior, tales como la O.M.C. y acuerdos con terceros países.
La debilidad del sector de la pesca, la situación actual de la pesquería de la anchoa (otro tema de pregunta a la ministra hace un mes), y las consecuencias que se puedan derivar de esta prevista liberalización comercial del sector conservero del atún, y sus posibles efectos socioeconómicos en la economía vasca y en los pueblos de la franja costera, nos exigen a todos llevar a cabo un esfuerzo especial de seguimiento y apoyo incondicional.
José Ramón Urrutia Elorza
Senador de Eusko Alkartasuna por el País Vasco
Fuente: José Ramon Urrutia