El proceso de elección de nuevo secretario general del PSOE no aborda los retos prioritarios del Estado, ya que ha sido un proceso de renovación de nombres y caras pero sin la reflexión político-económica necesaria. Es decir, el tan publicitado proceso de “renovación interna” se ha limitado a un cambio de cara.
Un proceso de este tipo está muy alejado de los procesos internos establecidos en Eusko Alkartasuna, cuya renovación periódica de órganos de dirección va siempre y necesariamente unida al debate de ponencias políticas.
El PSOE, sin embargo, ha elegido nuevo secretario general, abordando un cambio de caras a todas luces necesario, pero no ha realizado un debate político y de ideas para abordar los retos más necesarios en el Estado actualmente.
Desde un punto de vista de Euskal Herria, está claro que el PSOE sigue en la misma línea de negación de derecho a decidir y obviando las demandas de la sociedad vasca. Así, las renovaciones de las ejecutivas de Hego Euskal Herria no dejan grandes expectativas de cambio. A pesar de que lo sucedido en Catalunya, donde la negativa del PSC a implicarse en proceso soberanista le ha creado una situación de crisis y ha generado una pérdida de votos sin precedentes, no parece que PSE y PSN estén dispuestos a abordar una reflexión política que les haga aceptar el principio democrático del derecho a decidir.
Del mismo modo, la falta de propuestas en materia socioeconómica demuestra hasta qué punto el proceso del PSOE ha sido de maquillaje. Ya que en una situación en la que las consecuencias de la crisis económica han producido desempleo y situaciones dramáticas en muchas familias la falta de propuestas en este sentido ha sido claro.