El cabeza de lista de EA por Gipuzkoa, Jesús Mari Larrazabal, durante la entrevista.Foto: gorka estrada
.¿Qué le ofrece el programa electoral de EA a Gipuzkoa?
El compromiso fundamental de hacer frente a la crisis en la CAV y, en especial, en Gipuzkoa, donde es necesario apoyar a las pequeñas y medianas empresas que sustentan la industria. Por eso, EA ofrece medidas de choque para crear empleo, como aumentar el gasto y la inversión pública y desarrollar proyectos de investigación, innovación, políticas sociales, fiscales, educativas, sanitarias… Vienen tiempos preocupantes y lo importante es que la gente normal, que vamos todos los días a trabajar, tengamos empleo porque si no, no tendremos de qué vivir.
¿Es tarde para la fusión de las cajas?
No sólo no es tarde, sino que es completamente obligado hacerlo. No puede ser que Kutxa vaya adelante con su Plan Estratégico propio. Andalucía va a tener una caja única, irán apareciendo más en el Estado y nosotros necesitamos una gran kutxa. Después de las elecciones, hay que retomar el proyecto de fusión.
¿Apoya la construcción del TAV?
Por un lado, es fundamental invertir en mejoras ferroviarias como el desdoblamiento de la vía de Euskotren desde Bilbao hasta Hendaia, un elemento vertebrador del territorio. A su vez, no podemos quedar al margen de esa Red Europea de Infraestructuras Transnacionales en la que está el TAV. Respecto a este proyecto, hay que destacar que es un disparate que entren factores exógenos como ETA, que ni tiene legitimidad ni representa a nadie.
Otra gran infraestructura de transportes, el puerto exterior de Pasaia, ¿cuenta con el respaldo de EA?
Hay que revisar el proyecto porque existe un sobredimensionamiento del mismo. Hay que tener en cuenta la competencia que suponen las dársenas de Bilbao y Baiona a la hora de definir la infraestructura para que tenga viabilidad económica. Además, es muy importante que el impacto ambiental sea el mínimo.
¿Qué futuro le augura al aeropuerto de Hondarribia?
No da para mucho más. Teniendo el de Loiu, el de Vitoria y el de Biarritz, la ampliación de la pista no tiene mucho sentido. Debe mantenerse como está actualmente, introduciendo mejoras técnicas y operativas por parte de AENA, y convertirlo en un punto de acceso a nodos.
Tras los escándalos del Museo Balenciaga, ¿ve viable el proyecto?
La desaparición de fondos museísticos me parece una manifestación impresentable de la miseria humana. Pero no es sólo cuestión de un pañuelito, había escandalosas irregularidades presupuestarias. Ahora, han surgido voces autorizadas que dicen que se han solventado los problemas y que van a retomar el proyecto de manera seria. Lo único que tengo que decir es: que así sea.
¿Cueva o cantera? ¿Qué defiende para Praileaitz?
En primer lugar, cueva. En Praileaitz hemos tenido una intervención constante y protectora de la cueva a través del alcalde de Deba, que es de EA. Si se nos va la cueva, se nos va un bien histórico de primera magnitud. Salvada ésta y sus aledaños, habrá que ver qué queda de cantera.
¿Las disensiones internas de su partido pueden pasarle factura en las elecciones?
Creo que no ha habido disensiones, de hecho, al contrario. Por la parte que me toca, el 75% de la asamblea nacional ha apoyado las listas electorales y yo tengo el honor de encabezar la de Gipuzkoa. Visto lo que está cayendo en el resto de los partidos, con el libro de María Antonia Iglesias o con la corrupción de Majalahonda, considero que estoy en una situación paradisíaca.
Esta vez se la juegan sin el PNV, ¿les perjudicará el voto útil del abertzale que pretende evitar que gane López?
No soy partidario de aplicar esos principios porque parece que las elecciones sobran y que basta con hacer un cara o cruz entre Ibarretxe y López, y no es así. La cosa es más complicada que todo eso, sobre todo en Gipuzkoa, que es un territorio ideológicamente muy plural.
¿El que la izquierda abertzale pida el voto nulo puede hacer que EA pierda la oportunidad de captar parte del voto de este sector?
Rotundamente no. No creo que afecte ni positiva ni negativamente porque EA tiene su propia visión de estas elecciones, plantea sus mensajes con la mayor claridad posible y aspira a convencer no sólo a los convencidos, sino también al gran porcentaje de indecisos que supera el 25%. Queremos que el mensaje de EA vaya a esa gente que constituye nuestro electorado natural pero que se abstuvo en las últimas elecciones. Queremos animarles a votar, recuperar ese sector escéptico o cansado.
Imagine que soy un indeciso, ¿cómo me convencería para lograr mi voto?
Una razón muy fuerte es que se decante por el voto a EA porque, especialmente en Gipuzkoa, va a ser decisivo, va a poder ser utilizado para decidir hacia qué lado se orientan el nuevo Parlamento y el Gobierno Vasco.
¿Y hacia qué lado inclinará la balanza EA? ¿Reeditará el tripartito o se plantea un gobierno ‘a la catalana’ con PSE y EB?
La posibilidad de un gobierno a la catalana es muy remota, el PSOE, que es quien realmente manda aquí, no el PSE, debería dar un cambiazo enorme
porque salimos de un gran golpe en contra de la consulta y no vamos a hacer ningún ejercicio de masoquismo. El tripartito puede ser una solución mucho más fácil porque hay una experiencia de gobierno conjunto, pero EA se ha presentado sin ningún compromiso previo de pacto y, por tanto, las condiciones programáticas a discutir para formar el gobierno serán muy miradas.
¿Qué opina de un posible pacto PNV-PSE?
En este momento es lo más temible, para este pueblo puede ser difícil de soportar. Si el día 2 de marzo Ibarretxe va de la mano del PSE aparecería el PNV real, no el de campaña, sino el que pacta en Madrid los presupuestos del Estado mientras le dan un golpe brutal a la consulta.
Enlace: Entrevista en Diario de Noticias de Gipuzkoa
Fuente: Ana Paguey/Diario de Noticias de Gipuzkoa