El consejero Joseba Azkarraga anuncia algunas de las medidas que contempla el Plan de Siniestralidad 2003-2006, que extenderá el control de la prevención a 330 mil trabajadores, es decir, la mitad de la población trabajadora de la CAPV
El consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, ha presentado hoy al nuevo responsable del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral, Ignacio Murgia Mañas, cuyo nombramiento fue publicado el pasado lunes en el BOPV.
En la comparecencia ante la prensa, Azkarraga dio cuenta de los últimos resultados referentes al plan de lucha contra la siniestralidad que desarrolla el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco. Estos datos corresponden al acumulado de todo el 2002, lo cual permite analizar los resultados del plan durante ese año, y también en comparación con los obtenidos por ese mismo plan en 2001.
En las empresas tuteladas por el plan de lucha contra la siniestralidad en la CAPV, el número de accidentes durante todo el 2002 fue de 25.004, frente a los 29.227 del año anterior, es decir: un 14,45% de descenso.
Los accidentes mortales se redujeron en un 60,94% por ciento en 2002 respecto a 2001. Si en 2001 en las empresas acogidas al plan los fallecimientos fueron 64, en 2002 descendieron hasta 25, es decir, más de un 60 por ciento.
Los accidentes graves también se redujeron. En concreto, un 32,18%, al registrarse 196 siniestros de este tipo en 2002 frente a los 289 de 2001.
Los leves también siguieron esa tendencia, al pasar de 28.874 en 2001 a 24.783 en 2002, lo que supone un descenso del 14,17%.
Respecto al índice de incidencia (nº de accidentes por cada mil trabajadores), las empresas del plan han logrado reducirlo de 131,69 por cada mil, en 2001, a 109,84 por cada mil.
El consejero subrayó, en este punto, un dato que, a su juicio, ´aporta otra dimensión a estas estadísticas´. ´Estoy hablando de que esta reducción significativa de la siniestralidad en las empresas de nuestro plan se produce justamente cuando la cifra de esas empresas tuteladas por el plan -y, por tanto, de trabajadores y trabajadoras- ha aumentado de manera sustancial´.
Así, si en 2001 fueron 1.306 empresas las que abarcaba el plan, en 2002, fueron 1.911. Si traducimos estos guarismos a número de trabajadores y trabajadoras, de los 98.000 a los que acogía el plan del Departamento en 2001, se ha pasado en 2002 a 222.000, mucho más del doble.
Teniendo en cuenta que la cifra de trabajadores del conjunto de las empresas, es decir, la suma de las que están en el plan y las que no, era en 2002 de 696.034 trabajadores, eso supone que el plan de lucha contra la siniestralidad del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social alcanzaba ya a 1 de cada 3 trabajadores y trabajadoras de la CAPV.
POR SECTORES
Volviendo a las empresas del plan, y desgranando los datos por sectores:
En la Construcción, durante todo el 2002 hubo un 50% menos de accidentes mortales que en 2001 (5 frente a 10). Un 33,33% menos de graves (38 frente a 57). Y un 11,20 menos de leves (4.812 frente a 5.419). En total, la reducción de la accidentalidad en las empresas del sector acogidas al plan fue de 11,50 en 2002 respecto a 2001.
En Servicios, la reducción fue del 14,93%. Los que más bajaron fueron los mortales, un 73,08% (de 26 a 7). Después, los graves, un 28,75% (de 80 a 57). Y finalmente, los leves, que se redujeron en un 14,65% (de 9.344 a 7.975).
En Industria, también bajó la siniestralidad, en concreto un 15,67%. Bajaron los mortales, un 35% (de 20 a 13); los graves, un 31,91% (de 141 a 96); y los leves, un 15,48% (de 13.811 a 11.673).
Por último, el sector primario fue el único que experimentó un leve incremento en sus cifras de siniestralidad, un 2,82% para ser exactos. Esto se explica por las características propias del sector, en el que se agrupa un porcentaje de trabajadores (agricultura y pesca) que son apenas el 2,5% del total, con lo que las variaciones en números absolutos se traducen en alteraciones más significativas en términos porcentuales. Eso sí, en 2002 no hubo ningún accidente mortal, frente a los 8 de 2001; mientras que los graves bajaron de 11 a 5 (un 54,55%); y los leves aumentaron de 300 a 323 (un 7,67%).
POR TERRITORIOS
La siniestralidad, tanto la mortal como el resto, descendió en las empresas del plan durante 2002 respecto a 2001 en todos los territorios históricos de la CAPV.
En Araba, un 11,86%, que se desglosa así: 50% menos de mortales (3 frente a 6); 34% menos de graves (33 frente a 50); y 11,63% menos de leves (5.047 frente a 5.711).
En Bizkaia, el descenso fue de un 13,34%. Los mortales pasaron de 39 a 9 (lo que supone una reducción del 76,92%); los graves, de 139 a 100 (28,06% menos); y los leves, de 15.153 a 13.162 (13,14% de descenso).
En Gipuzkoa fue donde más se redujo la accidentalidad, un 18,19%. Si en 2001 hubo 19 accidentes mortales, en 2002 fueron 13 (-31,58%). Los graves pasaron de 100 a 63 (-37%); y los leves, de 8.010 a 6.574 (-17,93%).
CONCLUSIONES-Las empresas tuteladas por el plan del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social lograron una reducción de más del 60 % de los accidentes mortales en 2002 respecto a 2001.-Ese descenso fue de un 50% en la Construcción, un sector que sigue centrando nuestros principales esfuerzos. -El número total de siniestros bajó un 14,45% de 2001 a 2002. Descendieron, igual que los mortales, los graves, un 32,18%, y los leves, un 14,17%.-Esta reducción en la siniestralidad es aún más importante, teniendo en cuenta que ha ido en paralelo con un aumento del número de empresas y de trabajadores tutelados por el plan. Concretamente, se ha pasado de 92 mil trabajadores en 2001 a 222 mil en 2002, mucho más del doble.-Estas cifras no contemplan el hecho de que desde el 1 de enero de 2003, todas las empresas de construcción estén incluidas en el plan.
ACTUACIONES
El titular de Justicia, Empleo y Seguridad Social avanzó, asimismo, algunas de las actuaciones novedosas y de importancia que recogerá el Plan contra la Siniestralidad 2003-2006 que ultima el Departamento que dirige y que se trasladará al Parlamento:
1.- En primer lugar, destacó una vertiente de FOCALIZACIÓN. Se va a actuar preventivamente sobre empresas y sectores con mayor riesgo. Fundamentalmente, en el sector químico, en las empresas del Metal de más de 35 trabajadores, además de en TODAS las empresas de Trabajo Temporal y de la Construcción. En el caso de las ETT´s, nuestros estudios han llevado a determinar su inclusión, porque siendo un porcentaje exiguo del total de la población general de trabajadores, su índice de siniestralidad es alto (3%) para el sector servicios donde se inscriben. Además, hemos detectado que en muchas ocasiones, la coexistencia de una empresa contratante con la propia ETT exigiría una mayor y mejor coordinación entre ambas en materia de prevención, un frente en el que queremos ahondar.
2.- Junto a ello, subrayó el elemento de la ANTICIPACIÓN. Es decir, se pretende actuar antes de que se produzcan los accidentes y examinando los factores de riesgo más importantes.
3.- Se controlará a todas las empresas que durante el año 2002 hayan registrado más de cuatro accidentes leves; uno o más graves; o uno o más accidentes mortales, siempre que no sea in itinere o por causas no traumáticas.
La diferencia esencial con el plan anterior es que en el presente año se incluirán las empresas con uno o más accidentes graves (antes eran 2 ó más graves) y, sobre todo, que pasarán al plan todas las empresas que incurran en estos supuestos, independientemente de su índice de incidencia. Hay que recordar que hasta ahora, el criterio era la inclusión de aquellas empresas con un índice de incidencia superior en un 25% a la media del sector.
Ahora, al margen de cuál sea su índice, todas las empresas que registren más de cuatro accidentes leves; uno o más graves; o uno o más mortales, se incorporarán al plan.
Esto supondrá que pasemos de las 1.911 empresas que ahora mismo se contabilizan en nuestro plan, a unas 5.200, cerca de tres veces más.
Dicho de otra forma, de los 222 mil trabajadores a los que se extiende el plan, pasaremos a abarcar una cifra en torno a los 330 mil, o sea, cerca de la mitad de la población trabajadora de la CAPV.
4.- Se va a poner en marcha el primer plan de lucha contra las enfermedades profesionales. Creemos que hay que pasar del concepto restringido de enfermedad profesional al concepto más amplio de enfermedad derivada o relacionada con el trabajo.
Manejamos estudios que afirman que se declara en torno al 10% de las enfermedades profesionales que realmente existen.
Nuestro trabajo en este apartado va a aplicarse en la información, la formación y la intervención.
Así, pretendemos especializar la formación de los médicos de asistencia primaria para lograr detectar enfermedades relacionadas con el trabajo.
También queremos prestar especial atención a las patologías producidas por los fenómenos derivados de los nuevos modos de producción: el mobbing, el burn out o síndrome del quemado
5.- Crearemos también nuevas herramientas para el control exhaustivo de la siniestralidad.
Entre ellas, el SISAL (Sistema de Información de Datos sobre Salud Laboral), una aplicación informática novedosa que será alimentada por los sistemas de gestión de la prevención en las empresas, quienes a su vez podrán disponer de toda la información sobre salud laboral en sus empresas.
Unido a este servicio, destaca también el Observatorio de siniestralidad, que arrancará en su primera fase y cuya vocación es prospectiva. Es decir, no sólo tiene que tener la capacidad de identificar las causas de la siniestralidad actual, sino que debe examinar y en cierta forma aventurar las tendencias de los cambios que se puedan producir en el futuro y que pueden afectar a las causas de la siniestralidad.
Fuente: Joseba Azkarraga