Begoña Errazti. Presidenta de EA

La presidenta de EA subraya que el tratado que se someterá a referéndum -«que no es Constitución», recalca­ tiene importantes carencias tanto en lo que se refiere a los derechos nacionales y lingüísticos como a la hora de garantizar los derechos sociales. A estas alturas de la campaña, cuando todas las posturas están claras, ¿piensa que el «no» tiene posibilidades de triunfar en Euskal Herria? Desde nuestro punto de vista, hay dos modelos de Europa en liza. No sé cuál va a ser el resultado, pero sí parece que va a haber una gran abstención. Las decisiones que se toman en la UE cada vez nos afectan más como pueblo. Por lo tanto, no nos podemos olvidar de ese referente. El tratado constitucional es fruto de los jefes de gobierno y de los estados y surge con un déficit democrático porque la ciudadanía no ha participado. Los padres de la criatura son Aznar, Chirac y Berlusconi, que tienen un modelo de sociedad que no concuerda con el de EA. Es un modelo neoliberal, conservador, que consagra el libre mercado, pero, a la vez, no asegura un desarrollo social paralelo. Este tema es central y fundamental. Estos derechos dependerán de la voluntad de los estados y esto es algo que no puede ser. No hay planteamientos como una renta social o pensiones. Además, se nos quiere eliminar a los pueblos, que hemos hecho realidad la Europa actual y la democracia frente a los estados. Euskal Herria como pueblo no tiene sitio en la UE y se nos cierra la puerta, igual que a los escoceses, a los galeses, a los bretones o a los catalanes. Los pueblos están en el origen de la creación de la actual UE en la idea de hacer frente a los imperialismos fascistas que dieron origen a la Segunda Guerra Mundial. Un partido que defiende los derechos nacionales del pueblo vasco no puede apoyar este tratado. Además, también nos niegan los derechos lingüísticos, lo que es otro de los pilares de nuestro ‘no’. No nos tienen en cuenta a quienes hablamos lenguas distintas a las de los grandes estados. Aquí no hay término medio. -El Gobierno español ha organizado este referéndum, pero se le ha reprochado falta de impulso a la participación ciudadana o al debate sobre el tratado… Este tratado lo han decidido los jefes de gobierno en Amsterdam, Maastricht y Roma. El PSOE ha tenido mucha prisa para buscar un plus en Europa y ser los primeros en ratificarlo. Lo lógico es que se hubiera creado como una Constitución y que hubiera habido un debate parlamentario. ¡Es que esto lo hizo Aznar! Sorprende que Rodríguez Zapatero, a quien se supone una posición progresista, haya aceptado el modelo de Aznar, que pretende cerrar las puertas a los pueblos de Europa y es muy conservador. -La postura del PSOE es curiosa, pero la del PNV no lo es menos. ¿Cómo se entiende su apoyo a un tratado? Es sorprendente. Con todos mis respetos a las decisiones y a los debates internos de cualquier otro partido, me parece una decisión sorprendente. El otro día el parlamentario del PNV en Nafarroa, José Luis Etxegarai, señalaba que no nos dejaban hablar en euskara y no nos dejaban estar donde se decide, pero que iba a votar que sí. Supongo que ahí tendrán mucho que ver las relaciones futuras con el PSOE. -En esta campaña, Josu Jon Imaz ha señalado entre otras cosas que el triunfo del «no» sería una victoria de la extrema derecha y que supondría un rechazo de Euskal Herria a la UE. ¿Qué opina de estos planteamientos? La apuesta de EA en este campaña es no ir a grandes maximalismos, sino a informar y formar a la ciudadanía. Queremos exponer que este articulado dice tal cosa y que impide tal otra. No buscamos frases grandilocuentes, sino la reflexión sobre lo que se ha escrito. Prefiero esa campaña y hablar del euskara, de que no vamos a estar presentesen los ámbitos de decisión y de que los derechos sociales pueden ser recortados por los estados. En un discurso se pueden decir muchas cosas, pero es mejor ir a lo concreto. Uno de los principales actos de esta campaña ha sido la manifestación del pasado sábado en Bilbo, en la que estuvieron unidos EA, Batasuna, Aralar, EB y los principales sindicatos. Se dio una imagen de izquierda vasca frente al modelo neoliberal. ¿Es real? Es una coincidencia en determinados temas. Y es bueno que exista. Precisamente, la pluralidad hace que existan distintas opciones y distintos prismas de ver las cosas. Es un ejercicio democrático y una realidad de quienes nos oponemos a este tratado. Es algo a tener muy en cuenta. Hay muchos ciudadanos y ciudadanas en Euskal Herria que saben de qué estamos hablando y que este tratado, aunque puede tener sus cosas buenas, tiene muchos inconvenientes que nos afectan a la hora de vivir en el día a día y a la hora de que exista una igualdad de oportunidades verdaderamente real. gara.net

Fuente: Begoña Errazti