El secretario territorial de EA atribuye a Aralar y PNV la “expulsión” de su partido de Nafarroa Bai, coalición que, sostiene, “nada tiene que ver con sus principios inspiradores”. Asegura que irán a las elecciones para defender la unidad abertzale “sin vetos ni exclusiones”
PAMPLONA. Han sido semanas especialmente intensas en la sede de Eusko Alkartasuna, donde ahora se trabaja en la elaboración de “más de una treintena” de candidaturas para las elecciones del 22 de mayo. Un reto complicado porque, explica Maiorga Ramírez, “hasta hace 20 días la apuesta era Nafarroa Bai”. Pese a todo, el secretario territorial de EA destaca que el suyo es un partido con una trayectoria “solvente” que ha sabido marcar “las líneas ideológicas que concitan la adhesión del ámbito abertzale”. “Hemos apostado por la inclusión y la suma de abertzales, principios con los que seguiremos comprometidos en el proyecto político y electoral en el que estamos trabajando”, afirma el dirigente de EA, que critica con dureza la actitud “partidista y excluyente” de Aralar y PNV, coalición que no reconoce como Nafarroa Bai. Ramirez será además el candidato de Eusko Alkartasuna al Parlamento de Navarra en una lista en la que, asegura, no habrá personas vinculadas a la izquierda abertzale. “Si Sortu es legal, estudiaremos la posibilidad de llegar a un acuerdo, pero ahora mismo es algo implanteable”, sostiene.
¿En qué situación se encuentra EA tras su salida de NaBai?
Como el conjunto de los abertzales de Navarra, en EA hay perplejidad y tristeza porque se ha perdido una oportunidad histórica de acumular fuerzas para desbancar de las instituciones a la derecha foral y española. No obstante, vamos a actuar con la responsabilidad y el aplomo necesarios para enfrentarnos a la situación histórica que vive el país.
¿Cómo interpreta todo lo que ha ocurrido estos dos meses?
Esto es algo que viene de más atrás. Hace más de un año que Aralar inició un proceso de fagocitación de NaBai, puso fecha de caducidad y llegó a afirmar que tendría ocho parlamentarios yendo en solitario. Al final nos han expulsado sólo porque queríamos estudiar la posibilidad de encuentro entre todas las formaciones abertzales en Navarra. Pero era la culminación de una estrategia que estaba en la mente de algunos desde hace año y pico, aun a costa de echar por tierra las posibilidades del cambio político en Navarra.
¿Por qué la asamblea nacional de EA rechazó firmar el documento de compromiso con NaBai?
Eso no fue así. Firmamos el documento en el que nos comprometíamos claramente por NaBai para los próximos cuatro años, y dijimos que nuestra apuesta institucional era exclusivamente NaBai. Lo que no aceptamos es que ello supusiera romper nuestros acuerdos con la izquierda abertzale. Era un chantaje en toda regla, sobre todo cuando jamás se han planteado exigencias similares ni a Aralar por sus compromisos con IU, ni al PNV por apoyar los recortes sociales de Zapatero.
Pero estos pactos no tienen afección electoral en Navarra. Sin embargo tanto “Lortu Arte” como “Euskal Herria Ezkerretik” mencionaban a la Comunidad Foral.
Esos compromisos tampoco tienen afección electoral en Navarra. Lo dijimos una y otra vez, y lo pusimos por escrito. Lo que no se entiende es por qué es contradictorio con NaBai un acuerdo estratégico independentista comprometido con las vías exclusivamente políticas y pacíficas, y no lo son los acuerdos del PNV con el PSOE en Madrid para recortar derechos sociales, y que sí afectan a Navarra. Ni que el mismo día de la expulsión de EA, Aralar proponga su fusión con la izquierda abertzale.
Habla como si EA no tuviera ninguna responsabilidad…
NaBai fue posible cuando Aralar realizó su transición, y fue un acierto el papel de puente que realizó EA en ese momento. La situación ahora es parecida. Termina el ciclo de violencia, y EA coadyuva para que eso sea así.
Sin embargo, la izquierda abertzale nunca llegó a pedir su ingreso en NaBai. Planteaba una unión con Aralar y EA exclusivamente.
La izquierda abertzale aceptaba NaBai como sujeto, y lo mínimo que se podía hacer era mantener una reunión. La transformación política de la izquierda abertzale ha situado a Euskal Herria en un momento histórico clave, porque ha entendido que una masa democráticamente articulada consigue más que todas las pistolas del mundo.
¿No cree que tal vez la izquierda abertzale lo que buscaba era dinamitar una coalición con la que ha confrontado duramente?
Esto hay que verlo con perspectiva. Se están produciendo cambios muy importantes en este país, seguramente los más importantes en los últimos 30 años, y los tiempos están demostrando que la clave de futuro reside en el encuentro entre todos los abertzales. En Navarra hay una gran masa social que no entiende que, en una situación histórica como esta, los abertzales no seamos capaces de ponernos de acuerdo para hacer frente a la derecha.
Siempre que llegan las elecciones se habla de momento histórico. ¿Por qué esta vez es diferente?
Porque se da una conjunción de dos momentos históricos. Por un lado, la apuesta de la izquierda abertzale posibilitaba una colaboración que por la presencia de ETA no se había podido dar hasta ahora. Además, por primera vez la derecha concurre atomizada. Había una posibilidad real, y había que haberlo intentado.
¿Con qué programa y objetivos irá EA a las elecciones de mayo?
Queremos ofrecer una apuesta de inclusión de las diferentes sensibilidades abertzales que crean que la unidad es el valor fundamental que debe guiarnos en Navarra. Será una opción abertzale acorde al momento histórico, que ofrecerá medidas para dar una salida social a la crisis y con compromisos en materia de consolidación de un sistema del bienestar.
¿Cree que la sociedad va a saber diferenciar la propuesta de EA de la de Nafarroa Bai?
Sí, porque PNV y Aralar tienen graves déficits de mensaje y de oferta electoral.
Pero el programa electoral de NaBai es el que ustedes han defendido hasta ahora y sigue siendo el mismo.
Pero PNV y Aralar han priorizado los partidismos frente a los intereses de nuestro pueblo. Han cambiado la suma por la resta y el veto, por eso no deben utilizar esa sigla. Sería querer confundir a la ciudadanía. Estamos analizando jurídicamente todas las posibilidades para que nadie camufle intereses partidistas en unas siglas que han representado todo lo contrario.
¿Estarían dispuestos a abrir una batalla jurídica por la marca NaBai?
No hemos valorado las actuaciones que vamos a llevar a cabo, está en fase de estudio, pero una sigla que nos representa a cuatro partidos en el Congreso no puede ser manipulada por dos. Confío en que PNV y Aralar actúen con honestidad y no utilicen la sigla.
¿Van a buscar algún tipo de acuerdo con la izquierda abertzale?
Si finalmente legalizan a Sortu, lo estudiaríamos. Pero en estos momentos la izquierda abertzale está pendiente de un proceso de legalización, y es eso hace implanteable una colaboración electoral.
¿La opción más probable, entonces, es concurrir en solitario?
Vamos a presentar nuestro propio proyecto, con nuestros candidatos. Nos vamos a dirigir a los abertzales comprometidos con la unidad de fuerzas por las vías pacíficas y políticas que apuesten por una actuación rigurosa en las instituciones. Ante el cerrojazo que han practicado PNV y Aralar, vamos a intentar conectar con la sociedad plural. Con la gran mayoría social abertzale que no entiende por qué no se han hecho los esfuerzos necesarios para ser la primera fuerza.
¿Cómo?
Con la incorporación de independientes a las listas electorales. Personas vivas de la sociedad plural que compartan los parámetros en los que se sitúa nuestro programa y nuestra oferta electoral. Begoña Errasti, por ejemplo, empezó como independiente. Vamos a seguir actuando de la misma forma.
¿Le preocupa que el Estado pueda poner el foco sobre las listas de EA?
EA ha sido el pim pam pum de la especulación en los últimos tiempos. Pero nadie puede darnos lecciones de compromiso ético con los derechos humanos y con las vías políticas y pacíficas. En cualquier caso, que el Estado español utilice la amenaza para coaccionar nuestra actividad política es una muestra de su propia debilidad política.
¿Estamos ante el final definitivo de la violencia de ETA?
Estoy convencido de que el proceso es irreversible, pero un conflicto que ha durado 50 años no se puede resolver en unos meses. ETA está abocada a su disolución, y al Estado hay que exigirle que actúe con responsabilidad y que esté a la altura de un momento histórico clave.
¿Cree que el cambio sigue siendo posible en Navarra?
La división política abertzale es coyuntural, y en la medida en que las opciones comprometidas con los principios de unidad salgamos reforzadas, la posibilidad de que esa coyuntura se prolongue va a quedar absolutamente eliminada, y va a hacer que el cambio político sea posible.
¿Qué escenario augura para Navarra después del 22-M?
La división de la derecha va a afectar a su representación, y el PSN va a tener peores resultados que hace cuatro años. Por eso va a ser necesaria mucha capacidad de negociación para configurar mayorías. Algo que puede ser positivo si se actúa con responsabilidad e inteligencia para que sean reconocidos los derechos lingüísticos e identitarios de quienes nos sentimos vascos.
¿Qué resultado va a obtener EA?
La sociedad se va a involucrar con su voto por la pacificación y la normalización política y por la unión abertzale sin exclusiones. EA va a ser la gran sorpresa de estas elecciones, y aquellos que quisieron hegemonizar NaBai van a tener que llegar a la conclusión de que la sociedad premia la vocación por la unidad.
¿Está preparada EA para concurrir en solitario a las elecciones?
EA es un partido más que solvente. Además, hemos progresado en implantación desde la última vez que concurrimos en solitario en 1995.
¿Cómo va el proceso de elaboración de listas?
Estamos acelerando todo el proceso porque hasta hace 20 días nuestra apuesta electoral era NaBai. Pero ya tenemos los cabezas de listas al Parlamento y al Ayuntamiento de Pamplona, y en breve anunciaremos nuestra presencia en más de una treintena de ayuntamientos.
¿Pamplona es la plaza más difícil?
Por lo que vemos en la calle, no. Contamos con una buena candidata, Eva Aranguren, y con la persona referencial de EA en Pamplona, Javier Ayesa, que va de número dos y que conoce perfectamente la ciudad. Auguro un buen resultado.
¿Entienden las bases de EA en Navarra lo que ha ocurrido con NaBai?
Cualquier abertzale de esta comunidad asiste perplejo y triste ante una posibilidad perdida, especialmente la militancia de EA, que siempre ha apostado por la acumulación de fuerzas políticas. No entiende esa voluntad de excluir y pegar un hachazo a NaBai por parte de PNV y Aralar. En ese sentido estamos en bloque.
¿Le preocupa que pueda haber casos similares al de Iñaki Cabasés, que ha abandonado el partido?
Más allá de una campaña orquestada para anunciar y airear una hipotética desbandada en EA, este es un partido con aplomo suficiente para afrontar esta situación y presentar un proyecto electoral más que solvente. Lamento mucho la marcha de Iñaki, pero el flujo de altas y bajas ha sido mínimo, y el balance final es positivo.
¿Las decisiones de EA se toman en Navarra o la CAV?
Nosotros las decisiones las tomamos teniendo en cuenta lo cercano y también al pais, pero sin olvidar ninguno de los dos. EA es un partido nacional, y desde luego no está de acuerdo con ese intento para articular una coalición PNV-Aralar en torno a principios desgajados del conjunto del país. Es la mayor victoria que se puede conceder a UPN. Zabaleta quiere articular una especia de UPN vasquista renunciando a la entidad vasca de Navarra, y eso es un error para el país y también para Navarra.
Esto también se le podía criticar hace cuatro años a NaBai, y a EA pareció no importarle.
EA, y se puede ir a las hemerotecas, siempre ha defendido la territorialidad de Euskal Herria, y decíamos que NaBai era el instrumento para defender la territorialidad de Euskal Herria y avanzar en nuestra construcción nacional.
Fuente: Noticias de Navarra