El Gobierno central negocia ahora con Garoña si habrá prórroga o no, pero no nos informa de nada´ Cómo explica que, tras las críticas realizadas en campaña, EA acordara tan rápido el programa de gobierno con el PNV?
EA dijo claramente durante las elecciones que todos los partidos son minoritarios, porque en Álava no habría mayorías absolutas. Y, si hay que juntar formaciones, ¿con quién podíamos pactar? El PP siempre nos ha tratado con respeto, pero tenemos opiniones muy diferentes. Al PSE le dijimos que Navarra era fundamental, porque querría decir que empiezan a pensar más en los objetivos del pueblo vasco que en los intereses de Madrid. Y, entonces, la opción clara era la del PNV. Y si EA da su palabra, ya no la cambia.
EA, como partido minoritario en las Juntas, ha destacado que siempre ha hablado con claridad. Ahora, con responsabilidades de gobierno, ¿podrá mantener esa sinceridad?
Igual Eusko Alkartasuna es pequeño porque dice las cosas claras (se ríe). Creo que, tanto en la oposición como en el gobierno, hay que tener el mismo estilo de hacer política.
EA y Aralar se han presentado como la fuerza de izquierdas que da equilibrio al Ejecutivo. ¿Hay un buen entendimiento entre ambas formaciones?
Creo que lo hay. Hablamos muy fácil entre nosotros en varios temas, como en la identificación del pueblo vasco, la necesidad de que los vascos puedan decidir su futuro, en cuestiones medioambientales…
¿Usted se siente un nacionalista radical? Lo digo porque el PP ya ha hablado de que el diputado general se ha alineado con este sector al reivindicar la necesidad de esa consulta.
El primer estatuto de EA reclama la independencia de Euskal Herria. Que a nadie le quede ninguna duda. Eso sí, creemos que no hay más camino que el democrático, a través de la participación ciudadana y del respeto a todas las opiniones. EA, de hecho, es un partido que acoge a gente de todo tipo, muy libre y donde no hay un pensamiento único. Es más, de las discusiones que tenemos se entera todo el mundo (sonríe).
Hablando de discusiones públicas, ¿en EA se confía en el tripartito?
Cada partido del tripartito debería responder a una pregunta: ¿con quién puedo conseguir mis objetivos? O igual deberían cuestionarse cuáles son sus objetivos…
Entonces, ¿cree que el acuerdo entre PNV, EA y EB necesita un impulso?
Por mucho que se hable de crisis y de que hay conflictos, a la hora de formar gobiernos vuelven a salir los mismos. En realidad, si juntas los partidos que gobiernan en Bizkaia, Gipuzkoa y Álava, de una forma u otra, sale lo que sale: el tripartito.
En su discurso durante el Pleno de investidura de Xabier Agirre, insistió en las referencias a los pactos en Navarra. ¿Era difícil desligar el futuro de Álava del de Navarra?
Totalmente. No hablamos de un partido de Zimbabwe y otro de Suecia. Éramos los mismos partidos, con la misma ideología y objetivos. El discurso del PSN de Por el cambio era muy interesante. Nos hubiera encantado que hubiera triunfado el modelo navarro, de EA, PNV, Ezker Batua, Aralar y PSOE.
¿Al PSOE le faltó valentía?
Si en una asamblea del PSN formada por 104 personas, 103 votan por un camino y sólo una se abstiene, mientras en Madrid apuestan por otra vía, entonces no estamos hablando de una cuestión de valentía.
A pesar de este desencuentro, ¿cree que todavía se puede llegar a un acuerdo con el PSE para un apoyo mutuo en el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación?
¡Ojalá! A mí me gustaría.
vitoria. ´¿Aficionado al senderismo? No me tira mucho ese término. A mí lo que me gusta es el monte´. Mikel Mintegi no desaprovecha una ocasión para destacar su pasión por la naturaleza. Cuando presidía la comisión de Medio Ambiente en las Juntas, era común verle hablar junto a compañeros de otros partidos de sus escapadas a la ´privilegiada´ montaña alavesa: ´Cuando uno conoce el medio natural que tenemos, adopta el compromiso de protegerlo´. De ahí que su nueva ocupación, como diputado foral de Medio Ambiente, no sorprenda demasiado. Y tampoco que admita que apuesta por el ´conservacionismo´.
En el mundo cultural alavés ya se especulaba con la vuelta de Mintegi a la cartera de Cultura y, al final, llevó la contraria a las apuestas al sentarse en Medio Ambiente.
Estuve en Cultura entre 1995 y 1999 y, cuando te marchas, te das cuenta de más cosas que querrías hacer. Pero desde entonces he estado vinculado al medio ambiente, y quien haya seguido la campaña electoral de EA sabe que le hemos dado mucha importancia a este campo.
El departamento ahora se desvincula de Urbanismo…
Tenemos proyectos encima de la mesa en los que Medio Ambiente va a tener mucha responsabilidad. Y, por primera vez, somos un departamento propio, para ser libres al 100% de la vinculación a Agricultura y Urbanismo.
¿Cómo será la relación con la Administración Foral, que asumirá ahora estas competencias y que, además, corresponde a otro partido (el PNV)?
En 1995 también empezamos tres partidos y, al mes de funcionamiento, ya no eran tres siglas sino un gobierno. Puede haber discrepancias entre departamentos, porque cada partido opine diferente, pero también puede que surjan entre dos carteras de la misma formación.
Usted reconoció antes de los comicios que ´en temas fundamentales, PNV y EA pensamos diferente´. Muchas de esas diferencias afectan a su departamento.
La categoría de este gobierno se verá en su capacidad para solucionar sus problemas. Y, por cómo ha sido el proceso para formar gobierno, creo que los partidos hemos demostrado fidelidad a lo firmado.
EA alertó, antes y durante la campaña electoral, de que los inversores urbanísticos habían puestos sus ojos en Álava. ¿Sigue preocupado?
Bizkaia, Gipuzkoa e Iparralde ya tienen un desarrollo cubierto; por eso ahora los promotores han puesto sus ojos en este territorio. Entendería este desarrollo urbanístico si hubiera alaveses y alavesas en los pueblos que necesitan una casa digna para vivir. Pero no estamos en esa situación.
Son pelotazos urbanísticos para construir chalés.
¿EA va a ser muy conservacionista?
Ser proteccionista con el medio ambiente es generar una riqueza importante para la población. No hay más que ver las visitas a los parques naturales. Pero también hay que tener inteligencia y equilibrio para que esta política conservacionista permita otros desarrollos.
¿El campo de golf de Labastida no entra dentro de esos desarrollos?
Este proyecto ha sido capaz de ir en contra de la propia agricultura, de incumplir normas urbanísticas al querer ocupar territorios protegidos, de afectar a zonas de interés cultural y arqueológico… El informe de Iñaki Lasagabaster, catedrático de Derecho Administrativo de la UPV, era demoledor en cuanto a estos intereses privados en terrenos públicos. Este campo forma parte de un modelo consumista, en el que se pretende destruir nuestro medio ambiente, vender unas casas y marcharse.
¿Su departamento quiere mandar un mensaje a proyectos como éste, para que sus promotores se lo piensen dos veces?
Serán los técnicos quienes decidan qué proyecto es adecuado y cuál no.
El proyecto de Industria de impulsar miniparques eólicos en Euskadi -varios de ellos en Rioja Alavesa-sigue adelante. ¿Cómo ve este impulso a la energía eólica?
Es una energía limpia, pero que también contamina, sobre todo visualmente. Le pondría dos condiciones: que su instalación no vaya en contra del medio y que su generador no polucione. Es decir, sí a la energía eólica, pero no de cualquier forma.
¿Se debe revisar ya el Plan Territorial Sectorial de la energía eólica?
El 28 de junio de 2005, las Juntas aprobaron una moción en la que se instaba al Gobierno Vasco a revisar el Plan Territorial Sectorial sobre la energía eólica para respetar en estas iniciativas las zonas de interés ecológico y paisajístico.
¿Qué le parece la posibilidad de instalar molinos en el Valle de Arana?
Entiendo que haya poblaciones que necesitan financiación y que, con estas instalaciones, se les plantee un recurso importante. Por eso creo que la Diputación debería comprometerse a compensar económicamente a estos lugares en los que prima guardar el medio natural.
Otro de los debates abiertos que ha heredado en Medio Ambiente es el problema del lobo.
Es un problema, y grave. Porque se trata de un animal que requiere una protección pero que está perjudicando al sector ganadero. Hay que tomar una decisión, y corresponderá a los departamentos de Agricultura y de Medio Ambiente. Hay lugares donde esta situación se ha solucionado satisfactoriamente, como en Bizkaia o Asturias. Nadie va a hacer desaparecer el lobo, pero no tiene que suponer un problema para la ganadería.
Antes hablaba de la aprobación de una moción sobre la energía eólica. También se dio luz verde en la pasada legislatura a otra en la que se instaba a la Diputación a hacer campaña por el cierre de Garoña. ¿Se va a potenciar esta oposición?
El problema es que la decisión del cierre debe tomarla el Ministerio de Industria. En 2009 comprobaremos si se clausura o se prorroga su actividad. Sabemos que, en caso de que se amplíe la licencia, se suele poner como condición que antes se haga una inversión muy fuerte en arreglos. Y, como una empresa habitualmente se informa antes de hacer una inyección de este tipo, eso se está negociando ahora. Pero no nos informan de nada.
¿No confía en el compromiso socialista de cerrar la central en 2009?
Digamos que tengo miedo. ¡Ojalá! cumplan ese compromiso.
Fuente: Mikel Mintegi