El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Legutio, encabezado por la alcaldesa Nekane Garaigordobil, acudió al acto celebrado el sábado en el marco de la exhumación de un cadáver de un soldado de la guerra del 36 realizado gracias a la iniciativa del Instituto Gogora y la Fundación Aranzadi.
El Ayuntamiento ha agradecido la participación de los vecinos y vecinas del municipio en el acto, “pese a que se celebró con más precipitación de la que hubiéramos querido porque no se nos comunicó con tiempo” y ha firmado que la recuperación del cuerpo “con la posibilidad de enterrarlo definitivamente en lugar digno es el mejor homenaje a nuestros mayores, a quienes vivieron la guerra en el frente de Legutio y a quienes lucharon en él”.
En este sentido, la alcaldesa de EH Bildu y miembro de Eusko Alkartasuna ha recordado que la batalla de Legutio, con el frente ubicado en el municipio, pasó una cruel factura tanto a combatientes como civiles, con más de 1.500 muertos y miles de personas represaliadas.
“Que el hijo, marido, hermano o padre de alguien esté durante 80 años en una cuneta, negándosele la posibilidad de un entierro digno es una herida inmensa para toda la sociedad”, ha denunciado Garaigordobil. Por eso, “muestra lo que no debemos hacer con heridas más cercanas en el tiempo y nos debería impulsar a construir una convivencia basada en los derechos humanos de todas las personas”.
“La batalla de Legutio es algo personal para muchas familias del municipio”, ha afirmado la alcaldesa, citando su propio caso del “aitite Nicasio, al que le quitaron la metralla de la pierna muchos años después de la guerra y al que lo vivido aquellos años, evidentemente, le marcó de por vida, como a muchos de sus amigos”.