Begoña Errazti Presidenta de Eusko Alkartasuna
Defiende como nadie el proyecto presentado por el lehendakari Juan José Ibarretxe para acceder a la soberanía. Sin tapujos, apuesta por la consulta, pero matiza que sólo valdría para que los ciudadanos validen el plan. Por eso piensa que no se debe confundir con el tema de la consulta, lo que en su opinión han hecho algunos dirigentes del PNV, en concreto Arzalluz. Tampoco está de acuerdo con Idoia Zenarruzabeitia en lo referente a la negociación de los presupuestos de 2003. Sin apoyos parlamentarios suficientes, el Gobierno se verá abocado a prorrogarlos si no consigue pactar con algún grupo de la oposición. Si por la dirigente de Eusko Alkartasuna fuera, no daría la espalda al grupo parlamentario de Otegi, a Sozialista Abertzaleak, y negociaría con ellos, al igual que estaría dispuesta a hacerlo con el PP o con el PSE.


Ibarretxe prevé hacer una consulta al final del proceso; Arzalluz, sin embargo, ha declarado que también podría hacerse antes, incluso adelantando las elecciones. ¿Usted con quién se queda?

El plan de Ibarretxe es una propuesta a un año vista. No es un plan inmodificable, y por eso se está hablanco con los partidos y los agentes sociales y políticos. Es una propuesta basada en la actual capacidad política para avanzar. También es verdad que cualquier modificación hay que realizarla mediante consulta a la ciudadanía. Por eso no hay que desvirtuar esa consulta que se ha de hacer antes o después a todos los ciudadanos de este país.


Arzalluz no se refiere a esa consulta que usted alude…

Eso parece. Pero no hay que tomar siempre al pie de la letra todo lo que se dice.


¿Contempla Eusko Alkartasuna el posible adelanto electoral, ta y como afirmó el presidente del EBB?

No, no lo contemplamos. Tenemos un compromiso con la ciudadanía para toda la legislatura. La coyuntura luego dará lo que dará, pero no debemos marear a nadie y hacerles creer que hay una desestabilidad en el Gobierno y en la situación, porque no la hay. Todo tiene sus tiempos, y es muy importante respetarlos.


Lo de la normalidad lo podremos comprobar en el próximo debate presupuestario. La oposición ya ha adelantado que no apoyará el plan presentado por Zenarruzabeitia. ¿Le sorprende?

Respecto al PP y al PSE está claro que están en la misma postura que el año anterior. No querían presupuestos, y este año tampoco. Detrás de todo esto se esconde un acoso a las instituciones vascas para tratar de ahogarlas. Cualquier momento es bueno para ellos, sea el que sea. No vimos el año pasado ningún intento por parte de ellos de plantear mejoras, y este año parece que tampoco lo habrá. Quieren dar la imagen de que las instituciones vascas no funcionan.


En esta ocasión coincide con que además es año electoral. ¿Teme que el debate se desvirtúe aún más?

El referente de las elecciones de mayo será inevitable. El PP y el PSE intentarán bloquear al Gobierno y generar la sensación social de distorsión con un objetivo electoralista y pensando en el Estado y no en los ciudadanos vascos. Será una gravísima irresponsabilidad porque se ve que no tienen más interés que bloquear las instituciones.


En ese sentido no se diferenciará demasiado del pasado año…

El año pasado el telón de fondo era que PP, PSE Y Batasuna no admitían el resultado de las elecciones del 13 de mayo. Este año no tendrían ni siquiera ese argumento. Ahora es un intento mucho más profundo y denunciable: imposibilitar al Gobierno hacer las mejoras necesarias para las necesidades de la sociedad vasca.


Zenarruzabeitia claramente ha dicho que con Sozialista Abertzaleak no habrá acuerdo. También dijo que esperaba sacar adelante los presupuestos. ¿Con quién? ¿Cómo?

No sé la posición de Zenazurrabeitia, pero Eusko Alkartasuna defiende los presupuestos e intentará mejorarlos. Lo que es evidente es que el Gobierno tiene la obligación de sacarlos adelante. Sozialista Abertzaleak tiene unos parlamentarios que podrán dar al botón del sí. ¿Se les prohibirá, acaso? El ejercicio democrático es ése, ejercerlo. El PP y el PSE dicen que cuando Batasuna coincide con ellos es ejercicio democrático, y cuando no es así ven una colaboración extraña entre el nacionalismo vasco. A estas alturas está claro que sacar los presupuestos adelante es cuestión de ejercicio democrático. Por lo tanto la responsabilidad del grupo parlamentario será hablar con todos.


Pero parece difícil que la oposición apriete el botón del sí. Más en el caso de Sozialista Abertzaleak si no se negocia.

Yo no defiendo esa posición de la señora Zenarruzabeitia de no negociar, en absoluto.


La juez de Vigilancia Penitenciaria, Ruth Alonso, ha sido muy cuestionada en los últimos días. ¿Ve usted alguna razón para ellos?

Es un intento de descrédito de todo aquello que tenga que ver con el funcionamiento democrático en el País Vasco. La judicatura que dice algo distinto a lo que quiere el Gobierno de Madrid es desacreditada sistemáticamente, y estamos ante eso. Estamos viendo un sistema judicial absolutamente dependiente del Ejecutivo, y la separación de poderes empieza a ser algo bastante gracioso. Y cuando una juez se dedica a aplicar la Ley, y parece que no lo aplica según el gusto de Aznar, pues es cuestionada.


La Junta de Jueces ha salido a su favor y eso querrá decir algo. ¿No le parece?

Es la prueba de que está aplicando la Ley. Pero no puede decirse lo mismo de todos los estamentos judiciales, puesto que los magistrados de la Audiencia Nacional sólo le apoyarón (a Garzón) en lo personal, no en los autos ni en los fundamentos judiciales que citaba. Luego entre los apoyos a un juez y otro hay una diferencia fundamental.


¿La polémica suscitada alimentará el debate sobre la realidad vasca?

Hay un intento tremendo de distorsión de la realidad. Quieren dar la impresión de que todo está muy mal y que nada funciona. Ahora se valen de la juez Alonso, y luego harán lo propio con los presupuestos. Todo vale para el PP para generar confrontación social. Afortunadamente también hay gente con criterio y la Junta de Jueces lo ha demostrado.


Ibarretxe reivindica la judicatura vasca. A tenor de lo que está ocurriendo, ¿será posible que Madrid acceda a ello?

Es una reivindicación que está al margen de los momentos coyunturales como éste. Queremos desarrollar todas las áreas de autogobierno, y tenemos que tener nuestro sistema judicial. Es legítimo, es nuestra obligación, además. Madrid no acepta que desarrollemos el autogobierno, pero seguiremos adelante.


Europa sigue dando pasos para la configuración definitiva. Giscard d´Estaing, en el borrador constitucional, apuesta por la doble ciudadanía, la estatal y la europea. ¿Será posible compartirla con la vasca?

El planteamiento de Giscard demuestra que los estados, y el PP en nuestro caso, tienen una idea decimonónica del Estado. No hacen distinción a los pueblos. Pero es absurdo y el tiempo irá dando la razón a una Europa distinta, porque la que tenemos también lo es si comparamos con la de hace diez o veinte años. Los intereses centralizadores del Estado, por el miedo que tienen de que se desmembre, hacen posible estas declaraciones, pero van en contra de los acontecimientos. El PP intentará cerrar todos los caminos para que los vascos podamos acceder como pueblo a Europa. Defendemos la Europa de los pueblos para hacer frente a los nuevos retos.


No me negará que los que están enfrente son poderosos.

Giscard no refleja esa realidad plurinacional de la Unión, sino una unión de los Estados, que yo creo que se irá rompiendo en los próximos tiempos.

EN LAS ELECCIONES MUNICIPALES NO SE JUGARÁ EL PARTIDO EUSKADI-ESPAÑA


Las elecciones municipales llaman a la puerta y ya se conocen algunos candidatos. ¿Cuándo sabremos la posición definitiva de EA?

Primero habrá que aclarar la situación política. No es la misma que antes de verano, porque en medio está la ilegalización de Batasuna. Pero ya estamos preparando las elecciones y ya hemos dado los primeros pasos.


En Alava parece imposible no pensar en una coalición entre PNV y EA. ¿Se hará esa coalición?

Lo único que puedo adelantar es lo que aprobó nuestra Asamblea Nacional. Estas elecciones serán muy distintas a las autonómicas del 13 de mayo. El contexto es distinto, pero es evidente que contactos con el PNV los hay, porque no podía ser de otra manera. Y hasta ahí, no puedo adelantar nada más. Pero desde luego poca visión hay que tener para no darse cuenta de las consecuencias que tienen los gobiernos del PP, tanto en la Diputación alavesa como en el Ayuntamiento de Gasteiz. Y eso es lo que tenemos que evitar a toda costa.


El contexto no es el mismo que el de hace cuatro años. ¿Será decisivo?

Serán elecciones distintas, pero la realidad municipal cuenta mucho. La realidad de los pueblos nada tiene qeu ver unos con otros. Eso es una variable importante. En este caso no estamos ante un partido Euskadi-España, que era la situación del 13 de mayo. Eso también hay que tenerlo en cuenta.


¿No teme que el debate se polarice como en aquella ocasión?

El contexto es bien distinto en este caso. Entre el PP y el PSE, aunque van de la mano, se perciben distintos puntos de vista. Además saben que aquella estrategia no les ha servido de nada.


El plan de Ibarretxe también incidirá. Por lo menos así lo han expresado algunos dirigentes del PNV. ¿Cree usted que las elecciones servirán para validar el plan del lehendakari?

Evidentemente el plan de Ibarretxe incidirá. Pero de ahí a tomarlo como refrendo del plan hay un abismo. Eso sería acelerar demasiado, incluso distorsionando el propio plan. Se notará en el plano municipal pero no debe ser el referente principal. Normalmente los concejales responden a esas necesidades diarias de sus municipios.


¿No cree que esa es una visión normalizada de las elecciones, cuando es bastante evidente que no lo serán?

Bueno, lo primero que hay que preguntarse es si ha habido alguna elección normalizada. Cada momento tiene su análisis y estamos obligados a hablar con otras fuerzas políticas, porque en determinados lugares no podemos consentir que se dén situaciones como la de Navarra. A eso nos referimos. No podemos alarmarnos innecesariamente.


¿Es posible pactar con el PNV en algunos lugares y con Aralar en otros?

No podemos volver locos a los ciudadanos. Es evidente que cuando hablamos con los partidos no lo hacemos de la misma manera con aquellos que ya están consolidados y con otros que todavía tienen que aclarar sus posiciones. No hablamos de lo mismo. Evidentemente hablamos antes con el PNV que con cualquier otro. Compartimos Gobierno, experiencias anteriores y ser dos partidos institucionalizados con una cierta cultura política común. Pero Aralar, además, tiene que aclarar sus posiciones. Hablaremos con todos, pero hay un planteamiento previo de cultura política y de tradición.


Los dirigentes de EA repiten que Sudupe no será el candidatos de Donostia. ¿Por qué?

Es el mandato de la Asamblea Nacional que así lo decidió. Si hay acuerdo entre PNV y EA, no será el candidato. Los candidatos deben estar asentados en la vida municipal y relacionados con ella. Además hay otra razón importante, que hablamos de ir hacia otro marco jurídico y no podemos quedarnos en posiciones estatutistas como las de Sudupe.

Felix Iriarte . El Periódico de Alava

Fuente: Begoña Errazti