Intervención de Begoña Errazti en el debate de investidura de Sanz Los resultados electorales del pasado 25 de mayo han puesto en evidencia, una vez más, la pluralidad política y social de Navarra, tanto en la forma de entender la realidad de nuestro pueblo, como en los criterios y el talante a la hora de hacer frente a las necesidades, los problemas y los retos que hoy se nos plantean.

Los resultados han reflejado también una doble realidad: de un lado, constatan un apoyo mayoritario a UPN, que se mantiene como lista más votada; aún cuando ha quedado de manifiesto el deseo mayoritario de los navarros y navarras de una gestión distinta a la de ese partido, contabilizando los resultados totales.

Una realidad, plural, compleja, que requiere para su gestión buen pulso democrático, talante abierto y, sobre todo, la firme voluntad de respetar las diferentes visiones que sobre Navarra existen hoy en esta Comunidad, y que representan y forman parte de nuestra pluralidad.

En Navarra, quienes ostentan las responsabilidades de gobierno tienen, básicamente, dos opciones: llevar a cabo una gestión integradora y respetuosa con la pluralidad social y política de Navarra, o funcionar por imposición y confrontación, como ha hecho UPN en los últimos años.

Lejos de respetar y desarrollar bases comunes y firmes en las que asentar unos mínimos democráticos para la convivencia, el Gobierno de UPN, hasta hoy, se ha dedicado a retorcer el clima social, provocando y azuzando permanentemente a una parte importante de la sociedad, particularmente aquella a la que nosotros representamos políticamente en las instituciones.

El trato despectivo y ofensivo a los navarros que se sienten vascos; los retrocesos normativos en el estatus del euskara, lengua propia y originaria de esta tierra; la estrategia, machacona hasta el hartazgo, de criminalización de ideas y sentimientos; las presiones, la maledicencia, el bochorno al que se ha sometido a todo ‘lo vasco’ en estos últimos cuatros años me impediría darle mi apoyo, no sólo por cuestión de ideas y convicciones, sino por la dignidad de los navarros y navarras que nos han dado su representación.

Le aseguro Sr. Sanz que nos gustaría pensar que son ciertas sus promesas de un gobierno integrador, respetuoso con las minorías, garante de derechos y libertades, dialogante tal como decía usted ayer. Pero tales promesas carecen de credibilidad, no sólo las contradice frontalmente su gestión en los últimos años, sino la propia razón de ser de UPN, un partido nacido, en su día por oposición al reforzamiento de la identidad vasca de Navarra.

Han utilizado los símbolos comunes de los navarros y navarras como elemento de confrontación, tratando de forzar legalmente incompatibilidades absurdas, con el único objetivo de impedir que dos sensibilidades que se dan conjuntamente, la navarra y la vasca, puedan estar representadas al mismo tiempo por sus respectivas banderas.

Han utilizado la existencia de la violencia de forma interesada y frívola para arremeter contra ideas, siglas y personas de trayectoria y convicciones democráticas, haciéndose eco de la estrategia de su socio de Madrid, el PP, para intentar condicionar la actuación de sus oponentes políticos, presionando y cuestionando el calado democrático de los demás.

Recientemente lo hemos visto cuando han utilizado los votos de algunos de los concejales de Eusko Alkartasuna a candidatos a las alcaldías que no eran de su partido para tocar arrebato y crear un problema de Estado, imputando a su socio en el que ustedes llaman ‘Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo’, esto es, al Partido Socialista, la ruptura del mismo. Ampliando de esta manera sus fórmulas de exclusión política, no sólo a quienes han ilegalizado, con el argumento de que no condenaban la violencia, sino también a quienes, como nosotros, hemos mostrado desde nuestro origen nuestra crítica y condena a toda clase de violencia. La misma estrategia excluyente del PP, practicando “el todo vale” en la búsqueda del interés partidista.

Nos presentan un progama pactado con el CDN. Este partido sabrá las responsabilidades que asume pero, en lo que ha trascendido del acuerdo de programa, contradice todos los mensajes de moderación y conciliación que el partido de Juan Cruz Alli ha querido atribuirse desde su fundación.

Una vez leído lo hecho público que, al parecer, no es todo lo firmado, uno llega a la conclusión de que, más que moderar a su socio, el CDN lo reafirma en sus postulados fundacionales y en su práctica del pensamiento único.

Usted, señor Sanz (y por lo leído, usted señor Alli) no toleran que existan distintos enfoques y planteamientos de nuestra realidad política. Basta leer el apartado de Educación para comprobar cuál es su planteamiento general.

Se habla de pluralismo como de una coletilla incómoda que queda reducida a la nada frente al objetivo prioritario y superior, acordado por ambos partidos, de imponer la adhesión a Su proyecto político para Navarra. Es más: para cumplirlo pretenden supeditar todo el sistema educativo a ese objetivo, tal y como se dice textualmente cuando hablan de impulsar “el conocimiento de la historia de Navarra dentro de su contexto español, europeo y mundial será una ‘vacuna’ importante frente a la falsedad y mitos inventados por quienes pretenden utilizarla con fines diferentes al del conocimiento”.

¿No recuerda al ‘espíritu nacional’ de Franco?
¿Quiénes utilizan la historia con fines diferentes al del conocimiento? los que permiten que se imparta con rigor pero de forma plural, o aquellos que contraen un acuerdo político para impedir que se aborden determinadas realidades socio – culturales fundamentales como la de Euskalerria?

¿Quién falsea la historia de Navarra?
¿Quién tiene el monopolio de su interpretación?
¿Quién niega la identidad y el origen vascón de Navarra?
¿Cómo pretenden explicar la invasión de las tropas castellanas en 1512?
¿O las manipulaciones que se dieron para que no se aprobara el Estatuto vasco – navarro del 36?
¿O la conciencia de navarros que siguen teniendo de hecho y por derecho los navarros de la Merindad de Ultrapuertos?

Oíamos al candidato a presidente hacer un ejercicio totalmente inadecuado de extrapolación histórica al hablarnos de Sancho el Mayor. Hablar de configuración hispánica en el siglo XII sólo puede ser achacable al interés premeditado de justificación a posteriori de un modelo de España determinado, ya que suponemos que no a otro, como es el desconocimiento total de la Historia. Un apunte, recordar que Sancho el Mayor fue el rey que gobernó todos los territorios vascos.

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No les importa que se resienta la calidad de la enseñanza o libertades fundamentales como la de Cátedra o la de pensamiento, que es a fin de cuentas la que les preocupa. Todo se justifica en el objetivo supremo de imponer su propio esquema. Y además se permiten hablar de pluralismo.

Ayer en la presentación de su candidatura habló brevemente de otro aspecto relacionado con la identidad en el apartado de Educación. Me refiero al de los libros de texto del modelo D y que reabre la polémica medida adoptada por Educación la pasada legislatura.

Supongo que harán lo mismo ustedes con respecto a los del modelo G, esto es en castellano. Sino tenemos que pensar que este control sólo a una parte y casualmente a la de la enseñanza en euskara no es para garantizar su calidad sino con el mismo objetivo de censura política. Se preocupan del modelo D y no parece que quieran hacer lo mismo con el G. Una vez más todo vale contra el euskara y su enseñanza.

Cada vez dejan más clara la razón de su obsesión enfermiza contra el desarrollo y la expansión del euskara, pues la presencia de esta lengua en Navarra pone en evidencia esa realidad que ustedes se empeñan en negar, esto es, de Euskalherria.

Por tanto, no podemos refrendar un programa basado en la negación de la pluralidad política y social de Navarra, orientado fundamentalmente a la imposición de un proyecto político determinado. Un programa aprobado por el mismo CDN que apoyó la creación del Órgano Común Permanente, y que llega al ridículo de no referirse en ningún caso a las relaciones con la CAV para mencionar, en cambio, el objetivo de estrechar lazos con Aquitania.

No es que me oponga a estos lazos, pero me rebelo ante el hecho de que no se cite abiertamente la mejora de relaciones con el resto de los vascos como un objetivo fundamental para los intereses de Navarra y de respeto a una realidad innegable en esta tierra, como es el sentimiento de hermanamiento de gran parte de navarros y navarras con los ciudadanos de Gipuzkoa, Araba y Bizkaia. En este tema, ustedes, además, siguen actuando con complejos y de forma vergonzante. Y es que además, aunque sólo fuera desde el punto de vista del desarrollo económico, sería fundamental estrecharlos.

No es esta la Navarra plural, económicamente justa y territorialmente equilibrada, abierta al mundo, avanzada, próspera y democrática por la que nosotros trabajamos, sino la que UPN entiende en términos de posesión y sometimiento.

No colaboraremos en crear una Navarra encorsetada, limitada en el desarrollo de sus capacidades de autogobierno y su derecho a la libre decisión; ni contribuiremos con políticas que propicien desigualdades económicas, especulación y privatización de servicios públicos esenciales como usted decía ayer en el caso de la Sanidad. Queremos construir una Navarra integrada social y políticamente, equilibrada en lo económico y territorial, orgullosa de sus raíces y de su patrimonio cultural. Una Navarra reconciliada consigo misma y sin temor al futuro.

- Tampoco podemos depositar nuestra confianza en quien demuestra, sucesivamente, falta de respeto a este Parlamento, máxima expresión institucional de nuestro autogobierno y de la voluntad popular.

Leyes aprobadas por esta Cámara, como la de extensión del Parque Natural de Bardenas o la ley de parejas estables, han sido recurridas por el Partido Popular con la connivencia de UPN. El propio diputado de UPN en Madrid, Jaime Ignacio del Burgo, anunció el recurso a la ley de parejas estables, anteponiendo otras cuestiones e intereses a la autonomía de Navarra que tanto dicen ustedes defender, y a la decisión de los representantes legítimos de los navarros y navarras.

No podemos apoyar a quien, haciendo caso omiso a esta Cámara, se empeña en mantener en su gobierno a personas cuya gestión ha sido repetidamente puesta en tela de juicio por el foro parlamentario, como es el caso del señor José Ignacio Palacios, cuya actuación en el proceso de adjudicación de emisoras de FM en 1998 fue declarada irregular por una Comisión de Investigación de este Parlamento, consideración que en los últimos meses se ha visto respaldada por diversas sentencias judiciales de los tribunales. Y todavía falta alguna importante.

Resulta chocante que hoy el señor Alli no tenga inconveniente en compartir gobierno, codo con codo, con dicho consejero, al que con tanta vehemencia acusó, a puerta cerrada, durante el proceso de investigación, y del que públicamente ha dicho que representa al ala más extrema de UPN. Si sus palabras son ciertas, ¿cómo es posible, señor Alli, que su partido haya tolerado mantener en el próximo Ejecutivo a una persona tan cuestionada por esta Cámara y por usted mismo?

Pero, además, nosotros apostamos por convertir el Parlamento en el centro de la actividad política institucional, foro de debate de propuestas e ideas, como máxima institución de representación de la ciudadanía. No sólo debe cumplir la función legislativa y de control del Gobierno, sino ser agente activo de intercambio y debate.

Tampoco en esto coincidimos.
Ustedes consideran que el Parlamento debe ser siervo del gobierno; en cuanto esta Cámara ha demostrado autonomía se soliviantan, con afirmaciones tales como ‘la oposición es como un caballo encabritado’, expresión utilizada por el señor presidente en un balance de legislatura en junio de 2001.
Su escaso respeto a la pluralidad se deja ver en su trabajo institucional, tanto desde el Ejecutivo como desde el Legislativo.

Un ejemplo es el tratamiento a los sindicatos ELA y LAB. Por principio, niegan su presencia en Navarra –aunque tienen una implantación respetable, que ronda el 30%-. No los tienen en cuenta para nada, ni desde el Gobierno ni en la Cámara cuando se oponen sistemáticamente desde su grupo parlamentario a su presencia en este Parlamento, a los efectos de información o de presentación de propuestas.

Los excluyeron de la negociación del Plan de Empleo, como los han excluido del Tribunal Laboral y de otros acuerdos y foros de importancia, aunque representan a casi a una tercera parte de los trabajadores sindicados de Navarra.

Y eso que ayer hablaba de diálogo y concertación social. Es evidente que van a seguir excluyéndolos, tal como aparece en la página 9 de su discurso de investidura, cuando en el apartado de Trabajo ciñe su linea de diálogo y concertación social a CEN, UGT y CCOO.

En cuanto a las actitudes que puedan tener a partir de ahora en el Parlamento ahora que, gracias a CDN, van a contar con mayoría absoluta, tienen una ocasión inigualable para demostrar que creen en esta Institución, no haciendo uso del bloqueo sistemático de iniciativas antes de que lleguen a Comisión o Pleno, impidiendo su tramitación en la Mesa del Parlamento. Oportunidades les daremos muchas.

- En materia de desarrollo del autogobierno no han sabido defender los intereses de Navarra. Su gestión ha sido absolutamente sumisa al Partido Popular, sin que hayan sido capaces de conseguir ningún avance en materia de transferencias en cuatro años. A última hora y de mala manera han intentado vender humo dando públicamente a conocer un acuerdo sobre coordinación del tráfico que es una verdadera tomadura de pelo. ¿Acaso se puede llamar así a la simple transferencia del personal y de las oficinas de tráfico?

La modificación del artículo 29 del Amejoramiento, sobre el sistema de elección del presidente, no deja de ser una nueva humillación y un sometimiento a los intereses del gobierno central, privando a Navarra de regular por sí sola cómo elige su presidente, su capacidad para disolver esta Cámara y sus consecuencias.

Ustedes, que con tanta facilidad enarbolan la bandera de la defensa de Navarra, demuestran una debilidad y una frivolidad pasmosa a la hora de negociar con Madrid el traspaso de las competencias que nos corresponden por derecho. No hay avances, no sólo en Tráfico, tampoco en materia penitenciaria, en materia laboral y de Seguridad Social, en investigación y desarrollo y un largo etc que empieza a acumularse en el cajón de los recuerdos.

Es más, en los últimos años estamos sufriendo una ofensiva centralizadora por parte del Gobierno español a cargo de su socio, el PP, que se ha manifestado en la aprobación de numerosas leyes que invaden competencias navarras, como la Ley de Estabilidad Presupuestaria, la Ley de Calidad para la enseñanza, la LOU, la llamada reforma laboral o la creación de nuevos impuestos…

En ninguno de estos casos han denunciado ustedes la intromisión en competencias propias, ni han hecho amago siquiera de negociar con Madrid su retirada o modificación. En el caso de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, sólo después de que toda la oposición denunciáramos unánimemente el despropósito que suponía contra nuestra autonomía económica y financiera, su diputado en Madrid, Jaime Ignacio del Burgo, se dignó a comparecer públicamente proponiendo una serie de añadidos a la ley que, sin embargo, no hacían más que agregar humo, dejando, una vez más, al albur de la interpretación del Tribunal Constitucional el alcance de nuestro autogobierno. Y ya sabemos por experiencia la tendencia sistemática de dicho tribunal a interpretar los derechos forales restrictivamente.

En Justicia no ha habido novedad tangible desde su transferencia. Al contrario, empieza a ser habitual comenzar el año judicial con la denuncia pública, por parte del máximo representante de la Judicatura, de la situación de falta de medios materiales básicos en que se ven obligados a desarrollar su labor.

Una protesta que se ha repetido año tras año, sin que desde el Gobierno de Navarra se haya dado respuesta satisfactoria. No han encontrado ubicación para la nueva cárcel, y la actual no reúne los requisitos mínimos exigidos por la ley, y un largo etc. de cuestiones sin resolver que ponen de manifiesto su escaso interés por desarrollar nuestro autogobierno. Hablaba ayer de Plan informático y de creación de juzgados en Tafalla y Estella, bien poco para las carencias reales de la Justicia en Navarra.

Hemos echado en falta también una posición clara sobre la UE y la defensa en ella de las instituciones navarras. En su acuerdo con CDN “en cuanto a la participación de Navarra en los órganos de la Unión Europea” sí se cita pero no se desarrolla. Dada la importancia que tienen estas cuestiones relativas a la armonización fiscal, códigos de conductas etc. que afecten a las competencias de la Comunidad Foral en materia financiera y tributaria, no es entendible. Tampoco se sabe si apuestan por la participación directa de Navarra en las cuestiones que nos afectan, o bien, como ha defendido hasta ahora UPN, a través del Partido Popular.

Es fundamental para nuestro desarrollo una implicación en el futuro de la UE, como Navarra.

Esta legislatura coincide en el tiempo con un proceso de gran interés para el conjunto de la ciudadanía, los pueblos y los estados de la Unión Europea, cual es la ampliación de la Unión, pasando de 15 a 25 estados miembros, y asimismo con el proceso de elaboración de la Constitución Europea, cuyo borrador ha sido presentado en el Consejo Europeo de Salónica, y deberá ser objeto de la Conferencia Intergubernamental (CIG) de Octubre de este año, así como de referéndum en el 2004.

Tras la Conferencia Intergubernamental de Niza, en Diciembre del 2000, solamente una cincuentena de parlamentarios europeos – entre los que se encontraba la representación de Eusko Alkartasuna, clamaba por un proceso constituyente para la UE. Hoy casi nadie discute la pertinencia de una Constitución Europea para dar el definitivo impulso a la construcción política de Europa.

Una constitución es fruto de amplios consensos. Gran parte del borrador presentado representa un fuerte avance en términos de simplificación y clarificación institucional, de adopción de la personalidad jurídica de la Unión, del reforzamiento de la política exterior propia y común en un mundo multipolar, así como en aspectos relevantes, como el de la definición de las competencias de los distintos niveles de la UE, o la defensa de los Derechos Humanos mediante la inclusión de la Carta de los Derechos Fundamentales aprobada en Niza. Desgraciadamente, la presión de algunos, y sobre todo del gobierno español, ha hecho que se haya eliminado de los principios declarativos la palabra “pueblos”, y se hable de ciudadanos y Estados, si bien el propio borrador habla más adelante de “los objetivos comunes de los pueblos internos” de la Unión. La obsesión de las autoridades españolas se ha centrado en aspectos como el señalado, sin importarle, por el contrario, reducir en 14 escaños la representación del estado español en el Parlamento Europeo, que sale reforzado en su papel institucional.

Es pronto todavía para pronunciarnos con rotundidad, puesto que de la CIG de otoño saldrá el texto definitivo, y en este sentido llevamos a cabo más bien análisis críticos, más que posiciones concluyentes. Entendemos que globalmente representa un paso adelante, incluso desde la perspectiva de los poderes llamados regionales y locales, aunque las aspiraciones de muchos que piensan en clave de defensa de los derechos de las realidades políticas internas a los Estados hayan sido muchas veces soslayadas. Estamos convencidos, y así se ha manifestado a través de los debates habidos en la Convención y en las posiciones mantenidas por los parlamentos de regiones con poderes legislativos, incluidos los del estado español, que el debate regional tendrá que seguir produciéndose en el futuro.

Junto a ello, hemos de seguir manifestando nuestra inquietud por el hecho de ser el Estado español el único estado descentralizado de la UE que no articula la presencia de sus realidades políticas internas en los Consejos de ministros de la UE; es esta una realidad insoslayable, más allá de las diferentes opiniones y aspiraciones y proyectos políticos de futuro que tengamos las diversas fuerzas políticas. Las instituciones de Euskal Herria, y particularmente las de Navarra, se encuentran hoy en inferioridad de condiciones con las de los länder alemanes o austriacos, las regiones belgas o los gobiernos de Escocia y Gales, por ejemplo, y no es de recibo que teniendo competencias exclusivas en materias diversas, y particularmente en el terreno fiscal, no podamos participar en esos consejos, al igual que ya lo hacen länder y naciones sin estado y regiones europeas, aplicando el artículo 203 del Tratado de Ámsterdam. Esta es una cuestión, insisto, que va más allá de la fe política particular, puesto que afecta al bienestar y a los intereses directos de nuestra ciudadanía, y, por lo tanto, debemos exigir desde este Parlamento que por lo menos se articule una fórmula de participación, tal como se preveía ya en el acuerdo de mínimos que de forma unánime se adoptó en Diciembre de 1999 en el Congreso de Madrid. Nosotros querríamos más, lógicamente, pero no podemos demandar tampoco menos, sobre todo ahora que se produce la entrada en la UE de estados no ya más reducidos en población ý de menos entidad económica que Euskal Herria, sino incluso que la propia Navarra, como es el caso de Chipre o de Malta.

Lo cierto es que en la última negociación del Convenio Económico ustedes inventaron una fórmula de representación de Navarra por el Gobierno Central que no servía para nada y que éste ni siquiera aceptó.

Uno de nuestros objetivos pasa por la búsqueda de fórmulas, así por la exigencia, de representación directa de Navarra en aquellos temas que nos afecten.

Me sorprendió también que no hablara Usted del Convenio Económico, pilar fundamental de nuestro autogobierno.

Su socio, el PP, ha intentado reducirlo a su mínima expresión, yendo contra nuestra capacidad fiscal basada no en la concesión graciosa sino en nuestros derechos históricos.

Incluso en la dictadura franquista hubo respeto hacia esa capacidad que posibilitó un desarrollo mayor para Navarra, vía el asentamiento de empresas e incentivos fiscales.

El PP y el T.C siguen sin entender porque no quieren esa capacidad navarra, intentando menoscabarla e incluso minar nuestra soberanía fiscal.

Además, yendo más allá, el Convenio es importante pero no sólo por tenerlo firmado sino que se trata de adecuar su aplicación a la realidad de Navarra.

El Convenio hay que desarrollarlo no copiar con retraso lo que viene de Madrid, véase impuesto sobre hidrocarburos u otros. Se trata de inventar dicha aplicación para responder a la casuística Navarra, a su bienestar y desarrollo, por ejemplo estableciendo un sistema social de apoyo distinto a otros.

Continuando con su programa de Gobierno, no compartimos su visión de la gestión pública, unas veces condicionada por los intereses particulares, y otras por la privatización de servicios fundamentales.

La Sanidad de Navarra, hace una década pionera en el Estado, se está resintiendo con su política de recortes y la gestión inadecuada de los recursos. Proyectos fundamentales como el Plan Oncológico, el Plan Socio – Sanitario o el Plan de Salud se encuentran, en este momento, paralizados.

Además, en la pasada legislatura se han puesto en evidencia situaciones concretas como la precariedad laboral de los médicos coordinadores de SOS Navarra o las condiciones deplorables en que desarrollan su trabajo los empleados de ambulancias, como consecuencia de la privatización del servicio de transporte sanitario y la subsiguiente congelación de la partida presupuestaria destinada a la subcontratación de dicho servicio.

Qué decir de los pediatras de la Atención Primaria que han amenazado con el paro por las malas condiciones de trabajo. O del caso de la legionella, que tuvo como consecuencia varios muertos y fue ocultada a la opinión pública e incluso a los profesionales sanitarios.

En definitiva, muestra del talante y la manera de organizarla por UPN.

Entendemos que el Servicio sanitario es, junto con la Educación pública, prioritario en el conjunto del sistema navarro, porque los derechos a la salud y a la educación son universales y fundamentales. Anteponen otros intereses – particulares, partidistas o quién sabe – a la calidad en servicios básicos, algo que, como socialdemócrata, no comparto ni compartiré, y que en última instancia, es cuestionar la calidad asistencial de las personas. Y, desde luego, lo inaceptable es que desde el gobierno se responsabilice de estos y otros fracasos al mercado o a la oposición parlamentaria, como se ha hecho habitualmente (con motivo de la prórroga presupuestaria) en estos últimos cuatro años.

Hablaba Usted de “modelo sanitario mixto” y estamos en completo desacuerdo pues corremos el riesgo de primar intereses que vayan frontalmente en contra de ese derecho fundamental a la Salud desde lo público. Nos parece preocupante por la posibilidad de que se enfrenten intereses que no respondan al objetivo prioritario de salud para los ciudadanos navarros.

De hecho, su planteamiento se estaba ejecutando al paralizarse el Plan Oncológico entre otros.

Sabemos que lo que no se responde en Salud es una pérdida más grave que en otros ambitos porque su falta no para la enfermedad.

Supongo que la futura Consejera Kutz o la Parlamentaria Oreja saben a qué me estoy refiriendo ya que han desempeñado cargos sanitarios.

En el caso de la Vivienda ha sido muy clara la actitud de UPN. En los últimos ocho años en que han tenido responsabilidades de gobierno la demanda de Vivienda de Protección Oficial se ha multiplicado, sin que hayan sido capaces de cumplir ni tan siquiera sus propias previsiones de construcción de VPO. La promoción se ha dejado, fundamentalmente, en manos privadas, infrautilizando herramientas públicas como VINSA o el propio Departamento.

Y a estas alturas se presentan con propuestas de su acuerdo con CDN como la de ampliar de cinco a siete años el plazo máximo de desgravación fiscal por cuenta vivienda, pero sin ningún compromiso concreto en cuanto a plazos de construcción. La situación actual, después de sus ocho años de gestión, es alarmante, y sólo un plan de choque podría corregirla. ¿ Qué es “fuerte presencia de vivienda protegida” según su discurso de ayer? ¿De cuántas viviendas estamos hablando?

Mención especial haré al euskara y a su tratamiento. En el discurso no habla de ello y sí en su acuerdo con CDN. Ustedes ciñen el fomento del euskara a la Ley 18/86 e incluyen un aspecto sin duda interesante como es el que se respete en Navarra la Carta Europea de lenguas minoritarias.

No puedo defender yo una ley tan discriminatoria e insuficiente como la Ley del Euskara, y nos reafirmamos en que vulnera los derechos lingüísticos mínimos de los navarros.

Y además la política de UPN en los últimos cuatro años supera en restricciones y con creces las limitaciones de dicho texto legal. Por lo que es dificil de creer es que UPN vaya a cumplir las recomendaciones europeas de dicha Carta.

Han eliminado el euskara de señalizaciones viarias, carteles urbanos, nominaciones departamentales, impresos públicos, campañas propagandísticas (la última que recuerdo, una sobre vivienda en alquiler que se repartió recientemente e íntegramente en castellano). Han retirado las subvenciones a la Universidad Vasca de Verano sin ningún argumento.

Justificándose en la aplicación rígida de la ley niegan subvenciones al transporte escolar en la llamada zona no vascófona donde, ante la inexistencia de oferta pública en euskara, se tiene que trasladar al alumnado todos los días varios kilómetros hasta otras localidades.

Normas que, sin embargo, aplican con generosidad cuando los ‘perjudicados’ son otros: recordemos la resolución de la convocatoria de ayudas a medios de Comunicación por la promoción del euskara del año 2001, en que determinado periódico había presentado la documentación requerida tarde, pese a lo cual le fue concedida la ayuda.

Llevan cuatro años impulsando una política lingüística que menos eso es cualquier cosa, y fundamentalmente, falta de respeto. Basta recordar las descalificaciones de Miguel Sanz a los participantes en aquella manifestación multitudinaria contra el citado decreto sobre el uso del euskara en la Administración, a los que se refirió como ‘filoetarras’; o el episodio, más reciente, protagonizado por el responsable de Política Lingüística, Pedro Pegenaute, con el presidente de Euskaltzaindia, Jean Haritschelhar.

Han sacado a Navarra de los órganos permanentes de instituciones de prestigio de las que fue cofundadora, como Eusko Ikaskuntza o Euskaltzaindia; han eliminado, de facto, el reconocimiento de los derechos lingüísticos de la ciudadanía navarra en la llamada zona mixta, la más populosa y, por tanto, la que mayor cantidad de euskaldunes aglutina.

Instituciones y foros creados exclusivamente para velar por la conservación y el respeto a esta lengua los utilizan perversamente con el objetivo contrario: desde el propio Departamento de Política Lingüística, hasta el Consejo del Euskera, cuya composición y funcionamiento han modificado de forma esencial, de modo que ya no tiene recursos para impedir su política anti euskara. La propia Defensora del Pueblo recordaba recientemente al Gobierno de Navarra su obligación de rotular en bilingüe; como también hizo en su momento el presidente de la judicatura en Navarra, en relación con la Audiencia Provincial.

No respetan la lengua y tampoco a los contribuyentes, que tienen el mismo derecho a recibir la información y la educación pública en cualquiera de las dos lenguas oficiales. Y ello por no hablar de la negativa de ambos partidos, tanto UPN como CDN, a facilitar la incorporación efectiva y decidida del euskara a la Universidad.

¿Dónde ha quedado la reivindicación de CDN de extender el derecho a la enseñanza en euskara a toda Navarra? ¿Va a asumir este partido responsabilidades sobre la política lingüística del Gobierno de Navarra?

En su acuerdo, Sres de CDN y UPN,hablan de respetar y cumplir las exigencias de la Carta Europea de las lenguas minorizadas.

La pregunta es cómo lo van a hacer. Si como hasta ahora o de verdad.

Recordamos que la oficina Europea de las Lenguas Minorizadas reprendió al gobierno Sanz por las restricciones al euskara en la Administración. Recordamos que la Carta Europea de las Lenguas habla en su artículo 8 de enseñanza en todos los niveles, o en el artículo 11.2 en que “se compromenten a garantizar la libertad de recepción directa de emisiones de radio y televisión de los países vecinos en una lengua practicada bajo una forma idéntica o próxima.”

Podríamos alargarnos pero con estos ejemplos damos muestra de la incoherencia de su pretendido respeto y lo que han hecho hasta ahora.

Navarra tiene una de las regulaciones lingüísticas más restrictivas de toda Europa. La zonificación lingüística es vulneradora de derechos al negar la igualdad de los ciudadanos navarros en acceso a la enseñanza en euskara así como es su atención por la Administración.

No hay precedente en ningún gobierno que plantee retrocesos normativos en una lengua propia, a excepción del suyo, Sr. Sanz.

La única manera de responder a la ciudadanía navarra desde el derecho es la cooficialidad de las dos lenguas de Navarra.

Es imposible para nosotros, pues, apoyar una gestión tan indecente respecto a nuestra lengua y respecto a las entidades, organizaciones y personas que trabajan, a menudo a pesar de las instituciones navarras, por su normalización y desarrollo, haciendo posible que hoy el euskara sea una lengua en recuperación en Navarra. Por coherencia y compromiso, nos mantendremos vigilantes y especialmente activos en la defensa de los derechos lingüísticos de ciudadanos navarros.

En resumen, no apoyaremos su candidatura, señor Sanz, porque se ha propuesto gobernar en contra de los miles de navarros y navarras a los que yo estoy representando aquí, en contra de sus derechos e intereses, de sus sentimientos e ideas.

No le apoyaremos porque, basa su programa de gobierno en la imposición de un proyecto político determinado, sin respetar la pluralidad política y social de Navarra y la libertad de pensamiento.

No le apoyaremos porque supedita la gestión pública a intereses privados y particulares, y fomenta la privatización de servicios públicos fundamentales.

No le apoyaremos porque regula en contra del euskara y de la identidad vasca de Navarra, manifestando públicamente su desprecio hacia esta realidad socio – cultural de Navarra y de las miles de personas de esta Comunidad que nos han dado la representación.

Y no le apoyaremos porque pese a sus promesas de una gestión integradora su práctica política hasta ahora ha sido la de un gobierno que se alimenta de la crispación y el enfrentamiento entre los ciudadanos y eso no es un buen gobierno, porque perjudica el progreso y el desarrollo de esa sociedad.

No obstante, pese a todos nuestros temores más que fundados respecto a su gobierno, seguiremos trabajando, desde una oposición constructiva, por el desarrollo de todas aquellas políticas e iniciativas que consideremos beneficiosas para Navarra; permaneceremos atentos a todo lo que pueda suponer un intento de exclusión y marginación de una parte importante de la realidad de Navarra, y en especial, a la que nosotros representamos, y no toleraremos que se nos trate de achacar responsabilidades en realidades como la de la violencia, que desde nuestro nacimiento, hemos rechazado públicamente, hemos condenado políticamente y hemos intentado resolver responsablemente, por vías estrictamente políticas y democráticas.

Para terminar, hemos echado en falta referencias concretas y necesarios a aspectos que nos importan mucho, como son la igualdad de oportunidades entre hombres y mujres, la manera de articularlo desde la Administración, como la integración de inmigrantes, el futuro de la Policía Foral, la necesaria profundización ante nuestra dependencia estructural con respecto al sector de la automoción, la violencia de género, la financiación de las entidades locales y búsqueda de solución a su habitual dependencia, medidas concretas para el empleo femenino…

Por tanto, desde Eusko Alkartasuna haremos una oposición firme y positiva,

- en defensa del máximo desarrollo de nuestras capacidades de autogobierno, exigiendo el traspaso de todas las competencias que nos corresponden por derecho, denunciando todas aquellas situaciones que supongan un recorte o una interpretación restrictiva de nuestros derechos;

- en defensa de la identidad vasca de Navarra, como realidad cultural y política esencial de esta Comunidad, cuya presencia y aceptación social aumenta, pese a los hándicap y las trabas institucionales;

- en defensa del euskara, fomentando su uso, normalización y desarrollo, exigiendo la igualdad de derechos para todos los navarros y navarras, independientemente de la zona en que residan; propiciando su presencia en todos los ámbitos, incluido el académico y universitario;

- en defensa de la paz y la convivencia política y social, reivindicando las vías exclusivamente pacíficas y democráticas como únicas aceptables en la resolución de los conflictos, e impulsando la iniciativa y participación de Navarra en el necesario proceso de pacificación y normalización política de nuestro país;

- en defensa del diálogo y la negociación política como único instrumento válido frente a la intolerancia y el sectarismo, capaz de romper dinámicas de violencia y enfrentamiento y aportar soluciones duraderas;

- en defensa del desarrollo socio – económico de Navarra, de forma compatible y complementaria a la justicia social, la igualdad de oportunidades de todos los navarros y navarras, mediante un proyecto económico equilibrado social y territorialmente;

- en defensa de una evolución social democrática de Navarra, favoreciendo la implicación y el compromiso ciudadano con el entorno y la participación en las instituciones, propiciando la solidaridad interna, con otros ciudadanos de nuestra Comunidad, y la externa, con otros pueblos del mundo;

- en defensa del desarrollo cultural de Navarra, impulsando la creación y la promoción artística y cultural de nuestros valores, contribuyendo a la proyección exterior e interior de las creaciones propias;

- en defensa de la libertad de pensamiento y decisión de los navarros y navarras, de su derecho a elegir sus creencias y convicciones y a defenderlas y a que sean defendidas democráticamente, de su derecho a elegir libremente su futuro;

Para finalizar, daba por supuesto que un candidato a la Presidencia del Gobierno de Navarra pediría el voto a todos los parlamentarios y no a una “ mayoría suficiente” tal como decía ayer. Quizás está usted rechazando de antemano el apoyo parlamentario, con lo cual estaría negando usted la legitimidad democrática de esta Cámara recién constituida.

Fuente: Begoña Errazti