Desde EA de Navarra critican duramente la agresión del Estado a los principios democráticos y a los derechos fundamentales mediante la violencia policial
Desde EA alabamos todo el proceso catalán y la audacia de la ciudadanía para desarrollar el referéndum del pasado 1 de octubre, por sus valores democráticos, pacíficos y universales, todos ellos coincidentes con los principios fundacionales del partido, que ha apostado siempre por una actitud pacífica y cívica en el camino de la soberanía de Navarra y del conjunto de Euskal Herria.
Mostramos nuestra máxima solidaridad con las más de 800 víctimas, especialmente con aquellas que continúan hospitalizadas y en estado más grave, así como con el conjunto del pueblo catalán, sus autoridades y sus instituciones, que siempre tendrán nuestro amplio apoyo en la defensa del derecho a decidir su futuro.
El Estado español y el presidente Mariano Rajoy han quedado señalados ante la opinión pública internacional, que ha criticado duramente su proceder autoritario y una represión policial y judicial absolutamente desproporcionada y vergonzosa, indigna de cualquier democracia del siglo actual. La comunidad internacional debe tomar medidas para denunciar la actuación del Gobierno español y, en vista la actitud tirana y abusiva del Estado, mediar para resolver este conflicto político y dar cauces al legítimo y democrático ejercicio de las instituciones catalanas. Los agentes internacionales deben responder con actitud positiva, solidaria y constructiva a las solicitudes de la ciudadanía catalana, que merece ser escuchada y atendida, siempre desde la defensa de los principios de Europa de los pueblos, la solidaridad internacionalista y el reconocimiento del derecho a votar y a decidir de la ciudadanía.
Asimismo, ante un grave episodio de violencia estatal, reclamamos al PNV que desde la responsabilidad hacia con los derechos humanos fundamentales y los valores democráticos, rompa relaciones con el Partido Popular y acompañe con honestidad y sin ambigüedades a la ciudadanía catalana en su reclamo por construir un Estado propio.
En un escenario donde una negociación y un diálogo respetuoso entre el Estado y la Generalitat resulta fantasiosa, y siendo buenamente conscientes y conocedores de que el obstáculo no es el propio proceso catalán sino un Régimen de Estado absolutamente putrefacto, arcaico y corrupto en cuanto a valores democráticos se refiere, la dudosa y turbia actitud del PNV es cuanto menos insultante. Es hora de defender con valentía y firmeza a todo un país, el pueblo catalán, que desde la desobediencia civil y la resistencia pacífica, lucha para romper las amarras del Franquismo y construir un futuro libre y democrático.