1. En primer lugar Eusko Alkartasuna valora positivamente el cambio de criterio del Tribunal Supremo, que abre una puerta al reconocimiento del hecho diferencial de Araba, Gipuzkoa, Bizkaia y Navarra en materia fiscal, y deja sin efecto la suspensión cautelar del TSJPV a las normativas del Impuesto de Sociedades aprobadas por las tres primeras en 2005. Ahora que, con motivo de la diferencia de tipo aprobada por las diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tanto se subraya la inseguridad jurídica que la desarmonización podría acarrear para las empresas y las administraciones, conviene recordar que en los cuatro territorios forales la causa central de inseguridad jurídica en esta cuestión ha sido la actitud de los gobiernos autonómicos del PP que sistemáticamente han recurrido la normativa vasca, y el criterio aplicado por los tribunales españoles en sucesivas sentencias, siempre restrictivo hacia nuestra soberanía, manifestando su resistencia constante a reconocer nuestra capacidad fiscal.
2. En segundo lugar, la diferencia de tipo existente en estos momentos entre Bizkaia y Araba, por un lado, y Gipuzkoa, por otro, no es achacable a la actitud de Eusko Alkartasuna, que ha actuado, en todo momento y con todos, con claridad, lealtad y voluntad de acuerdo.
3. Como partido socialdemócrata, Eusko Alkartasuna cree en la economía de mercado y en el papel fundamental de las empresas en la búsqueda del desarrollo económico. Pero también entendemos que las instituciones han de actuar como agentes de distribución de esa riqueza, para garantizar que el crecimiento económico sea armónico, sostenible y solidario. En definitiva, lo público debe no sólo incentivar la actividad económica y empresarial sino establecer instrumentos para que la riqueza generada contribuya al bien común del país y sus habitantes. Las empresas tienen la obligación de generar beneficios, crecer y crear empleo. Y de remunerar a sus accionistas; pero también al resto de intervinientes en su desarrollo: los trabajadores. Las empresas tienen necesidad y obligación de renovar sus equipos, investigar e innovar para ser más competitivas, formar a sus empleados y empleadas, potenciar su desarrollo profesional, potenciar su reinserción en el mercado laboral e integrar la prevención de riesgos laborales en el día a día de su gestión, en sus planes operativos y en el orden del día de sus consejos de administración. Esto pretendemos premiar con las deducciones específicas que hemos incorporado a ese tipo general del 30%. Creemos que es responsabilidad de cualquier Gobierno, no sólo facilitar el desarrollo de su tejido empresarial, sino ayudar a su consolidación en el País. Por eso planteamos un impuesto de sociedades que, partiendo de un tipo general, premie, mediante deducciones muy importantes, a las empresas que den prioridad a sus obligaciones en materia de seguridad laboral, innovación e investigación, formación, renovación etc, frente a las que den prioridad exclusiva al dividendo. Y por ello también las pequeñas empresas (las que más lo necesitan en sus inicios para poder consolidarse) tienen un tratamiento fiscal más favorable. Es más la empresa que se comprometa de forma efectiva con todos los conceptos previstos disfrutará de todas las deducciones específicas, y únicamente soportará una carga fiscal cuyo tipo impositivo será cercano a la mitad del nominal. Sólo aquellas que no asuman estos retos, que desde la acción de Gobierno consideramos prioritario alcanzar, pagarán el tipo general del 30%. En definitiva una fórmula de recompensa a las empresas, en función de su grado de compromiso y cumplimiento de unos objetivos de progreso para el conjunto de la sociedad.
4. Ante la tramitación del Impuesto en Juntas Generales de Gipuzkoa. Una vez que PNV y EA hemos alcanzado el acuerdo sobre el tipo nominal del impuesto y las deducciones que se aplicarían a éste -en función de la filosofía explicada-, nos reunimos con los grupos políticos para recabar su apoyo. Siendo conscientes de la disparidad de posturas como se ha puesto en evidencia estos meses en ese baile de tipos nominales- creemos sinceramente que la propuesta pactada recoge bien el doble objetivo de atracción e impulso empresarial, e incentivo a las actitudes de compromiso social en materia de Innovación, Prevención de Riesgos Laborales, formación de trabajadores, reinserción laboral… En definitiva, es una fórmula de indudable componente progresista, que impulsa objetivos sociales concretos premiando a las empresas que en ellos más invierten.
Fuente: Eusko Alkartasuna