Ya en su día el Gobierno Foral advirtió que actuaría contra el consistorio leitzarra por haber izado el día de inicio de fiestas la ikurriña. Hoy hemos sabido públicamente que el Departamento de Administración Local ha estado “perdiendo el tiempo”, afirma Ramirez, en un informe que analice el alcance del artículo 8.3 de la Ley de Símbolos de Navarra, que admite la posibilidad de izar la bandera de otras comunidades en señal de cortesía, en caso de que sean invitados por una institución navarra representantes de otras autonomías. “El tema empieza a rallar ya lo absurdo. UPN traspasa la línea de la vergüenza ajena en este tema”, apunta.
“Desde Eusko Alkartasuna defendemos la idiosincrasia local para que cada pueblo actúe en esta cuestión como por costumbre o por decisión popular en referéndum, como es el caso de Atarrabia o Aoiz, haya decidido. En este caso volvemos a insistir en lo mismo: la bandera de Navarra y la ikurriña son símbolos de identidad de la inmensa mayoría de los leitzarras, históricamente siempre ha estado en el balcón consistorial y por tanto la actitud del Gobierno nos parece un atropello contra el derecho a la libertad de expresión que, una vez más, denunciamos en relación con esta ley sectaria”, explica.
“Con estas actitudes de cicateo permanente la derecha navarra pone en evidencia hasta dónde es capaz de hacer el ridículo. Mejor haría el responsable de Economía y Hacienda en analizar su gestión, actualmente en entredicho como consecuencia de la posible malversación de fondos y fraude que se está achacando al señor Ricardo de León y en abrir una investigación administrativa interna con respecto a este asunto. Mejor nos iría a los navarros y navarras si el Ejecutivo invirtiera su tiempo y el dinero de todos los contribuyentes en fines más constructivos, como estudiar la reorientación de su política económica, social e industrial, actualmente excesivamente dependiente del futuro de una que nuevamente acaba de anunciar un nuevo recorte en la producción” concluye el presidente de EA en Navarra, Maiorga Ramírez.
Fuente: Maiorga Ramirez