Eusko Alkartasuna recuerda la figura de José María Setién, obispo emérito de Donostia, como un hombre que trabajó de manera incansable para la consecución de la paz y la reconciliación en Euskal Herria. El fallecido obispo emérito fue el gran referente de la tradición de la Iglesia vasca enraizada en la sociedad, que se significó contra el fascismo y a favor de los derechos humanos y sociales, en una línea de la que los actuales representantes se han alejado paulatinamente.
Setién fue, además, un hombre valiente ya que su trabajo, desde sus propios valores e ideales humanistas, le valió estar permanentemente en el ojo del huracán y ser objeto de innumerables insultos. La coherencia de su trabajo y sus palabras le convirtieron en referente para gran parte de la sociedad vasca.
Por encima de las críticas recibidas, Jose Maria Setién ha seguido aportando libertad, humanidad, convivencia y Paz desde su cargo y fuera de él.
Un número importante de afiliados y afiliadas han acudido al funeral por el obispo emérito de Donostia.