La semana pasada nos sentenciaron a ser españoles durante 35 horas a la semana. La Sala III de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo español anuló el Decreto autonómico que establecía una jornada de trabajo efectivo de 35 horas semanales para el funcionariado de la CAPV. Esta sentencia nos afecta de manera directa a cada habitante del País Vasco, seamos o no funcionarios.
Vamos a poner un ejemplo claro: tal y como asegura un estudio realizado por el sindicato ELA, esta decisión afecta a la creación – en este caso destrucción, o no creación- de empleo público estable y solvente. Para Osakidetza, esta anulación afecta a la NO creación de 2.000 nuevos puestos de trabajo. Sí, serán funcionarios y funcionarias quienes no tendrán estos puestos. Sí, serán funcionarias y funcionarios quienes tendrán que seguir haciendo horas extra sin poder dar abasto. Y sí, será la sociedad entera quien salga perjudicada de esta falta de personal.
Detrás de esta sentencia hay más que horas de trabajo en juego. Esta sentencia es la punta del iceberg del modus operandi del Gobierno del Partido Popular. El PP, durante sus gobiernos de mayoría absoluta, ha hecho y deshecho leyes a su antojo. Cada deseo del presidente Rajoy ha sido convertido en ley, o se han interpretado éstas bajo la óptica de Rajoy. Y esto nos lleva a constatar, por enésima vez, que la separación de poderes en el Estado español no existe.
Decían Montesquieu y Locke que la división de poderes era la única forma de garantizar la democracia y la libertad de la ciudadanía. Y en el Estado español el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial comen del mismo plato. Así, en esta situación de NO separación de poderes, quien manda puede hacer que sus deseos sean leyes. Esta es la clave y forma de gobernar del PP.
La tristemente famosa sentencia de las 35 horas, nos muestra cómo el PP usa toda la maquinaria que tenga a mano para tumbar un derecho del pueblo vasco recogido en el Estatuto de Gernika: la competencia de la gestión de las administraciones públicas. No tienen reparo ni vergüenza, en mantener secuestradas las 37 competencias que tenemos pendientes del Estatuto de Autonomía desde 1979, sino que las que ya gestionamos, las boicotea según convenga. Esta forma de gestión se llama centralizar. Es decir, que todo lo concerniente al reino de España se decida en Madrid. Gobernar de una manera centralizadora no es nuevo en España, así gobernó el dictador Franco durante sus 40 años de autoritarismo. La cúpula del PP actual ha heredado estas mismas técnicas de gestión, RE-centralizando el Gobierno del reino de España.
Donde el PP gobierna, hace y deshace a su antojo, muy lejos de la buena práctica política, que es la de intentar acordar posturas con diferentes movimientos políticos, sociales y sindicales. ¿Y donde no gobierna? Pues hace lo mismo, pero usando los tribunales para cumplir sus voluntades. Lo que ha hecho el PP, en esta ocasión, es robarnos una competencia exclusiva nuestra, para después cuando estime, devolvérnoslo a modo de regalo, o usarlo a modo de trueque. Y esta ocasión prevemos que será a la hora de negociar los Presupuestos Generales del Estado con el PNV. Y el PNV nos venderá como nuevo el caramelo nuestro, ya chupado por Madrid y vuelto a envolver por Lakua.
No entendemos por qué, en lugar de exigir las competencias que quedan sin transferir, el PNV apoya esta mala gobernanza. No entendemos por qué apoya un Gobierno que usurpa capacidades de gobiernos como el de Cataluña. No entendemos por qué ante la usurpación de nuestras competencias, el PNV permanece tan tibio. No entendemos por qué el PNV no mueve un ápice ante el nuevo escenario de pacificación que se nos abre. No entendemos, a la postre, por qué el PNV gusta de la mediocridad en momentos en los que Madrid nos ha declarado la guerra política y está usando todas las armas judiciales y legislativas.
Ante los deseos convertidos en Ley de Rajoy y el Gobierno español, nos toca hacer un análisis sincero de cómo queremos gobernar nuestro pequeño país; qué herramientas legales, jurídicas y políticas tenemos, con qué aplomo las defenderemos, y cómo entablar una negociación de igual a igual con el Estado español. Desde Euskal Herria Bildu estamos dispuestas a ello.
Iker Ruiz de Egino Begoña
Concejal de EH Bildu
Portavoz de Eusko Alkartasuna