Reflexión de Eusko Alkartasuna sobre el día de la mujer.
Mucho ha llovido, aunque en las Bardenas Reales no tanto, desde que hace ya 101 años se celebrara el primer día en homenaje de la mujer asalariada, y aunque las cosas han cambiado en el mundo occidental, nos queda mucho para lograr la igualdad real y efectiva de oportunidades entre hombres y mujeres.
Tener que celebrar un día para reivindicar la igualdad de derechos y oportunidades significa que, actualmente, las desigualdades y discriminaciones siguen al orden del día en todos los ámbitos, público y privado. En el ámbito Laboral las mujeres cuando logran acceder al mercado laboral lo hacen en unas condiciones mucho peores que los hombres, con contratos precarios, temporales y a tiempo parcial e, incluso, sin contrato. En el ámbito del hogar, la conciliación de la vida familiar y laboral se sigue haciendo a costa de las mujeres, que son, en la mayor parte de las parejas, las que cuidan a los hijos e hijas, solicitando reducciones de jornada o excedencias y en muchos casos renunciando a sus carreras profesionales. Por ello, son muchas las que con las medidas adoptadas en la última Reforma Laboral no llegarán a percibir pensión contributiva por no cotizar los años dispuestos por ley.
Es cierto que se han aprobado en Euskal Herria distintos planes y leyes de igualdad. Pero con la mera aprobación no avanzaremos lo necesario. La situación de crisis económica que padecemos afecta de manera especial a las mujeres, muy concretamente en la CAV, donde el perfil de la persona sin empleo es claramente femenino. Y, además, las medidas que se están adoptando por los gobiernos para superar la crisis les afectan principalmente y sirven de excusa para recortar o eliminar los recursos económicos destinados a implementar las leyes y planes de igualdad. Hay que acabar con esta situación.
A mayor abundamiento, se deben tomar medidas para que se deje de ver a la mujer como un empleado con un coste excesivo debido a los derechos que tiene derivados de la maternidad.
Así mismo, necesitamos que se aprueben normas que garanticen el acceso de la mujer al mercado laboral en condiciones de igualdad respecto a los hombres. Y no nos podemos olvidar de las pensiones, ya que una vez más, las mujeres pensionistas tienen las de perder: al endurecerse los requisitos para acceder a las pensiones, las jubiladas vuelven a ser las protagonistas de cobrar pensiones menores que las de los jubilados, sin tener en cuenta la situación de todas aquellas mujeres que en su vida laboral tuvieron que hacer un parón en su vida profesional para realizar labores de cuidado doméstico; labor que sigue sin ser visibilizada ni valorada.
Y si la Reforma Laboral y la de Pensiones no fuera poco, fuera de cualquier excusa de crisis, nos encontramos con el recorte en la libertad individual que cualquier persona debería tener en el momento de decidir sobre su propio cuerpo, la reforma de la ley del aborto por parte del PP vuelve a negar a las mujeres el derecho a decidir sin ningún tutelaje sobre su propio cuerpo, la idoneidad de llevar a término el embarazo, sin proponer ningún otro mecanismo de ayuda para el momento de la elección en sí.
Ante esta situación Eusko Alkartasuna muestra su rechazo frontal a la reforma laboral que ha aprobado el Gobierno del Estado que supone el certificado de defunción del derecho laboral entendido como conjunto de derechos y garantías que los trabajadores han ido consiguiendo a lo largo de los años gracias a la lucha obrera.
La revisión de la reforma laboral y su superación con perspectiva de género, así como la necesaria activación de un nuevo contrato social donde se tome en cuenta las debilidades sociales para trabajar por una justicia social, son detalles prioritarios en la erradicación de las desigualdades. El desarrollo de un nuevo marco laboral vasco o el simple rechazo a la Reforma de Pensiones y a la Reforma Laboral debe ser un eje de trabajo para toda la ciudadanía, que lógicamente debemos activar todos los agentes sociales, sindicales y políticos allá donde estemos.
Y, lamentablemente, es imposible terminar una reflexión sobre el día de la mujer sin citar la violencia de género. Una espada de damocles que pende sobre el 50% de la sociedad por el hecho de ser mujer. Todo esfuerzo al respecto será poco, por parte de las instituciones, de los partidos, agentes sociales y en la calle.
En la calle, estará Eusko Alkartasuna el día de la mujer y en todas las citas que tengan como objetivo trabajar por una sociedad más justa, que será necesariamente igualitaria.
Fuente: Eusko Alkartasuna