La señora LASAGABASTER
OLAZÁBAL:
Señora presidenta, señorías,
me gustaría hacer tres reflexiones en este trámite de cuatro leyes
fundamentales. Esta es la verdadera cara del diálogo del Partido Popular.
Esto es lo que dialogan y esto es lo que preconizan el debate y el diálogo.
Nada. A lo largo de la tramitación hemos visto, especialmente en los
presupuestos y en la ley de acompañamiento, que se han introducido, vía
enmiendas, por parte del propio Partido Popular multitud de elementos absolutamente
relevantes y transcendentes en materias concretas. No hablamos, y es ya de por
sí absolutamente importante, de la creación de un nuevo impuesto,
de las tasas, sino también, aunque algunos probablemente no lo van a
decir, de la modificación de leyes orgánicas que afectan a aspectos
sustanciales, como la financiación de partidos políticos o la
Ley electoral de régimen general, sin entrar en el contenido. Esto es
inadmisible en una tramitación que se pretenda cuando menos correcta
y acorde con lo que debe ser el espíritu parlamentario. Señores
del Partido Popular, tienen los votos, no tengan miedo. Si realmente quieren
modificar leyes, crear impuestos y hacer otra serie de cuestiones, plantéenlo
donde deben, y no solamente en el Senado, porque también aquí
algo tendríamos que haber señalado; planté-enlo, vayamos
a debatir, porque al final tienen los votos y lo sacarán. Pero lo que
no se puede hacer es utilizar los votos como mayoría apisonadora. Y vuelvo
a decir que no solamente en las cuestiones que hoy se van a suscitar desde otros
grupos parlamentarios, sino también en las que afectan a derechos importantísimos.
Esto es lo que nos ha venido a traer la mayoría del Partido Popular y
que no admitimos. Creemos que se ha utilizado ya hasta llegar al paroxismo una
técnica legislativa inadecuada. Lo dijimos en el primer momento del debate,
especialmente en la ley de acompañamiento, y hoy es el reflejo máximo
de lo que no se debe hacer.

No quisiera irme de esta tribuna sin suscitar que no estamos de acuerdo en esta
técnica legislativa que cada vez, desde nuestro punto de vista, no va
a mejor. Creemos asimismo que, en coherencia con lo que vamos a hacer, no aprobar,
no apoyar, no participar en un supuesto debate y votación cuya técnica
no nos gusta aunque mantenemos, como es lógico, la legitimidad de los
votos que ustedes tienen, si les parece inadecuada y abusiva esta técnica
y hablamos también al Grupo Parlamentario Socialista, porque es contraria
al diálogo y porque, en definitiva, puede interpretarse como vulneración
de los principios democráticos, supongo que pensarán lo mismo
de la técnica utilizada por el Gobierno para la prórroga unilateral
del concierto. Así que, señores, miro a la derecha y también
a la izquierda, porque, si esto les parece que no es adecuado, que no es propio,
que no es conveniente para los principios democráticos parlamentarios,
imagino que lo mismo deberían pensar en el caso de la prórroga
unilateral del concierto. No compartimos esta técnica. Tienen los votos,
utilícenlos, pero ejérzanlo con un principio democrático
de debate y de diálogo. No vamos a participar en esta votación,
pero pediríamos coherencia a todos los grupos parlamentarios, porque
lo que no nos parece bien de unas leyes, tampoco debería parecérnoslo
de otras. Muchas gracias, señora presidenta.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Lasagabaster.
Tiene la palabra la señora
Lasagabaster.
La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL:
Gracias, señora presidenta.
Señorías, como decíamos antes y es una desgracia que tengamos
que volver a utilizar este argumento, pero la realidad es persistente, en democracia
hay una cuestión muy importante, y es la forma de hacer política,
y desde luego la forma de llevar adelante este proyecto de ley es un ejemplo
de lo que nunca se debe hacer. Es la consagración absoluta de la falta
de consenso y sobre todo porque al consenso a veces se llega y a veces no de
la voluntad de no querer intentar llegar al mismo. No ha habido un intento para
llegara ese consenso con la comunidad educativa, con la comunidad universitaria,
no lo ha habido con las comunidades autónomas, no sólo durante
la tramitación del proyecto, sino, ni mucho menos, durante la elaboración
del mismo y, desde luego, tampoco lo ha habido en latramitación en esta
Cámara ni en el Senado. Todos los grupos parlamentarios hemos hecho aportaciones,
creo que constructivas. Hemos presentado múltiples e innumerables enmiendas
que, al menos, debían haber sido objeto de estudio, de diálogo
y de debate. Pero no, austedes les gusta la nocturnidad, les gusta la urgencia,
en definitiva, les gusta el atropello. Es una cuestión relevante porque
este proyecto de ley tiene gran trascendencia, afecta de forma notable a la
sociedad. Hubiera sido conveniente incorporar propuestas de los distintos sectores,
agentes de la universidad y de las distintas formaciones políticas. En
definitiva, hubiera sido muy conveniente tener un modelo de universidadadaptado
al siglo en el que acabamos de entrar y que pudiera haber hecho frente a los
retos y problemas que vamos a afrontar. Aquí no se ha hablado de modelos
de universidad, se ha hablado de la idea que tienen ustedes, de la idea de este
proyecto de ley, de una idea muy clara que ni tan siquiera es un modelo, de
la idea de centralismo, de uni-formización, en definitiva, de recuperar
competencias en algunos de los aspectos que ustedes entienden que ni siquiera
tenían que compartir con las comunidades autónomas. No han aprovechado
la ocasión para solventar problemas importantes, como el tema de los
órganos colegiados unipersonales. No hablaremos de la famosa habilitación,
donde ustedes trasvasan de esa supuesta solución de la endogamia a otra
endogamia ideológica, mucho más dura y mucho más problemática.
En cuanto al alumnado, usted desde luego le pone problemas, y muchos más
problemas no sólo al acceso sino a su participación en los órganos
de Gobierno. Hablemos también de becas y ayudas. Creemos que ha habido
un afán excesivamente regulador y miedoso a la libertad, a la autonomía
universitaria y, por supuesto, a la autonomía política de las
comunidades autónomas. Es el proyecto de la negación de lo que
debe ser esa libertad y esa autonomía en sus distintas vertientes. Han
pasado de tener que haber hecho exclusivamente un marco mínimo común,
a una exhaustividad normativa y a una uniformización obligatoria a todos
los ámbitos. Ustedes quieren reglamentar lo que quieran, como quieran
y sin ningún tipo de posibilidad de diálogo y debate con otros
múltiples agentes y representantes políticos. Pero esto no va
a ser bueno. Esto no tiene parangón en ningún otro país
europeo y creemos que también afecta a otro problema muy concreto, que
es el de las distintas lenguas que existen en los distintos países. En
definitiva, señorías, no estamos en absoluto de acuerdo ni en
el contenido ni en la forma. Pedimos, como lo han reclamado otros parlamentos
de distintas comunidades autónomas están a tiempo, aunque les
parezca que es una boutade, lo pide mucha gente, que retiren el proyecto de
ley. No es bueno, ustedes lo saben, retírenlo. Muchas gracias, señora
presidenta.
La señora PRESIDENTA:
Muchas gracias, señora Lasagabaster.

Tiene la palabra la señora
Lasagabaster para la defensa de la enmienda.
La señora LASAGABASTER
OLAZÁBAL: Gracias, señora presidenta. Señor ministro, señorías,
imagino que está pensando que no es el mejor momento para toda esta serie
de debates de enmiendas de totalidad. Compartimos lo mismo. ¡Qué
le voy a decir! Es la tercera vez que me subo a esta tribuna y creo que este
debate no hubiera debido celebrarse en este momento; embutido entre una ley
presupuestaria, con sus más y sus menos, una ley complicada, orgánica
de universidades, después el concierto ¡Hombre!, El Centro Nacional
de Inteligencia se merecía algo mejor. Un debate en profundidad, un debate
necesario y un debate que por sí solo hubiera requerido una gran extensión
en tiempo y en cuestiones. Lo digo porque afecta a elementos sustanciales de
los derechos y libertades fundamentales, cuestiones muy sensibles desde el derecho
a la intimidad a otros temas y porque desgraciadamente nos hemos visto sorprendidos
en el pasado, como ha dicho usted, con multitud de prácticas ilícitas
por parte del CESID, antecesor pretende ser del CNI, escuchas ilegales, etcétera.
Por tanto, debate que hubiera sido necesario con más relajo y no a esta
hora. Pero en fin, la vida es así. ¿Qué es lo que nosotros
entendemos que no nos gusta de estos dos proyectos de le?. No tengo mucho tiempo
y no voy a entrar en cuestiones más o menos jurídicas como alguno
de mis compañeros precedentes ha hecho. Reflexiones. Primero: procedimiento.
¿Por qué no han consultado con todos los grupos parlamentarios?
Comprendo que a ustedes les gustarán más unos que otros, pero
hubiera sido hasta constructivo. Segundo, como dice el Consejo de Estado, en
esta materia tan sensible incluso los estudios que ustedes tienen, que los pedía
el Consejo de Estado, también nos hubiera gustado tenerlos, ¿por
qué no? En esta casa no tenemos muchos estudios y menos recursos humanos
para ayudarnos, lo sabe usted mejor que nadie. Entrando en el contenido, primera
cuestión. La función esencial del CNI entendemos que es demasiado
ambigua, lo tengo planteado en la enmienda de totalidad, no me voy a extender,
pero resulta una muy amplia -si vale la expresión, a veces es redundancia-
ambigüedad.
Creemos que hubiera sido necesario hacer más definiciones. Si uno observa
legislaciones sobre esta materia, en algunos países se define mucho.
Es lógico. Hay conceptos jurídicos muy indeterminados, riesgos
emergentes que, por cierto, alguna de las personas que tienen responsabilidades
importantes en el Ministerio de Defensa ya lo han citado aquí. Hay que
hablar de neutralización, cómo, qué, estabilidad política,
intereses de España. ¿Qué hablamos, cómo se configuran,
qué hay que hacer? ¿Directiva de inteligencia? Quizás convendría
que los diputados que tienen reputado ese deber, esa obligación y ese
derecho para conocer de esos temas, previo a esa directiva, pudieran conocer
qué es lo que se pretende. Muchas cosas, muchos conceptos que requieren
mucha más definición. El director, la persona que va a tener la
responsabilidad de dirigir este centro, ¿por qué no va a tener
el apoyo del Poder Legislativo? Sería muy bueno, sería además
un apoyo que respaldaría su trabajo y su propia legitimidad. No es que
no la tenga si lo elige el Gobierno, pero se vería respaldado por el
Poder Legislativo. Del control parlamentario, ¿qué le voy a decir
que usted no sepa? Sabe que hemos estado miles de horas; bueno, es mucho decir
miles de horas, pero muchas horas, debatiendo este tema. ¿Por qué
por el mero hecho de no tener cinco diputados no se les permite a formaciones
políticas ser elegibles por la Cámara y conocer la confianza de
los secretos oficiales? ¿Por qué? Creo que se intentó cambiar,
hemos pedido una reforma del Reglamento dado que los trabajos de la ponencia
de reforma del mismo no van a buen fin, pero usted sabe mejor que yo que eso
no es admisible, que no es constitucional y que debe ser cambiado. ¿Por
qué no regular la ordenación del centro? ¿Por qué
no hablar del control judicial, en el cual sólo se explicita control
previo sobre determinadas cuestiones quedando muchos elementos fuera de ese
control? Lo han dicho otros compañeros y ahí hay un tema muy importante.
El propio Consejo General del Poder Judi-cial lo citaba: el recurso de los ciudadanos
afectados por estas materias, el control, la custodia, borrar deter-minadas
cuestiones, etcétera. ¿Qué pasa con todo esto?
Son temas muy sensibles que no están regulados ni de una ni de otra manera.

La señora VICEPRESIDENTA (Becerril Busta-mante): Le ruego, señora
Lasagabaster, que concluya, por favor.

La señora LASAGABASTER
OLAZÁBAL: Señora presidenta, voy concluyendo muy rápidamente.
En definitiva, hay muchos temas. Por ejemplo, una Ley de secretos oficiales
que es preconstitucional, y el mero hecho de cambiar una serie de cuestiones
que apenas dan lugar a media página no supone una modificación
real adecuada a los retos y a solucionar problemas que existen hoy en los secretos
oficiales. No nos sirve, hay muchas cuestiones que requieren ser cambiadas en
esta ley. Con todos nuestros respetos entendemos que no ha sido el mejor debate,
que no ha sido la mejor elaboración del proyecto porque contiene muchos
conceptos jurídicos indeterminados y en este momento no nos sirve. Le
pedimos, le solicitamos, señor ministro, un debate más en profundidad
con todos los grupos parlamentarios. No tenga miedo de nuestras aportaciones,
somos gente muy constructiva, pero dentro de las garantías que el ordenamiento
jurídico nos ofrece a todos. Seguiremos hablando en otro momento, en
otra consideración, pero usted sabe cuá-les son nuestras posiciones.
Muchas gracias, señora presidenta.
La señora PRESIDENTA:
Muchas gracias, señora Uría. Por el Grupo Parlamentario Mixto,
para un turno de réplica, tiene la palabra la señora Lasagabaster.

La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: Señora presidenta, señor
ministro, señorías, no se preocupen, sólo voy a intervenir
yo en nombre del Grupo Mixto. Son tres las consideraciones, una general y dos
más particulares, que ha opuesto usted a nuestros argumentos. Una, general,
a los recelos de todos los que hemos formulado enmiendas de totalidad al CNI.
Señor minis-tro, creo que usted es el más indicado para saber
que el pasado no nos ha dado muchos antecedentes como para poder plantear una
gran credibilidad y confianza en determinadas actuaciones, y creo que usted
es el primero que lo puede entender de manera clara y clave. ¿Qué
hubiera sido necesario para que hubiéramos cambiado nuestra opinión?
No voy a decir como santo Tomás, ver para creer, que también podría
ser una respuesta, pero sí, en primer lugar, unos proyectos de ley que
contuvieran definiciones concretas y no tantos conceptos jurídicos indeterminados.
Se habla de neutralización. Yo he mirado el diccionario y me vale igual
para un roto que para un descosido. La palabra neutralización tiene muchos
significados. Y en los artículos 1 y 4 de la primera de las leyes, los
más fundamentales, se habla de otra serie de formulaciones sin tener
ninguna definición. Por ejemplo, los intereses de España, alguien
los tendrá que decidir. Y otra serie de cuestiones en el artículo
1 hacen difícil la credibilidad. Hasta que no nos digan exactamente qué
es lo que pretenden, en qué fórmulas, cómo y qué
procedimientos, que es lo que se hace también en otros países,
lógicamente, serán ustedes los que tienen la carga de la prueba
y el trabajo de convencernos, no nosotros los que tengamos que hacer un acto
de fe sin saber nada y con un proyecto de ley que realmente es muy vago. Si
además nos atenemos a que ustedes no han consultado a todos los grupos
parlamentarios, en una especie de temor reverencial a qué es lo que vamos
a decir, como usted comprenderá, lo que yo no puedo hacer es creerles
si ni tan siquiera han tenido la deferencia y la educación de consultar
a todos los grupos parlamentarios. Señor ministro, no nos han consultado
a todos los grupos parlamentarios, ni una cartita para decir: oiga, que le queremos
explicar lo que queremos hacer. (Rumores.) De nuestro grupo, a ninguno. Así
de claro. Usted me podrá pedir que yo tenga interés en dar credibilidad
a una nueva ordenación cuando usted haga el esfuerzo para que yo lo vea.
Pero, hasta ahora, nada de nada. En segundo lugar, hablando de documentos, claro
que tenemos los dos informes del Consejo de Estado, nos los facilita esta Cámara.
A lo que yo me refería es a lo que dice el propio Consejo de Estado;
nos hubiera venido bien que, aunque no nos lo dijeran de palabra, nos lo hubieran
mandado. El Consejo de Estado dice: Hubiese sido deseable incorporar al expediente
los documentos más significativos o relevantes que reflejen los estudios
y trabajos internos que se han desarrollado en el seno del departamento consultante
en la elaboración del anteproyecto. Eso es lo único que yo le
pedía. Puede que a usted le parezca que no son relevantes, pero si al
Consejo de Estado le parecen relevantes, a mí, lógicamente, también
debieran parecerme relevantes. Además, lo digo por una cuestión
muy clara y que ha causado una gran controversia política en esta Cámara.
Hace no demasiado tiempo, en una serie de consultas de distintos responsables
políticos de los ministerios en cuestiones presupuestarias, una persona
del Ministerio de Defensa (no sé si es el director de la JUJEM, no sé
si la graduación está muy clara o no, pero creo que usted sabe
a quién me refiero) habló de la participación y la nueva
actividad que va a tener el ejército en los riesgos emergentes. Sin ningún
tipo de explicación más, creando una confusión objeto de
la mayor controversia en esta Cámara, y diciendo además que tenían
documentos y trabajos que contenían estudios en esta materia. Señor
ministro, creo que es razonable que esta cuestión se hubiera explicitado.
No hablo por hablar, hablo de algo que se ha planteado en las Cámaras,
que ha creado confusión y gran recelo y que hubiera sido necesario explicar
en este mismo momento porque afectaba a lo que ustedes mencionan aquí,
a los riesgos emergentes. Por tanto, no hablamos por hablar. Tercera cuestión,
también particular en lo que se refiere al control parlamentario. Ustedes
hablan de la autonomía parlamentaria. Yo comparto la autonomía
parlamentaria, no sé si igual o más que ustedes, y quiero decirle,
porque probablemente usted no lo sabrá, que al igual que hemos presentado
las enmiendas de totalidad a estos dos proyectos, hemos presentado una reforma
del Reglamento el día de hoy. No lo hemos hecho hasta ahora. Por cierto,
no habíamos acudido al Tribunal Constitucional porque somos gente, aunque
le parezca que no, civilizada y habíamos entendido Señor Montoro,
sí, civilizada, aunque le parezca mentira a usted también; luego
hablaremos de otra cosa. Habíamos entendido que podíamos llegar
a un pacto, somos gente que pacta, y a un consenso en una reforma que, desde
luego, es inconstitucional. Usted es testigo de que hemos hecho múltiples
esfuerzos, y que se han hecho por parte de todos, para cambiar esa resolución
de Presidencia. A día de hoy, por debates y cuestiones que no voy a entrar
a señalar, no se ha cambiado. Por tanto, al igual que las enmiendas de
totalidad, hemos presentado una proposición de reforma, porque es discriminatorio
respecto de determinados diputados y diputadas de esta Cámara. Estoy
convencida de que el Gobierno no quiere entrar en la autonomía parlamentaria,
pero también estoy convencida, señor ministro, que a usted no
le importará -y al Gobierno tampoco- que aparezca en el texto de esta
ley que en ningún caso habrá discrimi-nación en lo que
se refiere al control parlamentario. Sólo le pido eso. No se preocupe,
que luego ya articularemos la no discriminación en la autonomía
parla-mentaria, pero el Gobierno no hablará de defender la discriminación.
Es una cuestión bastante lógica y elemental. También podríamos
hablar de qué es lo que nos parece que falta en el control judicial previo
y en el posterior,
pero lo dejaremos para la Comisión. En definitiva, creemos que precisa
mucho más trabajo que el que estamos haciendo ahora, intentando pasar
esto entre la mañana y la tarde para ver si se nos olvida a todos. Gracias,
señora presidenta.

La señora PRESIDENTA:
Muchas gracias, señora Lasagabaster.

Por el Grupo Parlamentario Mixto,
la señora Lasagabaster tiene la palabra.

La señora LASAGABASTER
OLAZÁBAL: Gracias, señora presidenta. Señor ministro, señorías,
intervengo para fijar la posición de Eusko Alkartasuna en relación
con el proyecto presentado por el Gobierno de prórroga unilateral de
la vigencia del concierto económico de la Comunidad Autónoma del
país vasco. Nuestra posición es clara, firme y rotunda: Señor
Montoro, damos por no tramitado políticamente este proyecto de ley. (Rumores.-
Un señor diputado: ¡Insumisión!) No se preocupe que hablaremos
de la insumisión que hacen ustedes en el Parlamento vasco. Este proyecto
de ley es una prórroga unilateral anticonstitucional y antiestatutaria.
(La señora GarcíaAlcañiz Calvo: ¡Pero, qué
tontería!) En términos históricos nos encontramos con un
caso flagrante de contrafuero y tales términos -el se obedece pero no
se cumple-, tienen por expresión más suave ignorar que tal desmán
se ha producido debiendo esperar de una elemental visión de Estado que
la prórroga no se materialice ni siquiera en su tramitación. Desde
luego, nosotros debemos darla por no presentada por coherencia con una posición
abierta, interesada e impulsora de la negociación; negociación,
señor ministro, que no ha concluido. La vigencia de la Ley 12/1981, de
13 de mayo, es hasta el 31 de diciembre de este año. Tiene tiempo para
llevar a cabo la negociación, si es que de verdad tiene voluntad para
ello, salvo si lo único que pretende es el enfrentamiento y anular el
carácter paccionado del con-cierto. Señor ministro, no vamos a
hablar de contenido, no; y no lo haremos por respeto a la negociación,
a las partes y a la discreción sobre estas cuestiones; cuestiones que
en ningún caso y ninguna de ellas son ajenas a la defensa de una institución
como es el concierto, que no son caprichos de una posición ideológica
concreta, sino necesidades claras y evidentes para conseguir la defensa del
concierto en todos los ámbitos que nos movemos, y videntemente el europeo.
Señor ministro, en materia de concierto o de conve-nio económico
no cabe la solución unilateral. No cabe porque históricamente
y en su actualización en el artículo 41 del Estatuto de Autonomía
del país vasco se recoge claramente que la relación de orden tributario
entre el Estado y el país vasco vendrá regulada median-te el sistema
foral tradicional del concierto económico o convenio, estatuto de autonomía,
lo he leído literal. Incluso la propia ley actual del concierto, en su
disposi-ción final primera prevé que el desarrollo reglamentario
del presente concierto se realizará de mutuo acuerdo entre el Gobierno
del Estado y una representación del Gobierno vasco y de las instituciones
competentes de los territorios históricos. Estas normas, amén
de otras que reservan los derechos que hubieren podido corresponder al pueblo
vasco en virtud de su historia, establecen la verdadera naturaleza del concierto
hoy. Este es el concierto, el reconocimiento de la capacidad tributaria del
país vasco en paridad con el Estado. En este contexto es inaceptable
desde el punto de vista jurídico, político o institucional la
prórroga unilateral del concierto. Ahora, explíqueme ¿por
qué lo han hecho? No es ni mucho menos para paliar el presunto vacío
legal o la inseguridad jurídica que aducen de no aprobarse la nueva ley
de concierto, entre otras cosas porque el acuerdo -como decía antes-
puede realizarse antes del 31 de diciembre, todavía hoy, pero desde luego
se podía hacer cuando ustedes presentaron este proyecto de ley. La ley
en este caso, como lo estuvo por cierto la ley de 13 de mayo de 1981, podría
tener efectos retroactivos; pero además de la interpretación del
propio artículo 41 del estatuto de autonomía se ofrece la necesaria
seguridad jurídica de la existencia del concierto. Creemos, y lo lamentamos,
que lo han hecho claramente desde la intención de dificultar y por supuesto
de demorar el acuerdo. Recordamos muy bien su negativa a iniciar las conversaciones
antes del pasa-do 13 de mayo, probablemente en la creencia de que estarían
en el Gobierno vasco; creencia que fue falsa, porque los ciudadanos no les han
dado el voto en las urnas. Quizás tenían la intención de
intentar el enfren-tamiento o de someter a la otra parte, a la parte vasca,
a condiciones no asumidas de grado y con acuerdo, sólo por la fuerza
de las circunstancias. A esto, señor ministro, se le llama presión,
y me quedo corta. Están hacien-do una exhibición de irresponsabilidad
política, cris-pando la negociación, presionando con una prórroga
unilateral, antiestatutaria e inconstitucional y con la amenaza de negociación
con las diputaciones, que no va a existir. Como le decía ayer mismo en
el Senado mi compañera, la senadora Boneta, existe el concierto, no conciertos,
y su vigencia, su actualización o un nuevo concierto lo negocian el Gobierno
vasco y los represen- tantes de las instituciones forales. No es posible esa
vía, ni judicial, ni política, ni legalmente, y no les va a dar
ningún resultado si lo intentan. Ayer acusó a Eusko Alkartasuna
de que no aceptando la prórroga estábamos llamado a la insumisión
fiscal en Euskadi y enfrentando a las diputaciones forales. (La señora
García-Alcañíz Calvo: Esa es la verdad.) El único
que tiene esa intención -y lo ha dicho tan claramente como lo hemos podido
leer en algún medio de comunicación- es el Gobierno central, en
la persona del señor Montoro, y lo hace además bajo amenazas de
prórroga unilateral. Y de insumisión, señor Montoro, mejor
no hablemos, como decía antes. El Partido Popular está dando buen
ejemplo de insumisión y boicot a un Parlamento vasco. (Un señor
diputado: Atutxa.) Además, como diríamos en derecho de defensa
de la competencia, lo hacen en prácticas concertadas con otros partidos,
a algunos de los cuales ustedes mismos piden que se les incluya en una lista
europea de lucha contra el terrorismo; algo bastante curioso. La insumi-sión,
señor Montoro, a ustedes se les queda hasta corta. Señor ministro,
retiren la prórroga unilateral. Hablo desde el dato objetivo: Este es
el mayor ataque al concierto desde que Franco declarara a Vizcaya y a Guipúzcoa
provincias traidoras, derogando brutalmente su concierto. La historia lo tiene
muy claro; es un dato objetivo. Me da pena que sean ustedes, que son los demócratas
de toda la vida, los que lo hagan. Muchas gracias.

La señora VICEPRESIDENTA (Becerril Busta-mante): Muchas gracias, señora
Lasagabaster.

La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: Gracias, señora presidenta.
Muy brevemente. Primero, me alegra que el señor ministro diga que él
que no dijo esas palabras de que estábamos llamando a la insumisión.
La verdad es que yo las tenía aquí recogidas de los teletipos,
no sé si fue dentro del Senado o fuera, pero si no las dijo evidentemente
me alegro muchísimo. En todo caso, a la cuestión. Aquí
de lo que se trata es de lo siguiente. El artículo 41 del estatuto de
autonomía señala que la única relación de orden
tributario entre el Estado y el País Vasco sólo puede venir regulada
por concierto. Eso lo tenemos todos claro. A sensu contrario, lo que dice claramente
es que ustedes no pueden imponer una prórroga unilateral, eso lo dice
claramente. Si es concierto, no es unilateral, eso está claro. (El señor
Cámara Rodríguez-Valenzuela: Eso no lo dice. ¡Anda ya!)
Por tanto, quien tiene que expli-car no somos nosotros sino son ustedes por
qué hay una prórroga unilateral, no me desvíe usted el
argumento. Que yo sepa, el Estatuto de Autonomía del País Vasco
sigue vigente y si sigue vigente, sigue vigente la existencia de un concierto.
(El señor Del Burgo Tajadura pronuncia palabras que no se perciben.)
Usted me podrá decir cómo hacemos la concreción, perfecto,
pero no me lleve a un tema que no es. Sólo vale el concierto, su prórroga
unilateral no vale. Esto es lo que dice clara-mente el estatuto que está
vigente. Ahora bien, ¿qué hacemos? Yo le he dicho dos posibilidades
que se han producido en el pasado. Ha habido un momento en que la negociación
se ha producido a posteriori, ha tenido efectos retroactivos y no ha pasado
nada. Que yo sepa, no hemos llegado al 31 de diciembre. Ustedes lo que no pueden
hacer es, primero, porque lo dice la ley, establecer o traer aquí una
prórroga unilateral,y, segundo, menos en la forma en que lo han hecho,
y lo han hecho haciéndolo públicamente como ultimátum a
la otra parte, a la parte vasca, para que negocie. Eso no es la justificación
que ustedes pretenden y, a lo más, no voy a entrar porque le he dicho
que no voy a entrar en ánimo de salvaguardar la negociación, podría
habérseles ocurrido alguna otra cosa como la prórroga bilateral,
por ejemplo, entre ambas partes. (El señor Cámara Rodríguez-Valenzuela:
¡Menos mal!) Pero lo que usted dice que podría hacer es precisamente
lo único que está prohibido realizar en virtud del ordenamiento
jurídico. Muchas gracias.

La señora VICEPRESIDENTA (Becerril Bustamante):
Gracias.
Jatorria: Eusko Alkartasuna