La Senadora de EH Bildu Idurre Bideguren ha preguntado hoy en Pleno si el Ministerio de Cultura tiene voluntad de trasladar el Guernica de Picasso a un museo vasco.
Idurre Bideguren ha recordado que “para el pueblo vasco es algo más que una gran obra de arte. Es un símbolo que representa perfectamente la simbiosis entre el arte y la denuncia y nos transmite el sufrimiento de parte de nuestra historia”.
Así mismo ha recordado que el próximo 26 de abril se cumplen 85 años desde que se bombardeó Gernika. “Pues bien, el traslado del Guernica sería un buen gesto de reconocimiento y reparación del dolor sufrido. La mejor interpretación del horror que transmite el cuadro de Picasso se puede hacer desde el pueblo que lo sufrió y no desde el Reina Sofía”.
INTERVENCIÓN COMPLETA
“Sr ministro, recientemente anunció que con motivo de la conmemoración del 50 aniversario de la muerte de Pablo Picasso el Gobierno extendería la garantía de Estado a otros museos. Por lo que me gustaría preguntarle si se baraja la posibilidad de trasladar el Guernica de Picasso a un museo vasco.
Le pregunto porque para el pueblo vasco es algo más que una gran obra de arte. Es un símbolo que representa perfectamente la simbiosis entre el arte y la denuncia y nos transmite el sufrimiento de parte de nuestra historia.
Alcanzó trascendencia universal y visitó muchos lugares. Sin embargo, jamás ha pisado tierra vasca. El Guernica está muy lejos del lugar de los hechos que inspiraron al artista. Pero no solo físicamente, también emocionalmente.
Según fuentes del Instituto Gogora, hubo cerca de 2000 bombardeos en suelo vasco entre 1936 y 1937, bajo el mando de Franco. Pero uno de los pasajes más representativos sin duda es el de Gernika. Quedó arrasada. Familias destruidas. Se bombardeó desde el aire, de manera indiscriminada y no fue casualidad que se eligiera esta villa. Municipio referente históricamente para la ciudadanía vasca y en el que unos meses antes de bombardearlo se había creado el primer Gobierno Vasco. Hubo objetivos tácticos, estratégicos y se quiso sembrar terror.
Y por si esto fuera poco, tuvieron que sufrir las consecuencias de una gran mentira a manos del poder establecido. Franco no solo no asumió los hechos, sino que además responsabilizó a los rojos y separatistas vascos de la destrucción de Gernika. Y por desgracia, esta sigue siendo la única declaración oficial del Estado a día de hoy.
Afortunadamente, y gracias al pueblo de Gernika, al pueblo vasco, a historiadores, periodistas, artistas, testigos de los hechos y multitud de organizaciones se sigue trabajando para conocer la verdad, para divulgar y para que no se repita la barbarie.
Sin embargo, ningún Gobierno del Estado Español ha colaborado en la recuperación de la memoria. Ni con reconociendo, ni corrigiendo de manera oficial aquella vergonzosa versión, ni demostrando voluntad de querer hacer justicia. Hay cosas que nunca se podrán reparar, pero el arrebato de la verdad debería ser restaurada.
El próximo 26 de abril se cumplen 85 años desde que se bombardeó Gernika. Pues bien, el traslado del Guernica sería un buen gesto de reconocimiento y reparación del dolor sufrido. La mejor interpretación del horror que transmite el cuadro de Picasso se puede hacer desde el pueblo que lo sufrió y no desde el Reina Sofía.
Señor ministro, sabe usted que es una reclamación histórica. Compartida por la gran mayoría del pueblo vasco. El parlamento vasco, el ayuntamiento de Gernika y asociaciones como Gernika memoriaren lekuko han reivindicado una y otra vez.
Por lo que el traslado sería un ejercicio de democratización importante. Sabemos que no es sencillo, que habrá dificultades, pero ojalá, esta vez no haya excusas, que haya voluntad y seamos capaces de avanzar.