Burujabetzarekin konpromiso eza, normalizazioan aurrera egiteko borondaterik ez izatea eta euskara sustatzeko politiken aurkako jarrera dira, Jesus Mari Larrazabal legebiltzarkide independentistak esan duenez, Eusko Alkartasunak Patxi Lopezen hautagaitzaren aldeko bozka ez emateko arrazoi nahikoak.
Jesús Mari Larrazabal considera que el Parlamento Vasco es testigo hoy de los efectos que tiene en Euskal Herria la aplicación de una política de Estado (el español, por supuesto) que marca el PP, con la traslación a la CAV del frente español que tan bien conocen ya en Navarra: el pacto del PSE con “la derecha recalcitrante”, según la definición de los propios socialistas, o dicho de otra manera, el pacto del PP con la izquierda que responde a la crisis con “trampas y engaños”, en palabras de Rajoy.
El parlamentario de EA ha mostrado su rotunda oposición a la candidatura de Patxi López a lehendakari porque, en primer lugar, con su discurso de esta mañana ha dejado claro que no piensa impulsar la aprobación de un nuevo Estatuto a pesar de que ése fue uno de sus compromisos electorales con la sociedad vasca. Larrazabal augura que “con López en Ajuria Enea va a haber un fuerte frenazo en materia de autogobierno y nos vamos a quedar con el Estatuto actual, el de Gernika, con sus transferencias pendientes, sistemáticamente negadas por el Estado. Quizá hasta sea lo menos malo porque un nuevo Estatuto, en manos de Chaves y compañía, sería regresivo con toda seguridad. ¿Qué pretende entonces Patxi López, revitalizar un Estatuto de Gernika degradado?”.
Tras achacar una vez más a los socialistas su irresponsabilidad política por su veto al Nuevo Estatuto Político y su iniciativa para la anulación de la Ley de Consulta, Larrazabal ha denunciado con dureza que el candidato del PSE no haya formulado ni una sola propuesta para alcanzar un escenario de normalización política en este país, a pesar de que tanto el PSE como el PP “saben que ETA no tiene una solución meramente represivo-policial”. En este sentido, “EA dice claramente no a todo lo que se presente como una nueva y empeorada versión del fracasado Pacto de Ajuria Enea; nunca vamos a entrar en eso”.
A juicio del parlamentario de EA, “el PSE y el PP están profundamente comprometidos con una política de Estado de anormalización democrática de Euskadi, hasta llegar incluso al ridículo de la propuesta del Fiscal General del Estado de desalojar de los ayuntamientos a los alcaldes de ANV”. Es un paso más en esa loca carrera hacia un sistema judicial que sirve para imputar a cualquiera cualquier delito sin necesidad de pruebas, gracias a una Ley de Partidos y a una tesis falsa (“todo es ETA”) que permite aberraciones como todo lo derivado del sumario 18/98.
Freno al autogobierno, ausencia absoluta de propuestas para la normalización política… El tratamiento del PSE al euskara ha sido el tercer eje del discurso de Larrazabal, quien teme que el Gobierno de Patxi López minorice aún más al euskara, la lengua propia de la CAV. “No está lejos el día que venga usted a cambiar a peor la Ley de Normalización del Uso del Euskara”, le ha dicho, además de pronosticar que “con usted no habrá personas bilingües reales en euskera y castellano al final del proceso educativo no universitario, ni tampoco trilingües con la inclusión del inglés, ni tampoco atención bilingüe garantizada en la administración pública”. En definitiva, “su lema ‘euskara askatasunean’ es realmente ‘askatasuna gaztelaniaren mesedetan’. No nos vamos a dejar engañar”.
El candidato socialista ha demostrado asimismo que no tiene planes contra la crisis. Se ha limitado a lanzar consignas y generalidades sin ningún tipo de concreción, sin mostrar ni un atisbo siquiera de un plan concreto de políticas concretas que saquen a la sociedad vasca de la crisis. “Su apuesta vacía por el diálogo busca simplemente esconder su falta de propuestas rigurosas”, denuncia Larrazabal, quien aprecia además “un tufillo neoliberal preocupante” en las alusiones de López a la política fiscal y “simple continuismo” en cuanto a las políticas sociales y de medio ambiente que hasta ahora ha impulsado EA desde el tripartito.
Especialmente grave es asimismo para EA el vacío absoluto en torno al proyecto de fusión de las cajas vascas, “una auténtica irresponsabilidad de Patxi López porque sin la fusión estará privando a nuestro sistema económico de un instrumento financiero fundamental para salir de la crisis”.
Por todo ello, “porque el cambio que viene con López es un cambio a peor”, EA no apoya al candidato socialista y, si reglamentariamente hubiera sido posible, habría votado en contra.
El voto de EA, si bien no ha habido ninguna negociación previa con el PNV, es para Juan José Ibarretxe exclusivamente por su trayectoria de los últimos ocho años, con más luces que sombras, al frente del tripartito con la colaboración permanente de EA. “Hoy también recibirás nuestro apoyo”, le ha dicho Larrazabal tras haber aclarado, no obstante, que “EA hubiera optado seguramente por la abstención si el PNV hubiera presentado otro candidato en su línea de defender un concierto político para 2020 dejando ‘ad calendas graecas’ la reivindicación de un estatus político propio e independiente para nuestro país”.
El voto a favor de Ibarretxe no oculta, sin embargo, los aspectos críticos que EA mantiene con el propio Ibarretxe y su partido después de los fracasos del Nuevo Estatuto Político y la Ley de Consulta (batallas ambas ganadas por el Estado español) y la respuesta débil del PNV en ambos casos. En este sentido, Larrazabal reclama claridad en la defensa del derecho a decidir y apuesta por nuevas formulaciones de este derecho en clave soberanista: “Lo que hay que conseguir es el reconocimiento que Euskal Herria tiene a ser soberana en Europa; no basta con el principio, hace falta el derecho de forma positiva y esto no debería generar ninguna duda entre los abertzales”. A juicio del parlamentario de EA, “el derecho de autodeterminación es un eje estratégico clave para lograr un Estado vasco independiente en Europa utilizando sólo medios políticos y respetando los derechos humanos, sin sitio para la lucha armada”.
La persistencia de la violencia hace que lograr la normalización política sea un reto ineludible de todas las fuerzas políticas. Para Larrazabal, “el camino es el diálogo, con todos y siempre, un diálogo abierto y extenso que no quede limitado a la presencia política en este Parlamento”.
Jatorria: Eusko Alkartasuna